lunes, 8 de octubre de 2018

GCE: Tanque ligero Panzer I

Tanque ligero Panzer I



www.wargamer.com


El Panzer I fué el primer diseño de tanque alemán tras la derrota sufrida en la Gran Guerra. Fue en el año 1932 cuando se pidió a las industrias alemanes que creasen un tanque ligero de 5 toneladas, al año siguiente la empresa Krupp se hizo con el contrato, para ello se utilizaron chasis de la tanqueta británica Carden Loyd Mk IV, dado que Alemania tenia prohibida la fabricación de carros de combate por el Tratado de Versalles, se compraron dos unidades a la Unión Soviética, estos primeros modelos se disfrazaron bajo nombres de tractores para la agricultura.


Revista Espanola de Historia Militar


Los primero Panzer I, estaban diseñados como tanques ligeros de reconocimiento y para tareas de apoyo a la infantería, también formo una parte muy importante entrenando a los nuevos carristas del ejercito alemán, ya que hasta entonces solo podían hacerlo mediante tanques de cartón piedra sobre ruedas de bicicleta.

Para el inicio de la Segunda Guerra Mundial, el Panzer I tomo parte en las batallas iniciales, Polonia, Francia, Dinamarca y Noruega, ya que los Panzer III aun no estaban listos en numero suficiente, en cuanto fue posible se vio sustituido por sus hermanos mayores, relegándolo a un segundo puesto, de todas formas los chasis fueron aprovechados para otros propósitos, como transportes, o para entrenamiento.


Revista Espanola de Historia Militar


Aunque sufrió muchas mejoras en sus futuras versiones, el Panzer I resulto ser un tanque mas bien modesto, era útil en apoyo de la infantería, y como reconocimiento, pero en cuanto se enfrentaba a otros tanques, no tenia protección ni potencia de fuego para hacerles frente.
La ultima versión fue la Ausf F, se aumento considerablemente el blindaje, haciéndolo invulnerable a la mayoría de las armas anticarro de la época, pero sus 21 toneladas lo hacían lento y torpe. Estaba armado con dos MG-34. A finales del 42 se construyeron las ultimas unidades de la versión F, sirviendo la mayoria en el Frente Este.

En la Guerra Civil Española

En Septiembre de 1936 llegaban los primeros tanques alemanes Panzer I-A, apodados "negrillo" , estos tanques fueron probados en el campo de batalla por tripulaciones generalmente mixtas de españoles y alemanes. En total fueron adquiridas 180 unidades por el bando nacional en sus dos versiones A y B, aunque este carro tomo parte en varias batallas satisfactoriamente. Mas adelante sufrió un serio revés al encontrarse con los tanques republicanos T-26 de fabricación rusa, la falta de cañón por parte del Panzer fue sustituida por incursiones de la Legión Cóndor sobre los T-26 republicanos, sabedores de la ventaja del cañón que estos tenían sobre los Panzer. Mas tarde parte de la Guerra Relámpago en Polonia y Francia con excelentes resultados.


Negrillos nacionales en la Plaza Bergara de Bilbao.



Origen: Alemania
Fabricación: De 1934 al 39.
Unidades: 180 adquiridos en España, 1900 en total.
Peso: 6,4 t.
Largo: 4,48 m.
Ancho: 2,06 m.
Alto: 1,76 m.
Motor: NL 38 Maybach de 6 cilindros en línea, refrigerado por agua, 100cv a 3000rpm.
Velocidad máxima en carretera: 40 km/h
Pendiente superable: 57%
Foso superable: 1,40 m.
Vadeo máximo 0,59 m.
Autonomía: 168 km. en carretera y 113 km campo a través.
Armamento: 2 ametralladoras MG-13, calibre 7,92
Blindaje: máximo de 13 mm.
Tripulación: 2, conductor y jefe-tirador.

Otros nombres y designaciones:
Panzerkampfwagen I, PzKpfw I, Sonderkraftfahrzeug 101, o SdKfz 101.


Foto: PzkpfwI
Fuente: http://military.sakura.ne.jp



domingo, 7 de octubre de 2018

Armas de fuego: Arcabuz

Arcabuz




Arcabuz en un museo.

El arcabuz es una antigua arma de fuego de avancarga, antecesor del mosquete. Su uso estuvo extendido en la infantería europea de los siglos XV al XVII. A pesar de su longitud, el disparo era de corto alcance (apenas unos 50 metros efectivos), pero letal; a esa distancia podía perforar armaduras. Era fácil de manejar y desplazó rápidamente el uso de la ballesta, que desapareció a mediados del siglo XVI. Requería mucha menos destreza para manejarlo con eficacia. Aunque el empleo del arcabuz estaba difundido antes de la invención del mosquete (su evolución), fue contemporáneo y rival en uso de esa segunda arma, la cual le desplazó lentamente, desapareciendo casi por completo en el siglo XVIII.


