sábado, 15 de abril de 2017

Malvinas: El combate de la casa Top Malo



Escaramuza en la Casa Top Malo 

Parte de Guerra de las Malvinas 
Fecha 31 de mayo 1982 
Ubicación Monte Simon, Islas Malvinas 
Beligerantes 
Reino Unido Argentina 
Comandantes y líderes 
Capitán Rod Boswell (UK) 
Capitán Vercesi (EA) 
Fuerza 
19 soldados (UK) 
12 soldados (Argentina) 
Muertes y pérdidas 
3 heridos (UK) 
2 muertos (EA) 
6 heridos 
4 capturados


 
La casa de Top Malo antes del enfrentamiento



La escaramuza en la Casa Top Malo se libró el 31 de mayo de 1982 durante la Guerra de las Malvinas, entre el 1ra sección de Fuerzas Especiales de la Compañía de Comando 602 argentina y una patrulla formada por personal y estudiantes de la Mountain and Arctic Warfare Cadre de Gran Bretaña, una unidad de entrenamiento de la Real Infantería de Marina bajo el mando operativo de la Brigada de Comandos 3 para la Operación Corporate [1]. 


 
Ubicación de la casa de Top Malo (referencia 2 en azul)

Fondo 
El capitán Rod Boswell de la Mountain and Arctic Warfare Cadre y dieciocho de sus hombres se pusieron en la tarea originada a partir de un informe realizado el 27 de mayo por una patrulla de cuatro hombres del Cadre situados en un puesto de observación sobre Bull Hill. [2] La patrulla de cuatro hombres había establecido el Puesto de Observación el 21 de mayo como parte de una serie de equipos de reconocimiento pequeños que eran los ojos y los oídos de la Brigada [2]. 



Preludio 
La patrulla de cuatro hombres estaban bien hacia adelante sobre Bull Hill en la ruta de entrada a Teal Stanley. Acababan de informar de nuevo para avisar que esto podía ser el último mensaje, ya que dos helicópteros argentinos UH-1 se acercaban sobre la PO [2] Los helicópteros volaron en dirección a Monte Simon;. Sin embargo, el sargento que mandaba el equipo creyó que la aeronave había desembarcado Fuerzas Especiales de Argentina probablemente en las faldas del monte Simon. [2] El mensaje posterior a la Sede Brigada alertó al personal de la amenaza de las Fuerzas Especiales de la Argentina ubicadas en un terreno elevado en las proximidades de entrada Teal y más allá. Sería la tarea del capitán Boswell y su equipo eliminar a la patrulla argentina en Top Malo. 
Durante el 29 de mayo el operador de radio de la patrulla argentina, después de intentar durante toda la mañana, de repente logró hacer llegar un mensaje a través de la sede hasta el 10 de Brigada, que había un corredor aéreo hacia y desde San Carlos hasta el Monte Kent. Se perdió el contacto inmediato, y nunca se restableció. El comandante de la patrulla era el capitán José Arnobio Vercesi, jefe de la 1ra Sección de Asalto, de la Compañía de Comando 602. La patrulla estaba formada por ocho hombres de la primera sección y dos soldados con misiles Blowpipe. También había un médico, el sargento primero Pedrozo, mientras que el sargento primero Helguero de la Compañía de Comando 601 era el explorador [3]. 
En la noche del 30 de mayo el capitán Boswell recibió un mensaje de una de las patrullas, en un puesto de observación en las faldas del monte Simon, que había visto sólo dos helicópteros argentinos UH-1 entregando una patrulla de unos dieciséis hombres en la Top Malo House, una casa abandonada de pastores a sólo 400 metros (440 yardas) de su posición. También dijeron haber escuchado varios helicópteros en las cercanías. [2] Ya estaba oscuro, por lo que se descartó un ataque de GR3 Harrier contra la casa, y la ubicación era fuera del alcance de la artillería británica. En consecuencia, los británicos planearon un asalto después de la inserción en helicóptero en la madrugada del 31 de mayo, aterrizando en el suelo muerto cerca de 1.000 metros (1.100 yardas) de distancia de la casa, y atacando la casa. 

Enfrentamiento
Se embarcó en un Sea King HC4 de 846 Escuadrón Aéreo Naval, dependiente de la Marina Real, el equipo estaba cargado con suministros y municiones suficientes para una semana en el campo. El helicóptero despegó sobrecargado en un vuelo de 45 kilómetros, depositando el equipo exactamente en el lugar adecuado para permitir el desembarque para el tránsito de corto a la meta. Un equipo de tiradores de siete hombres se alejaron hacia la izquierda para tomar una posición a 150 metros de la Casa de Top Malo para proporcionar fuego de apoyo para el grupo de asalto de doce hombres dirigidos por Boswell. [2] Había un riesgo importante de compromiso como el equipo se vestían uniformes oscuros contra la nieve, lo que lleva a la posibilidad de detección visual por centinelas. [2] Los británicos desconocían si los argentinos escucharon las acciones de vuelo y aceleración del helicóptero para llevar su equipo y salir de la casa. 


Ataque inicial 
 
 

Boswell inició la participación de unas dos horas después del amanecer, después de un fin de fijar las bayonetas, por el disparo de una bengala verde en el aire. Esta fue la señal para el grupo de apoyo para disparar seis cohetes ligeros antiblindados LAW M72 de 66 mm contra la casa. Cuando el primer cohete fue disparado un centinela argentino (teniente Ernesto Espinosa, quien era el francotirador argentino en la patrulla) se trasladó a la ventana del piso superior, siendo inmediatamente baleado y herido por el cabo Groves en el equipo de apoyo, que estaba armado con un rifle de francotirador L42A1. [2] El teniente Horacio Losito, quien era el segundo al mando de la sección, dice que el teniente Espinosa dio la alarma y, al mismo tiempo abrieron fuego contra las tropas británicas que permitió acercarse a los argentinos para salir de la casa [4]. 


Avance de las tropas británicas 
 

Uno de los miembros británicos del equipo de fuego estaba lo suficientemente cerca de su cohete LAW de 66 mm como para ser golpeado por Espinosa. A medida que los cohetes golpeaban la casa esta se incendió. Boswell y su grupo encargado de adelante, se detuvo, dispararon dos cohetes más, y luego volvió a la carga. Los argentinos salió corriendo de la casa a un lecho de un arroyo cercano a unos 200 metros, disparando mientras corrían. El teniente Espinosa en el piso superior fue asesinado por un cohete de 66 mm, mientras que el sargento Mateo Sbert fue muerto a tiros mientras le daba fuego de cobertura a medida que el resto de los argentinos salieron de la única puerta. Dos miembros del personal británico, un sargento y un cabo, fueron golpeados y heridos. La munición apiladas dentro de la casa explotaron. A medida que el grupo de asalto británico avanzó que el humo del edificio en llamas siempre de detección del fuego precisa de los comandos argentinos disparando desde el lecho del arroyo [5]. 