Historia

El primer uso a gran escala del arcabuz en un ejército europeo tuvo lugar en Hungría, bajo el reinado del rey Matías Corvino. Después de la caída de Constantinopla (1453), el rey Corvino, preocupado por la presión que pudieran ejercer los turcos otomanos, reunió en torno suyo a lo mejor que las diferentes tropas de mercenarios europeos pudieran ofrecer, ya fuera en referencia tanto a las tácticas de guerra como al nuevo armamento militar. Si bien el uso del arcabuz en las batallas a campo abierto no fue decisivo sino hasta finales del siglo XV e inicios del XVI, Corvino supo reconocer, al igual que los generales chinos de la Dinastía Ming, la importancia del uso masivo del arcabuz, lo que se refleja en el número de arcabuceros reclutados (1 de cada 4 soldados).

No se sabe con seguridad si los primeros modelos de arcabuces provienen de España o de Alemania. No obstante, se sabe que en la década de 1420, en las guerras husitas (1419-1434), los rebeldes emplearon armas portátiles de fuego que al parecer eran unos primitivos arcabuces.

Lo que es un hecho es que ya en el siglo XVI el uso del arcabuz se había vuelto reglamentario en casi todos los campos de batalla euroasiáticos. Esto se debió principalmente al hecho de que la arcabucería resultó ser extremadamente útil contra la caballería y los soldados de infantería, especialmente cuando piqueros y arcabuceros batallaban conjuntamente.


Arcabuz alemán.

Fue en la batalla de Ceriñola (1503) la primera vez en que el resultado del enfrentamiento fue decidido por un grupo de arcabuceros. Bajo el mando de Gonzalo Fernández de Córdoba (llamado, por su excelencia en la guerra, el Gran Capitán), la infantería española venció a las tropas francesas que dirigía el propio duque de Nemours, aun cuando del lado francés se encontraban los invictos piqueros suizos. Fue también en este enfrentamiento donde Gonzalo Fernández de Córdoba aplicó nuevas tácticas en la batalla a campo abierto que sembrarían la semilla para lo que tiempo después serían los Tercios españoles.

Usado en combinación con la protección de picas, el arcabuz cambió la forma de hacer la guerra en Europa. En 1522 los españoles, con esta arma, destrozaron a los famosos cuadros de piqueros suizos en Bicoca. Después le llegó el turno a los caballeros con armadura medievales franceses en Nápoles, durante la batalla de Pavía (1525), que fueron fácilmente vencidos por los arcabuceros. Fue después de esta batalla donde el arcabuz mostró sin lugar a dudas su eficacia, por lo que su empleo se propagó rápidamente entre los ejércitos europeos. Gracias a su uso, la infantería se convirtió en la "reina de las batallas" durante más de 4 siglos, hasta las primeras décadas del siglo XX.


El impacto del arcabuz en la cultura Occidental del Renacimiento

Revolución militar


Figurantes ataviados como arcabuceros castellanos de 1521.

Además del Humanismo, del retorno y recuperación de las culturas griega y romana, el Renacimiento se caracterizó por ser el inicio de una Revolución científica así como por ser la época en la que fue posible el desarrollo de las lenguas vernáculas.1​ Pero es también en el Renacimiento donde tiene lugar una auténtica Revolución militar, revolución que se nos hace patente gracias a la tratadística militar de la época. Como ejemplo, basta mencionar Del arte de la guerra de Nicolás Maquiavelo, publicado en Florencia, en 1521, que se sitúa a medio camino entre el De re militari libri (1460) de Roberto Valturio y el Vallo. Libro continente appartinente ad Capitanni de G. B. Della Valle (publicado en Nápoles en 1521). En estos tratados o guías prácticas sobre el arte de la guerra, es posible ver el profundo cambio que hubo en el Renacimiento gracias a las nuevas armas, técnicas y tácticas de guerra, así como a los nuevos modos de reclutamiento, organización y financiación de los ejércitos. La aparición de nuevas tecnologías militares dio lugar a que cambiaran también las justificaciones y reglamentaciones jurídico-políticas de los conflictos bélicos, lo que tuvo a su vez grandes consecuencias económicas, geopolíticas, sociales e intelectuales.