Detalles del combate
Se despertaron muy temprano, cuando aún estaba oscuro. No sentían frío después de dormir secos y haberse recuperado físicamente; mientras desayunaban con chocolate caliente y galletitas, comentaban lo que hubieran sufrido de haber permanecido en Monte Simons. Concluido el desayuno, todos comenzaron a alistar sus equipos, ya con buen ánimo para soportar otra jornada de marcha. Eran las ocho y empezaba a clarear. En ese momento oyeron ruidos de aspas de helicóptero. Algunos especularon en un rescate anticipado: no estaban muy lejos de la capital, era el día señalado para ser recuperados, y la zona era la probable.
No era creíble que se tratara de un aparato británico; pero alguien acotó que los argentinos no volaban sin luz. Pasó cerca, a unos cuatrocientos metros, y el sargento primero Pedroso observó: “Me pareció ver que no tiene la franja amarilla. A causa de la bruma se distinguía poco, ni aun recurriendo a los visores nocturnos, y sólo se oían los motores que al rato cesaron.” Reinaba incertidumbre, pero se aceleraron los preparativos para abandonar el edificio. El capitán Vercesi, ya con su correaje colocado aunque sin la mochila puesta, se hallaba en la cocina, y echando rodilla en tierra, intentó comunicarse por radio.
En la planta alta, el teniente Espinosa recorría el horizonte con la mira telescópica de su fusil. De pronto exclamó: “¡me parece que hay gente que viene avanzando! Helguero, respondió ¡No, mi teniente!, deben ser ovejas, que hay muchas por acá.” Un lúgubre presentimiento invadió a Vercesi. A su lado se hallaba el Sargento primero Mateo Sbert, aquel al que mucho apreciaba por haber compartido destinos anteriores y en quien había descubierto algo mucho más importante que un subordinado eficiente. Ante la extrañeza de éste, le tendió la mano, se la estrechó y reteniéndosela un segundo, le dijo con profundo afecto “¡Suerte, Turco!”. Elementos del M. & A. W Cadre (Cuadro de guerra para la Montaña y el Ártico) habían descendido de un helicóptero a unos mil metros de la posición argentina. Los mandaba el capitán Boswell quien puso a los siete hombres de su grupo de apoyo, comandado por el teniente Murray a ciento cincuenta metros de la casa, mientras con los doce del grupo de asalto la contorneó hacia el sudeste, protegido por una elevación.
Entendiendo que se trataba de tropas especiales argentinas, daba por hecho que tendrían centinelas afuera. Era consciente que por donde se movían, el terreno estaba dominado por una ventana del piso superior. Cuando Boswell consideró que estaba suficientemente cerca de la casa y a la vista de su grupo de apoyo, dio orden de armar las bayonetas, aunque seguía sin dar crédito a la posibilidad de que hubiera personal enemigo justo dentro de una casa… Ante el anuncio de Espinosa del avance de hombres no identificados, el sargento primero Castillo subió la escalera.
Efectivamente distinguió bultos, pero sin precisar su naturaleza, pese a que ya se había levantado el sol y la claridad permitía distinguir mejor el campo. De pronto, un haz de luz se reflejó sobre una de las presuntas ovejas: un soldado británico, inadvertidamente, había hecho espejar el sol de su anteojo de campaña con el cual observaba mejor la casa.
“¡Ingleses! ¡Ahí vienen!” resonaron los gritos dentro de la casa. Automáticamente el teniente primero Gatti, como radiooperador, sacó sus claves e instrucciones del bolsillo y las quemó. Todos se pusieron en movimiento para salir; Castillo gritó a Espinosa, mientras se abalanzaba hacia la escalera: -¡Vamos mi teniente! Este le replicó: ¡No, yo me quedo! ¡Desde acá tengo mejor campo de tiro!
En el mismo instante en que abría el fuego, la casa tembló por la explosión de un proyectil antitanque Carl Gustav. Comenzaron los disparos de ambas partes. Los ingleses se incorporaron y avanzaron corriendo; varios de ellos utilizaban lanzacohetes descartables Law de 66 Mm y fusiles lanzagranadas M-79 de 40 Mm. Vibraba la estructura de la casa por los impactos sobre sus chapas exteriores, y cantidades de balas atravesaban las endebles paredes de madera. Los comandos argentinos no vacilaron en abandonar el edificio para combatir mejor desde el exterior.
El capitán Vercesi logró llegar corriendo hasta un alambrado colocado antes del arroyo, y allí, con enorme presencia de ánimo, tomó posición de pie y comenzó a hacer fuego y a recibirlo. “Salimos entre los dos, yo te apoyo”, avisó Medina al teniente Martínez. Al hacerlo, este último sintió que lo golpeaba fuerte en la espalda una granada caída dentro de la casa, y cayó al suelo. Comenzó a arrastrarse. El impacto había sido en la cocina, volteando un panel sobre Medina, al que tiró aturdido contra la pared, pero también pudo salir. Castillo se precipitó escaleras abajo, y al pisar el último escalón sintió la explosión de un cohete detrás, que destrozo e incendió la escalera.
El humo comenzaba a invadirlo todo. Luego de Castillo, Helguero quiso abandonar la casa. Pero una granada que explotó en la puerta, entre ambos, lo hirió en el pecho arrojándolo hacia adentro sobre Pedroso, que venía por detrás. Una granada lanzada con fusil M-79 penetró por la ventana del piso superior, matando instantáneamente al teniente Espinosa. El estallido aturdió a Brun y Gatti, que estaban allí: un acre olor a pólvora se sintió en forma penetrante. La llamarada, el ruido y la sensación de vacío que produjo, conmocionaron a los dos oficiales sobrevivientes por unos instantes. La casa temblaba por los tiros y ya comenzaba a arder. Gatti se recobró del shock causado por la onda expansiva, tomó su fusil y fue hacia la escalera: ésta no existía, era un completo aro de fuego hasta abajo. Sin pensarlo saltó por medio de él.
El teniente primero Brun, al tiempo que Espinosa caía hacia atrás ensangrentado, sintió una esquirla que le cortaba la frente. Supo que la próxima explosión no lo perdonaría, e instantáneamente se zambulló a través del tragaluz. A medida que caía podía oír los balazos que pegaban contra la pared enchapada. Cayó desde una altura no menor de cinco metros, procurando cubrirse la cabeza, pero recibiendo tan fuerte golpe que quedó completamente aturdido. Merced a su excelente estado físico y a la inmediata reacción no fue muerto en esa oportunidad. A un tremendo dolor en la frente y en la cabeza se sumó que no veía bien: ¡Dios mío perdí un ojo!”, pensó en el acto, aunque la falta de visión le había sido producida por la pólvora que le quemó la cara, y la sangre que le caía en la frente.
Los Comandos habían logrado en su mayoría abandonar Top Malo House. La abnegación de Espinosa, que con su resistencia atrajo el fuego enemigo hacia el segundo piso y la reacción de aquellos de salir para combatir, sorprendiendo a la tropa británica habían impedido el total aniquilamiento de la patrulla.
En forma descuidada, disparando de pie con sus pistolas ametralladoras y lanzagranadas desde la cintura sin cubrirse, los ingleses no tuvieron en cuenta el impulso de la sección de Comandos. Estos avanzaron corriendo hacia el arroyo, al tiempo que tiraban con sus fusiles. Las balas enemigas pegaban en el suelo siguiendo sus huellas. El teniente primero Brun pudo hacer algo más de cincuenta metros hasta que cayó sentado, atontado, sintiendo un constante zumbido en su cabeza a consecuencia de su violento golpe.
De pronto vio venir derecho hacia él una granada. En forma instintiva la alejó con su mano al llegar, a tiempo que tornaba la cabeza. El artefacto explotó muy cerca, cubriéndole de esquirlas la espalda, y averiando su fusil. Luego sacó la pistola e hizo fuego contra un escalón británico que se aproximaba, pero a los pocos disparos se le trabó. Tomó entonces una granada y la tiró, pero por la conmoción sufrida no advirtió quitarle el seguro. En esos momentos un tiro le hizo impacto en su pantorrilla derecha. El teniente primero Gatti también había podido salir, llegando ileso a una zanja situada metros abajo de la casa, antes de alcanzar el arroyo Malo. Cerca de Vercesi, Gatti disparaba arrodillado, mientras veía cómo la munición enemiga levantaba el barro a su alrededor. Losito estaba herido. Al abandonar el edificio en medio del humo que lo envolvía y las balas que lo atravesaban, dirigiéndose por la cocina hacia el porche para alcanzar el arroyo, una granada había explotado contra la pared dos metros atrás, derribándolo ensordecido y lastimándolo en la cabeza. Sintió un golpe quemante y un fuerte ardor, pero seguía dueño de sus movimientos.

La sangre le caía detrás de la oreja y por la mejilla. Un grupo de cuatro ingleses ubicados a no más de veinte metros lo dieron por muerto y continuaron disparando sus lanzagranadas contra la casa sin prestarle más atención. Entonces Losito se levantó y medio agazapado vació contra ellos un cargador en automático. Un inglés cayó tocado en una pierna y el resto echó cuerpo a tierra. Luego emprendió la carrera hacia el arroyo, cambiando de posición y disparando a cada rato, perseguido por los proyectiles enemigos, esperando a cada instante un tiro en la espalda. Era su intención cruzar el curso de agua y trepar por la altura del frente.
Las tropas argentinas retroceden sobre el arroyo Malo 
 


La casa estaba ubicada en una hondonada, pero a unos cuantos metros antes de alcanzar el arroyo Malo, encontró la zanja y decidió ocuparla. Al darse vuelta para volver para hacer fuego, un impacto en su muslo derecho lo volteó de espaldas en la zanja. Herido dos veces, rodeado de enemigos que avanzaban haciendo fuego y sin posibilidad de reaccionar, se dio por muerto. Un soldado inglés se aproximaba gritando, pero rápidamente le hizo fuego y lo abatió. El sargento primero enfermero Pedroso y el sargento primero Helguero pudieron salir de la casa en llamas y abandonarla a través de una ventana, cayendo aturdidos por los estampidos y echando a correr.
A los quince metros, Helguero se desplomó, doblado por el dolor de su herida en el pecho. Medina se dio cuenta que quedaba solo y que el enemigo estrechaba el cerco. Con la protección que le brindaba el fuego que hacía el sargento primero Sbert, alcanzó la zanja donde sus compañeros estaban tirados y arrodillándose, comenzó a disparar. Los británicos se aproximaban a ellos, y estaban a cincuenta metros, cuando Medina pudo hacer impacto en un inglés, al cual siguió tirándole ya caído por ignorar si había muerto. De pronto sintió un golpe en su pierna izquierda, que no creyó herida por no sentir dolor, al tiempo que algunas granadas estallaban detrás de él, matando al abnegado Sbert, que lo estaba cubriendo. La onda expansiva de varias explosiones simultáneas lo había destrozado por concusión, dañando mortalmente sus órganos internos.
Retrocedió Medina y pudo derribar a otro soldado enemigo. Pero la patrulla de Comandos estaba completamente aferrada. Es indudable que la posición argentina pudo haber sido eliminada sin correr mayores riesgos, atacándola con cohetes y bombas desde el aire. Quizá el M. & A. W Cadre haya imaginado que luego de sus primeros disparos, los refugiados en Top Malo House se rendirían y que no saldrían a combatir afuera; pues lo cierto es que permitiéndoles abandonarla sin estar rodeada por completo, respondieron enérgicamente, haciéndoles fuego desde un flanco mientras avanzaban.
Los ingleses no imaginaban tan vigorosa resistencia ni las varias bajas que ocasionarían al equipo de Boswell. Ellos mismos caracterizaron la acción como “un combate fiero y breve''. Con todo, por más ardoroso que fuera su ánimo, la primera sección de la Compañía 602 no tenía escapatoria. Ignoraban la presencia de la patrulla del teniente Haddow, que permanecía al acecho detrás del arroyo, oculta en la elevación que lo dominaba. El teniente Daniel Martínez se había guarecido en el cobertizo del fondo, arrastrándose en dirección al agua en medio de los proyectiles que le pasaban por encima o pegaban cerca de él.
Las tropas se acercan con fuerte fuego cruzado 
 
 