En las guerras del Renacimiento la pica remplazó a la lanza y a la espada, y así también el infante superó tácticamente al caballero. Cabe señalar que en el Renacimiento, a la hora de entablar batalla, las armas no eran ya «consideradas por su simbolismo, como era habitual en los tratados medievales de caballería, sino por su eficacia técnica y táctica».2​ Así, al ser introducidos el cañón y el arcabuz tanto en los asedios como en las batallas a campo abierto, los ejércitos europeos tuvieron que abandonar gran parte de sus creencias con respecto al arte de la guerra y el simbolismo que sobre éste reposaba si no querían poner en riesgo sus campañas militares. Sin embargo, es gracias a este abandono de las antiguas creencias en torno al arte de la guerra que los ejércitos europeos lograron perfeccionar su artillería, a diferencia de los ejércitos musulmanes, donde la presencia de una organización feudal «impidió a la caballería musulmana bajar de su caballo y manejar las nuevas armas de fuego, cuyo uso se reservaba para el más bajo estamento social: los esclavos negros».​

La caída de Constantinopla y la reacción de Occidente

La caída de Constantinopla representó un gran golpe para la Cristiandad por parte del Islam, por lo que las naciones europeas, preocupadas porque eso significara una nueva expansión musulmana, se dedicaron a perfeccionar sus tácticas y tecnologías de guerra con el afán de poder hacer frente a cualquier posible ataque por parte de los turcos. Para hacerse una idea del sismo que causó en la consciencia de los europeos la utilización de las armas de fuego, basta mencionar que Occidente se estremeció de espanto cuando Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino, fue saqueada por los turcos el 29 de mayo de 1453. Mehmed II, el Conquistador, quien conocía y se había apropiado ya del gran invento de los cristianos, mandó construir el Mahometta, un enorme cañón capaz de disparar proyectiles de casi 500 kg de peso que requería de 60 a 140 bueyes para arrastrarlo, así como un centenar de hombres para manejarlo y dos horas para cargarlo. «El ruido de sus disparos, según cuentan los cronistas, fue la causa de que muchas mujeres embarazadas abortasen. Su fracaso, sin embargo, fue absoluto: se resquebrajó al segundo día del sitio, y a los cuatro o cinco días era ya completamente inservible».4​ No obstante, fue gracias a cañones de menor calibre que las murallas de la ciudad cedieron, dando inicio a la masacre. La reacción de Occidente, donde se aprendió pronto la importancia de las armas de fuego, no tardó mucho en llegar. Es así que para 1492 los Reyes Católicos reconquistaron los territorios ocupados por los moros al apoderarse de la ciudad y del Reino de Granada.


Censura del arcabuz: tema común en la literatura del Renacimiento

La aparición de las armas de fuego portátiles modificó la manera en que las batallas eran libradas, lo cual podemos constatar en la tratadística militar de la época. En el caso del arcabuz, su aparición estuvo acompañada de un imagiario en el que las más de las veces se le consideraba como fruto del ingenio del diablo, como un invento que por la facilidad con la que arrebataba una vida solo podía provenir del infierno mismo.

En el Quijote, en el capítulo «que trata del curioso discurso que hizo don Quijote de las armas y las letras», Cervantes pone en labios de Don Quijote la opinión de la preeminencia de las armas contra las letras, arguyendo que el oficio del soldado, a diferencia del de los letrados (juristas y abogados), es tanto más penoso y mal pagado cuanto que a cada batalla corre peligro de morir y «subir a las nubes sin alas y bajar al profundo sin su voluntad», o bien, de quedar «estropeado de brazo o pierna». Así, Cervantes, en su contar las penurias e inclemencias que sufre el soldado al ser blanco de tanta arcabucería, dice lo siguiente:
Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería. A cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero, y que, sin saber cómo o por dónde, en la mitad del coraje y brío que enciende y anima a los valientes pechos, llega una desmandada bala, disparada de quien quizá huyó y se espantó del resplandor que hizo el fuego al disparar de la maldita máquina, y corta y acaba en un instante los pensamientos y vida de quien la merecía gozar luengos siglos.
Don Quijote de la Mancha, cap. XXXVIII, Miguel de Cervantes Saavedra.

Esa «diabólica invención», «maldita máquina» a la que alude Cervantes es el arcabuz, que junto a los cañones, formó parte indispensable de la artillería usada en los asedios y en las batallas a campo abierto, siendo estas últimas en las que demostró su preeminencia sobre la caballería y el arco al cosechar importantes victorias. Su aparición no solo significó el ocaso de la caballería, sino que corrió paralela a un profundo cambio en las estructuras de la sociedad. Las cualidades caballerescas que en la Edad Media se habían tenido en gran estima, como la destreza, el valor, el honor, entre otras, poco podían contra la artillería y la nueva infantería que combinaba el uso del arcabuz y la pica. Pronto la nobleza se vio obligada a redefinir su papel en la nueva sociedad, y no cesó de maldecir «la pólvora y el estaño»; la primera, por ser la que propulsaba los proyectiles de las armas de fuego, y el segundo, por ser el mineral que componía las balas que quitaban la vida de igual manera a un noble que a un artesano.