Disparó contra un par de soldados que iban corriendo, obligándolos a tirarse al suelo, notando que los ingleses tenían dirigida su atención a la zanja cercana al arroyo donde sus compañeros, en línea, respondían al ataque. Mientras tanto, un británico salió velozmente del depósito de atrás, disparándole, pero Martínez le disparó una ráfaga de FAL haciéndolo caer a tres metros de distancia. El fragor del combate se aumentaba por el ruido de las municiones que explotaban dentro de la casa en llamas. Losito, caído sobre el extremo de lo precaria trinchera había podido observar cómo Medina se movía hacia Sbert al haber éste muerto, y sabiendo que él también iba a sucumbir, agazapado y dificultosamente reinició sus disparos.
A veinte metros por la derecha avanzaban dos ingleses a paso ligero, disparándole con sus pistolas ametralladoras. Losito derribó a uno de ellos. En la otra punta de la línea, Vercesi vio llegar al teniente primero Brun, cubierto de sangre de la cabeza a los pies, quien cayó a su lado. Detrás de los tiradores británicos que avanzaban en cadena, pudo distinguir que cerca de la casa, el sargento primero enfermero Pedroso, arrodillado para cubrir a Helguero, agitaba un trapo blanco indicando que allí había un herido y que no combatía. El jefe de la sección miró a Brun espectacularmente herido y sangrante y le dijo: “Esto no va más”... El oficial le respondió triste y concordantemente: “No, no va más”. Entonces el capitán levantó su fusil, ordenando cesar el combate. Con un setenta por ciento de bajas, no tenía sentido proseguir esa briosa resistencia; sólo quedaban ilesos él mismo, Gatti y los sargentos primeros Castillo y Pedroso.
El teniente primero Gatti lo imitó gritando: “¡Alto el Fuego!, ¡alto el fuego!” Miguel Ángel Castillo no se conformó, e instaba: “¡Todavía no se entregue, mi capitán!” No muy lejos, tirado en la zanja, Losito podía observar que continuaban rebotando impactos en torno a su compañero. Losito gritó desesperado: “¡Gatti, cúbrase; no se rindan, carajo, porque nos van a matar! ¡Mi teniente primero! -le contestaba aquél a Losito-, ¡no tire más que estamos totalmente rodeados! Pero éste no cejó. Dispuesto a morir peleando se preparó para disparar al otro soldado de la pareja que se le acercaba, pero ya no pudo hacerlo: la pérdida de sangre se lo impidió y se derrumbó de espaldas en la zanja. Plenamente consciente todavía, pudo ver que el enemigo se paraba con sus piernas abiertas sobre el borde apuntándole con su pistola ametralladora.
En un instante fugaz se encomendó a Dios, esperando morir rápido. Volvió a levantar los ojos y el inglés le intimó: “¡Up your hand!, ¡up your hand!” (Arriba las manos). Losito estaba muy débil y el inglés, advirtiéndolo, dejó su ametralladora, y quitándole el fusil, tomó al oficial por la chaquetilla para sacarlo, con palabras de aliento. “No problem. No problem, it’s the war” (No hay cuidado, es la guerra). Le hizo un torniquete en una pierna y le inyectó morfina con una jeringa descartable que sacó de su pecho, luego de lo cual le pintó una “M” en la frente. Enseguida pidió auxilio para transportarlo.
Sonaban todavía algunos disparos. Medina, sordo por las explosiones y atento sólo a su frente, mantenía el fuego, y Gatti, nuevamente le gritó: “¡Medina, Gordo! ¡Dejá de tirar que nos matan a todos!”. Cuando el suboficial levantaba sus manos, volvió a ser alcanzado en el muslo de la misma pierna izquierda por una granada, que le produjo una herida impresionante. Se acercó el cabo primero Valdivieso para ayudarlo pero fue también alcanzado, cayendo al suelo. El fuego cesó bruscamente, por ambos lados.
Miguel Ángel Castillo no quiso correr riesgos: "Yo me quedé tirado", relató, "pensé que si me paraba me iban a poner fuera de combate, así que me quedé en el suelo con el fusil al costado, hasta que llegaron dos tipos a mi lado: apartaron con su pie el fusil, me apuntaron, y por señas me indicaron que me levantara''. Todos los británicos avanzaron para tomarlos. Cada uno de los argentinos permaneció en el lugar en que se hallaba y los hombres de Boswell se apoderaron de su armamento y les hicieron quitar el correaje. Se oían quejidos y órdenes en inglés. ¡Finish the war!, (terminen la guerra), repetía el jefe británico para abortar cualquier reacción desesperada, aunque el estado de los Comandos argentinos tornaba ilusoria cualquier otra medida. A la distancia, Top Malo House terminaba de arder. Al concluir el combate, desde el otro lado del arroyo apareció otra patrulla británica, que corriendo y gritando, abrazó a los vencedores. La patrulla de Haddow, que había observado todo el combate, avanzó agitando una bandera británica como una señal para ser reconocida.
Los británicos ataron las manos de sus prisioneros mientras los revisaban, y luego volvieron a soltarlos, indicándoles que recogieran a sus heridos y muertos. Ellos también comenzaron a atender a los de uno y otro lado, juntando las armas y correajes de aquellos; algunos mantenían apuntados a los Comandos ilesos. El capitán Boswell, con una libreta en la mano, pasaba lista a voces para conocer sus bajas. Éstas eran relativamente numerosas, dada la iniciativa del ataque y el armamento usado: 5 muertos y ocho heridos. Algunos hombres lloraban en torno a un cadáver que posiblemente fuera del segundo jefe del M. & A. W. Cadre.
Flanqueo de las tropas británicas y rendición de las tropas argentinas 


Los Comandos argentinos que estaban en mejor estado se dirigieron a ayudar a sus compañeros. Vercesi pasó junto a un herido inglés muy pálido, alcanzado en el pecho, que se hallaba tirado en el suelo apoyado en el regazo de un camarada, quien lo saludó murmurando: ¡Friends, friends! (Amigos). Los que aparentaban estar más graves eran los tenientes primeros Brun y Losito, completamente cubiertos de sangre; el teniente Daniel Martínez fue interrogado para saber si había sido tocado: “No problem”, contestó, ignorante del balazo que había recibido en un pie. En un grupo estaban reunidos Medina, Valdivieso y algo alejado, Losito.
Se le acercó Pedroso quien se había hecho reconocer como enfermero, con su brazalete de la Cruz Roja. Acompañado de su custodio, y controlando el pulso de Omar Medina, le dijo: “Quedate tranquilo; no tengo nada para darte ahora; esto está coagulando bien. Acordate de soltar el torniquete para que circule la sangre.” Al suboficial lo había vendado un inglés. Otro que se aproximó comenzó a tratarlo con un paquete de curaciones; la hemorragia hizo que el sargento primero se desmayara por un momento. Recuperado de a poco, fue el teniente Martínez para cargarlo: “¡Cómo pesás!” “A mi no me pasó nada”, le explicó, desconociendo aún haber sido también herido. Pero al llegar al lugar de reunión, Martínez sintió un dolor como una torcedura; asombrado, hizo un movimiento y pudo ver que le salían borbotones de sangre. Se quitó el borceguí y la media y comprobó que había sido alcanzado en el talón por una bala de fusil M-16, sin orificio de salida. Uno de los militares británicos comenzó a hablarle y Pedroso le tradujo: “Dice que te tapes para que no se enfríe, porque te va a doler. Daniel Martínez volvió a calzarse, ató bien su borceguí y se hizo un torniquete, sintiendo efectivamente mucho dolor", y pasó a ser un herido más.
El suboficial enfermero tuvo una lucida actuación. Prácticamente sin elementos, trató de estabilizar y contener las hemorragias y de calmar a sus compatriotas. Losito comenzó a temblar por la pérdida de mucha sangre y por estar muy mojado. Entonces, Pedroso le sacó el gabán de duvet al pobre Sbert y se lo puso a Losito. Luego, se sentó en la nieve y lo puso sobre su regazo, abrazándolo para darle un poco de calor. Igual procedimiento empleó el teniente primero Gatti con el sargento primero Medina. Los prisioneros, heridos e ilesos, fueron retenidos a un costado de la casa incendiada, hasta que los helicópteros vinieron a llevarlos.
Al teniente primero Brun lo animó el ver a Losito vivo, quien, agotado, débil y dolorido, lo alentó: “Tranquilo, Cachorro, no más”. El médico británico revisó a todos, marcando con una “M” sobre la frente de los inyectados con morfina. La pierna de Medina, desgarrada y con una fractura expuesta, presentaba mal aspecto; Helguero estaba muy preocupado por su herida sobre el corazón, porque ignoraba su profundidad.
Vercesi se notaba sumamente afectado: pidió ir por el cuerpo de Espinosa pero el capitán inglés meneó su cabeza y le dijo que era inútil. El final del abnegado teniente conmovía a todos. Mirando la casa que terminaba de quemarse, Brun murmuró: “Espinosa está ahí adentro...” Luego, la morfina y la solícita atención médica británica, los calmaron, y entonces, agobiados, comenzaron a observar más detenidamente a sus vencedores, pintarrajeados sus rostros y tocados con boinas verdes...
Pero de quienes habían quedado ilesos, tal vez quien más se mostraba mortificado, era el capitán Vercesi. Además de la negativa recibida de ir a buscar a Espinosa, conmovido, con dolor y angustia, agachado al lado del cadáver de su sargento primero Sbert, le decía: “¡Qué me has hecho, Turco!”…
El resto de esta historia es más o menos conocida por los tantos combatientes, que habiendo sido tomados prisioneros de guerra, pasaron por la dura espera de los interrogatorios de las fuerzas inglesas, que no obstante, demostraron una actitud general sumamente profesional.

Atrás, el servicio de sanidad británico, había atendido y evacuado a los heridos, mientras que los cadáveres de los caídos, fueron rápidamente reunidos y llevados a enterrar. Las formas en que esto sucedió, escapan del conocimiento preciso de los integrantes de la Sección de Comandos argentinos. El cuerpo de Espinosa no pudo ser recuperado porque no quedaba absolutamente nada de él. Terminado el proceso de interrogatorio como Prisionero de Guerra hecho a Vercesi, lo fueron a buscar para ir a sepultar a Sbert en el exterior de un edificio que había sido alguna vez un frigorífico, en cuyas adyacencias ya había algunas cruces.
Al Tano lo acompañaron otros camaradas cuyos nombres no recuerda, y con los ojos fijos en la bolsa que contenía el cuerpo del camarada fallecido, se desplazaron transportándolo hasta el lugar de entierro. Con rendición de honores póstumos por parte de los británicos, lo sepultaron en silencio en un sector donde ya había otras cruces. El dolor moral de José Vercesi era insoportable. Él, que había elegido especialmente a Mateo Sbert, y a Ernesto Espinosa los había conducido a la muerte, sin mencionar las otras bajas que por graves heridas había tenido en su sección. 
En resumen, el tiroteo se prolongó durante unos cuarenta y cinco minutos. [6] Con la munición agotándose y la mayor parte de la patrulla murieron o resultaron heridos el capitán Vercesi eligió  entregarse. El teniente Espinosa y el sargento Sbert se adjudicaron la Medalla póstuma Cruz de la Nación Argentina al Valor Heroico en Combate por esta acción. 

Secuelas 
Dos argentinos murieron, [7] y seis resultaron heridas a otros cuatro fueron tomado prisioneros, [8] con tres de las fuerzas británicas de haber sido heridos [7] Después de que el comentario fue la batalla el capitán Boswell al Comandante argentino:. "Nunca en una casa. ..". 



 

Desconocido para los británicos el asalto entero había sido observado por los miembros de la Red de Observadores del Aire o ROA (equipos de observación terrestre avanzados de la Fuerza Aérea Argentina) en la Malo Hill y Monte Simon. De hecho, una patrulla de cuatro hombres al mando del teniente Hadow vió la acción desde una posición cercana justo al otro lado del río Malo. R.O.A. catorce personal de estos puestos se rindió a 3 Para el día siguiente. 

 


Restos de la casa de Top Malo, tumba del Tte. Espinosa


Notas 
1. RAF personal de 2004. 
2. Spírit y Carter de 2009. 
3. Losito 2006  
4. Bilton 1989, p. 195. 
5. Thompson, 1985, p. 96. 
6. Arostegui 1997, p. 205. 
7. a, b Freedman 2005, p. 587. 
8. Ruiz Moreno 1986, pp 253-271. 


Referencias 
-Aróstegui, Martin (año?). Twilight Warriors. ISBN ????. 
-Bilton, Michael; Kosminsky, Peter (año?). Hablando. ISBN ????. 
-Freedman, Lawrence (2005). La historia oficial de la Campaña de las Malvinas: La guerra y la diplomacia. Funcionario del gobierno historia de la serie,. 2,. Routledge. ISBN 9780714652078. 
-Losito, Horacio (2006). Biblioteca Soldados. ed. Asi peleamos, Malvinas: -Testimonios de veteranos del Ejército. Argentina. ISBN ????. 
-RAF personal (1 de octubre de 2004), Las Islas Malvinas, una historia del conflicto de 1982, las batallas de la guerra de las Malvinas: Las acciones, las pérdidas y los movimientos en tierra y mar - 21 mayo a 11 junio 1982, las Islas Malvinas. Una historia de la guerra de 1982, el sitio web de la Royal Air Force, recuperado 10 de noviembre 2007 
-Ruiz Moreno, I.J. (1986). Comandos en acción: El Ejército en Malvinas. Buenos Aires: Emecé ed .. ISBN 950-742-976-X. 
-Spirit, Paul Martin James, Carter, David (2009), la montaña y los cuadros del Ártico guerra: La Batalla por la de la Casa Malo, las guerras pequeñas de Gran Bretaña, recuperado 10 de noviembre 2007 
-Thompson, Julian No Picnic: 3 Commando Brigade in the Falklands, 200pp, Pen & Sword


Wikipedia
Fuente 2


viernes, 14 de abril de 2017

Empresa singapuresa propone mortero para el Guaraní brasileño

ST Kinetics propone su sistema SRAMS de 120 mm para la variante de portamortero del APC Guaraní del ejército brasileño
Army Recognition



La propuesta de ST Kinetics para la futura variante de portador de mortero del vehículo blindado Guarani del ejército brasileño

A medida que el Ejército brasileño comenzó a recibir sus primeros lotes de vehículos blindados VBTP-MR Guaraní 6x6, las compañías de defensa ya están observando futuras variantes. Entre otros está la versión portadora de mortero, para la cual la compañía con sede en Singapur ST Kinetics está proponiendo su Sistema de Mortero Super Avanzado de 120 mm.

La SRAMS de 120 mm de ST Kinetics logra la máxima tasa de disparo continuo de hasta 18 rondas por minuto y es también el único sistema en el mundo con un retroceso de menos de 20 toneladas, permitiendo operaciones incluso desde un vehículo de 4 x 4 ruedas.

Singapore Technologies Kinetics (ST Kinetics) ha desarrollado el primer sistema de mortero avanzado super rápido de 120 mm (120 SRAMS) que es capaz de alcanzar la tasa de disparo continuo más alta de hasta 18 rondas por minuto. Este avanzado sistema de armas, tecnológicamente avanzado, ha sido desarrollado específicamente para los requerimientos de alcance rápido y cercano del campo de batalla.

Con las nuevas características innovadoras que están patentadas, el SRAMS 120 proporciona un efecto multiplicador en las operaciones que tienen que equipar baterías de mortero actuales con menos sistemas de armas para producir la misma cantidad de letalidad.

En comparación con los sistemas de mortero existentes que sólo pueden disparar hasta seis rondas por minuto, la SRAMS de ST Kinetics '120 logra una alta tasa sostenida de fuego con su sistema de transferencia de municiones semiautomático y un sistema patentado de válvulas en el mecanismo de culata. Esto proporciona una ventilación eficaz para el aire atrapado, dando lugar a una "caída libre" de la bomba en el cañón. Esto reduce notablemente el recorrido en el ánima del proyectil, lo que le permite alcanzar la máxima tasa de disparo continuo de hasta 18 rondas por minuto.

Otra característica de la SRAMS de ST Kinetics es su sistema de refrigeración patentado, que reduce la acumulación de temperatura, permitiendo así la cocción continua a una velocidad máxima.

jueves, 13 de abril de 2017

Arma civil: Rifle Kel-tec SU-16 (EE.UU.)

Rifle Kel-tec SU-16 (EE.UU.) 



Rifle Kel-tec SU-16A en varias configuraciones. 


Rifle Kel-tecSU-16B en varias configuraciones. 


Rifle Kel-tec SU-16C en varias configuraciones, tenga en cuenta que a diferencia de predecesores que pueden ser despedidos con la culata plegada. 


Rifles Kel-tec SU-16D de cañón corto, con barriles de 10 - y 16 pulgadas


El rifle SU-16 (SU es la sigla de utilitario deportivo) fue introducido por la empresa estadounidense Kel-Tec Inc Industries CNC en el año 2003, y hoy está disponible en varias versiones. Desde el inicio esta arma fue diseñada alrededor de la carabina para civiles que pudieran necesitar de un arma relativamente compacta y potente para la caza menor y autodefensa. Este rifle/carabina también se puede utilizar como un arma de supervivencia para turistas, mochileros, pilotos y cualquier otra persona que podría encontrar a sí mismo en una variedad de situacines 'hostiles'. También se puede utilizar para la práctica, plinking o incluso como arma de la policía. El rifle SU-16 tiene dos importantes características que lo distinguen de otros rifles semiautomáticos de 5,56 mm/0,223 -su capacidad de plegado y el peso ligero. A tamaño completo Kel-tec SU-16A rifle se puede plegar fácilmente al paquete de sólo 67 cm de largo, que cabe fácilmente en la mochila o en el maletero del automóvil. Los rifles SU-16A y SU-16B más compacto también tienen compartimientos especiales de almacenamiento de culata que se llevará a cabo dos cargadores de repuesto a 10 o 20 tiros - o un cargador de 30 tiros, que es una buena característica para el arma de errores de salida / de supervivencia. Los rifles SU-16C y SU-16D se orientan más hacia la defensa "activa" o el uso de la policía, como los que pueden ser disparados con la culata plegada, por otro lado, SU-16D tiene barriles muy cortos (2 versiones), lo que hace buena para CQB/arma de la policía urbana o de las fuerzas de seguridad. Cabe señalar que la circulación de civiles de tales armas de cañón corto, puede ser limitada estatutos, por ejemplo, en EE.UU., con rifles de barriles menos de 16 pulgadas / 406 mm están sujetas a registro y de la aprobación para su compra en virtud del reglamento BATF (Arma Clase III - Rifle de cañón corto).


 


Según la información disponible, los rifles Kel-tec SU-16 ofrecen una precisión adecuada en todos los rangos de prácticas (hasta 200-300 metros), y el factor más limitante en la precisión es que las miras de fábrica son muy básicas en el diseño. Sin embargo, cada rifle SU-16 se suministra con el carril Picatinnystyle integral en la parte superior del receptor, y por lo tanto, pueden beneficiarse de la instalación del telescopios de bajo aumento o miras de punto rojo. La fiabilidad es también muy adecuado para todos los fines previstos.
Los rifles Kel-tec SU-16 son operados por gas, semi-automáticos, que utilizan bien probado sistema de 
pistón de gas de larga carrera, localizado sobre el cañón. El bloqueo del barril se logra mediante un tornillo rotativo multi-terminal que compromete a la prolongación del cañón, lo que alivia al receptor de polímero de la mayoría de la tensión. La maneta de apertura se une a la del cerrojo, intercambia cuando el arma se dispara y por lo tanto puede ser utilizado como delantero ayudar en el caso poco probable de que los problemas de alimentación. Todos los rifles Kel-tec SU-16 usan cargadores compatibles con AR-15/M16, los cuales están disponibles en EE.UU.. No hay dispositivo para mantener abierto el cerrojo en el rifle SU-16. El manual de seguridad es condicional, el perno es tipo botón y se encuentra por encima del protector del gatillo, pero puede ser fácilmente adaptado tanto para usuarios diestros o la izquierda. La característica clave de los rifles Kel-tec SU-16 es el "punto de apertura" en el diseño de la pistola, con la unidad de disparo/culata está articulada con el receptor detrás de la vivienda la revista. En la posición "listo para disparar" la unidad de posición de disparo está rígidamente lugar al receptor del pin de cruz, que se puede quitar para el plegado o el desmontaje, presionando con la punta de una bala o cualquier otro objeto puntiagudo. Los rifles SU-16A y SU-16B tienen culatas integradas en la unidad de disparo y por lo tanto no puede disparar cuando se doblan. Los rifles SU-16D y SU 16C se les han separado en culatas plegables que no interfieran con las operaciones de rifle cuando está plegada. Las culatas del Kel-tec SU-16A y SU-16B son huecos en la parte inferior, y puede almacenar dos cargadores de 10 tiros, uno de 20 - o uno de 30 tiros. Las culatas del SU-16C y D no tienen tales compartimientos. Además, los antebrazos de los rifles Kel-tec SU-16A, SU-16B y SU-16C están diseñadas para desplegarse en un bípode integral, lo que podría ser útil para disparar a rangos mayores en el campo, especialmente cuando se utiliza una mira telescópica. Los antebrazos de las carabinas Kel-tec SU-16D son cortas y de diseño sólido. Las miras de serie incluyen un punto de mira ajustable, instalados sobre el barril (SU-16A y B) o en bloque de gas (SU-16C y D), y no ajustable extraíble de dioptrías tipo de alza, que se instala en carril Picatinny integral.

World-Guns


miércoles, 12 de abril de 2017

Furtividad en la guerra terrestre: Patrón Multicam


El patrón de camuflaje MultiCam 
El patrón de camuflaje MultiCam fue un desarrollo de los Crye Associates en conjunto con el Ejército de EE.UU. y vizava reemplazar el patrón de camuflaje Woodland (para entornos de bosque) y tres patrones Desierto Color (por el desierto y zonas áridas), pero el patrón sólo MultiCam perdiendo la competencia por el patrón ACU utiliza actualmente en el Ejército de EE.UU.. 

La MultiCam es utilizada por las pruebas de unidad en el ejército de EE.UU. y la versión Gen2, según informó la Marina, Blog Forte Developer, que está considerando su uso como estándar. La MultiCam sigue siendo también utilizado por el PJ USAF (Jumper Paracaidista), CCT (Equipo de Combate de Control) y es ampliamente utilizado por los usuarios de PMC y el hogar que participan en juegos de guerra y MilSim (Airsoft y Paintball Escenario) por su fácil adaptación a diferentes entornos . 

 
 
 
 
 
 

Forças Terrestres

martes, 11 de abril de 2017

IFV: M113 en Corea del Sur

Las (excelentes) versiones coreanas del M113 


VEHÍCULO KIFV/K200A1, estándar con ametralladora de calibre .50 y combinación de ametralladoras de 7.62cmm. 




Armored Recovery Vehicle



VEHÍCULO CON TORRETA KAFV25, 25 mm (Torreta con cañón automático Oerlikon Contraves de 25 mm KBA) El KAFV 25 es un vehículo blindado todo tiempo de combate que provee de formidable fuego contra tanques ligeros y bunkers enemigos. Es equipado con un sistema de estabilización que le permite disparar en movimiento. (El ejército de CdS no ordenó este modelo). 

 

VEHÍCULO CON TORRETA KAFV30A, 30 mm (Torreta Boeing M230) El KAFV 30A está equipado con cañón de cadena 30 mm (30 mm x 113) que puede disparar 200 tiros por minuto y una ametralladora de 7.62 mm como armamento secundario. Con su estructura compacta, es operado por una persona, y es capaz para disparar en movimiento y de noche. 

 

VEHÍCULO CON TORRETA KAFV30M, 30 mm (Torreta Mauser MK-30) El KAFV 30M está equipado con un cañón en cadena de 30 mm (30 mm x 173) que puede disparar 800 tiros por minuto y una ametralladora de 7.62 mm MG3A1 como armamento secundario. El poder balístico puede penetrar acero RHA de 50 mm de espesor a 2 km de distancia, y tiene la opción de visión nocturna. 

 

VEHÍCULO DE TORRETA LANZAGRANADAS KAFV40/50, 40 mm El KAFV 40/50 fue desarrollado indígenamente por Daewoo, y tiene un lanzagranadas de 40 mm y una ametralladora .50 para mejorar el poder de fuego del vehículo básico. Con un peso total de combate de 13.9 tons incluyendo el sistema de torreta, corre una velocidad de 70 km/h. 

 

VEHÍCULO DE TORRETA KAFV90, 90 mm El vehículo de torreta de 90 mm fue diseñado para proveer de un formidable poder antitanque para proteger a las tropas de unidades de fuerzas mecanizadas. Para ejecutar su misión eficientemente en el combate moderno, puede ser transportado por aire abordo de un avión C-130. 



VEHÍCULO DE DEFENSA AÉREA K263A1, 20mm Equipado con un cañón de 20mm Vulcan y un radar de control de tiro, esencialmente una versión del M163 americano. Puede ser usado para defensa antiaérea o como fuego de supresión.




lunes, 10 de abril de 2017

Rifle de francotirador: VSV-338 (Rusia)



Rifle de francotirador VSV-338 (Rusia)




Calibre .338 Lapua Magnum
Acción Accionamiento manual de pernos
Longitud total 1100 mm
Longitud del cañón ?
Peso, vacío, sin alcance y supresor 5,5 kg
Capacidad del cargador 5 tiros

El VSV-338 de 8.6mm es un nuevo fusil de francotirador de largo alcance desarrollado por "Kalashnikov" preocupación por las aplicaciones militares y de aplicación de la ley especiales. Cámara de la potente munición .338 Lapua Magnum, este rifle puede efectivamente comprometer objetivos individuales en rangos de hasta 1 500 metros. Con munición de grado o francotirador este rifle ofrece precisión de 1 minuto de ángulo (MOA) o mejor.



El VSV-338 es un rifle de acción de cerrojo rotatorio de accionamiento manual. Tiene perno con tres lengüetas radiales frontales que se cierran directamente en la extensión del barril. El barril es extraíble y puede ser reemplazado por el armador del operador o de la unidad con el uso mínimo de herramientas. El rifle está construido sobre una base modular de aleación de aluminio con culata de plegado lateral y ajustable al hombro y agarramanos Key-MOD.



La unidad del disparador es completamente ajustable para el cachete, la posición y el take-up. La seguridad manual bloquea el gatillo, el gusano y el perno cuando se enganchan.
El rifle se alimenta usando compartimientos de caja desmontables. El equipo de observación se puede instalar utilizando el riel Picatinny integrado en la parte superior del receptor. El barril se equipa del freno del bozal de la eficacia alta. Los accesorios estándar incluyen bipode desmontable y un supresor de sonido que se puede instalar sobre el freno de boca.

World Guns

domingo, 9 de abril de 2017

Ejército Argentino: Batallón de Ingenieros 9

Batallón de Ingenieros 9

 

B Ing 9

Nombre del Jefe
TCNL ING SILVIO CARLOS ALBERTO SORIA
Direccion Postal:
Ruta Nac. 40 s/n - 9030 RIO MAYO (Chubut)
Telefono:
(02903) 4420148
E-mail:
bingnueve@hotmail.com
Website
BATALLÓN DE INGENIEROS 9 --- B Ing 9



Trataremos en esta ocasión el caso de una muy joven unidad del arma de Ingenieros. Sin embargo, veremos que tal juventud es sólo aparente, ya que buceando en su historia, descubriremos detalles poco conocidos y una veteranía acrisolada en el conflicto por la recuperación de nuestras Islas Malvinas. 
La Superior Resolución que le dio vida, data de fines de 1992, dentro de un conjunto importante de acciones reorganizativas que sufriera el Ejército por entonces. Su asiento es la Guarnición de Río Mayo, provincia de Chubut, en una desolada región, en la que la población militar, supera a la civil. 

 
Depende orgánicamente, de la Brigada Mecanizada IX, con asiento en Comodoro Rivadavia. Pero vayamos a su genealogía, para descubrir la larga trayectoria patagónica del arma de Ingenieros y particularmente, en esta localidad: 
El 2 de enero de 1979, se creó en el pueblo de Sarmiento, al centro de la provincia de Chubut, la Compañía de Ingenieros 9, compartiendo cuarteles con el Regimiento de Infantería 25 y el Grupo de Artillería 9, elementos orgánicos todos de la por entonces Brigada de Infantería IX. 
Durante largos años, esta Subunidad Independiente se dedicaría a su actividad específica, instruyendo en condiciones climáticas muy particulares a sus cuadros y tropa, a la vez que apoyando a la población, particularmente durante la época invernal. 

Tres años más tarde, con todo su personal de cuadros y tropa y completada su dotación original con el refuerzo de personal movilizado, concurrió con la totalidad de sus medios a participar en el conflicto librado con el Reino Unido de Gran Bretaña, por la recuperación de las Islas Malvinas. 
En la turba malvinera acrisoló las duras lecciones del sacrificado trabajo de los Ingenieros en tan particulares condiciones geográficas, topográficas y meteorológicas. Su desempeño fue brillante y atesorando esa experiencia en la mochila de la memoria, regresó, finalizada la guerra a sus cuarteles para continuar con su rutina de siempre. Poco tiempo más tarde, al adquirir la Gran Unidad de Combate a la que apoyaba, el carácter de Mecanizada, pasó a denominarse Compañía de Ingenieros Mecanizada 9, sin que se llegara a recibir el material blindado y mecanizado que se esperaba. 

En 1992, se resolvió que los elementos de Ingenieros puestos en apoyo de las Grandes Unidades de Combate, debían poseer la magnitud de Batallón. De tal forma, la Compañía serviría de núcleo a la creación del futuro Batallón de Ingenieros 9, debiéndose entender en consecuencia que más allá de existir una fecha de creación del Batallón en 1992, sus orígenes se remontan a los de la Compañía 9 que le sirviera de núcleo. Para la misma época y con el mismo objeto, la compañía de Ingenieros Mecanizada 11, con asiento en Río Gallegos, al disolverse, transfirió gran parte de su personal y materiales a la Compañía 9, para estar en condiciones de conformar el nuevo Batallón. 
Al año siguiente, completados sus cuadros de organización y equipo, se abandonaron los viejos y queridos cuarteles de Sarmiento, para marchar a ocupar los que dejara el disuelto Regimiento de Infantería 37, en Río Mayo, localidad ubicada en la misma línea que Sarmiento hacia el oeste y recostada en los faldeos de la Cordillera. 
Organizada la unidad, cumpliendo con el perfil característico del arma, renovó y reacondicionó los cuarteles que ocupara, adaptándolos a las necesidades de la guarda y conservación de sus numerosos vehículos y voluminosos equipamientos. 
Desde su ubicación en esta guarnición y hasta nuestros días, ha cumplido holgadamente con sus funciones características, colaborando en forma permanente con los pobladores aislados y en todo tipo de actividades de acción cívica, sin que por ello merme el clásico espíritu de trabajo de los zapadores en la siempre silenciosa y eficiente preparación de su personal para defender la paz. 


Reseña Histórica 
Por superior resolución inserta en BCE el Jefe del Estado Mayor del Ejército Tte Grl D Martín Antonio Balza creó a partir del 01 de Enero de 1993, el Batallón de Ingenieros 9 por la fusión de la compañía de Ingenieros 9 y la Compañía de Ingenieros Mecanizada 11. En el proceso de reestructuración integral en que se encontraba abocado al Ejército Argentino, los estudios realizados, indicaron como conveniente optimizar el empleo de los recursos humanos, materiales y financieros disponibles. 

El Batallón de Ingenieros 9 como testimonio de su herencia, mantiene en custodia las banderas de las dos compañías que le dieron origen. 

Esta Unidad tiene su asiento de paz en las instalaciones que ocupaba el Regimiento de Infantería 37 y el Escuadrón de Exploración de Caballería 9, en la localidad de Río Mayo, provincia del Chubut. Esta localidad posee aproximadamente 3000 habitantes y su principal actividad económica consiste en la explotación de ganado ovino. Está ubicada a 300 km. al E de la ciudad de Comodoro Rivadavia, a 100 km. al O del límite internacional con Chile y a unos 30 km. al N del límite con la provincia de Santa Cruz. 

El Batallón de Ingenieros 9 recibe su tradición como veterana de la Guerra por las Islas Malvinas merced a la participación que tuvo en el mencionado conflicto la Compañía de Ingenieros 9. Sus integrantes, veteranos o no, portan con orgullo el legado de quienes participaron de aquella Gesta. 

Desde su creación, esta Unidad cumple con su misión como elemento de apoyo de combate de la Brigada Mecanizada IX, que posee su asiento en la ciudad de Comodoro Rivadavia, realizando en el marco de la misma todas sus actividades operacionales y ejercitaciones en el terreno como parte de la preparación para su empleo. 

La Unidad cuenta actualmente con diversos materiales entre los que se destacan numerosas máquinas viales, Pte de Vanguardia Krupp, Pte Bailey y demás equipos y materiales de ingenieros con los que el personal se instruye a diario para llevar a cabo eficientemente su tarea de apoyo. 

Los cuadros de la Unidad han participado y participan en OOMMP como la que se cumplió en Croacia o las que actualmente se cumplen en: Chipre y Kuwait entre otras. Finalmente en el corriente año parte de su personal ha iniciado su participación en la misión militar destacada en Kosovo. 

Ha llevado a cabo, además, numerosas actividades de apoyo a la comunidad, participando entre otras acciones en las tareas de ensanchamiento del Río Mayo y en la construcción de las defensas del mismo durante 1998 y 1999, lo que evitó la inundación de la localidad durante las crecidas del mencionado río en 2000, proporcionó su apoyo para combatir los incendios forestales en la zona de Lago Fontana, en 1999 y finalmente, durante los temporales de nieve que azotaron a la región, durante el corriente año, participó reiteradamente con su personal y medios en el rescate de personas aisladas y el despejamiento de nieve en caminos requeridos para evacuaciones de emergencia o para permitir el rescate de vehículos particulares y de transporte público hacia centros poblados. 

Desde su creación ha realizado una forestación de considerable envergadura en la Guarnición y el personal realiza un esfuerzo permanente para asegurar el crecimiento y desarrollo de las especies plantadas, entre las cuales se encuentran más de diez mil podos de sauces y álamos y unos mil seiscientos ejemplares de pino “Radiata”, en el perímetro de la unidad y el Barrio Militar. El riego, que constituye un importante reto se realiza, según el terreno lo permite, por inundación de surcos, pero principalmente por sistema de goteo. Esta actividad contribuye no solo a mejorar la calidad de vida del personal y sus familias sino también a incrementar la vegetación en una región que se caracteriza por su aridez.



Misión

Apoyar a la gran Unidad de Combate en el desarrollo de las operaciones tácticas que esta ejecute a fin de contribuir al cumplimiento de su misión.

SUBSIDARIAMENTE: 
- Contribuir con su personal para integrar OOMMP.
- Brindar apoyo a la Comunidad.
- Contribuir a la preservación del medio ambiente en la zona.

EVENTUALMENTE:
- Prestar apoyo logístico en la lucha contra el Narcoterrorismo.
- Contribuir al sostenimiento de la Actividad Antártica.

Equipamiento
-Puente Bailey
-Potabilizadora modelo FOI
-Camiones Mercedes-Benz
-Lanzallamas T-148A1
-Máquinas viales
-Botes neumáticos



Actividades operacionales






 

 
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