El descontento hacia las nuevas armas de fuego era un tópico común en el Renacimiento, a tal grado que Sebastián de Covarrubias define en su Tesoro de la lengua castellana o española (1611): «ARCABUZ. Arma forjada en el infierno, inventada por el demonio»; definición que ilustra con unos versos de los cantos IX y XI del Orlando furioso (1516, 1532) de Ludovico Ariosto. Es precisamente en la obra del italiano Ludovico Ariosto donde por primera vez se censura el uso del arcabuz. En el poema, después de que el rey Cimosco intentara matar con un arcabuz a Orlando, éste toma el arma no para usarla, sino para arrojarla en el profundo mar, pues invento tan abominable y funesto que permitía hasta al más cobarde salir victorioso no debía estar al alcance de los hombres, como seguramente Belzebú, en su plan de destruir el mundo, hubiera querido.

Partes de las que consta un arcabuz

El cañón y cuerpo

El arcabuz estaba formado por un cañón de hierro de una longitud aproximada de un metro y un calibre variable, entre los 15 a los 20 mm, montado sobre un madero de aproximadamente un metro y medio de largo, que normalmente era de cerezo o nogal (se prefería la primera, pues el nogal era más pesado). La culata (en el siglo XVI se denominaba "mocho") solía ser recta, no curva, ya que era mejor en el uso para los soldados. El cañón tenía en su parte posterior un orificio por el que se aplicaba en el momento del disparo la mecha encendida. En total, el arcabuz llegaba a pesar entre unos cuatro y cinco kg.

Mecanismo de disparo


El más corriente fue la llave de mecha, más utilizado en el siglo XVI, y de pedernal, aparecida a mediados del siglo XVII.

La llave de mecha empleaba una mecha lenta encendida colocada en un trozo de hierro a modo de palanca, llamada serpentina, que al ser accionada por el gatillo introducía la mecha en la cazoleta llena de pólvora fina (que se encontraba al lado del oído), donde se producía la llamarada que encendía la carga propulsora del cañón y disparaba la bala.

A mediados del siglo XVI se introduce en los arcabuces la cubrecazoleta, una tapa que cubría en las marchas o días lluviosos la cazoleta, pues si la pólvora se mojaba no se produciría la explosión.

El mecanismo de pedernal no se introduce en el arcabuz hasta, más o menos, 1670. Para entonces, el arcabuz no era un arma de fuego de infantería, sino de caballería, puesto que el arcabuz había sido sustituido por el mosquete. El mecanismo de pedernal era más caro, aunque más seguro y eficaz para el soldado. La llave de pedernal consistía en una piedra de pedernal montada en el martillo, que golpeaba el pie de gato de la cazoleta, abriéndola y produciendo una chispa. Esta encendía la pólvora fina y su llamarada pasaba por el oído, disparando el arma.

Munición

La munición del arcabuz consistía en la pólvora y la pelota, la bala propiamente dicha. La bala, de forma esférica, estaba hecha de plomo y solía pesar unos 10 g aproximadamente. Las balas debían estar hechas de tal manera que entrasen holgadamente en el cañón del arcabuz. El que existiera una distancia entre la pared del cuerpo y la bala (Cristóbal Lechuga, maestre de campo, nos indica que se llama viento) ayudaba a que los gases que se producían en la explosión para expulsar la bala no obstaculizasen y frenasen el disparo, ralentizando a la bala. La bala era introducida por el cañón, como arma de avancarga. Se metía mediante una baqueta de hierro que era usada como rascador (para limpiar la pared interna del arcabuz) y atacador (para que llegase la bala a la recámara). Las balas eran hechas, a veces, por los mismos soldados, quienes adquirían plomo y una tenaza con la que se hacían las balas, pues tenían la forma.

El soldado llevaba dos tipos de recipientes para la munición: un frasco donde se llevaban las pelotas y un frasquillo donde se llevaba la pólvora para cebar la cazoleta. En algunos casos, se llevaban recipientes con la bala y la cantidad exacta de pólvora; estos frasquitos en los tercios españoles eran doce y los soldados los llamaban comúnmente los doce apóstoles.

Para accionar el mecanismo de mecha se llevaba una cuerda formada de lino o cáñamo, rebozada con agua y salitre, para que, cuando prendiera, diera más fuerza en la explosión. Pero esto ocasionaba que la cuerda se malgastara, pues ardía con rapidez.

Para accionar el mecanismo de pedernal, se llevaban varias piedras de pedernal que solían durar bastante.

El alcance útil del arcabuz no superaba los 50 m y habitualmente se prefería disparar a menos de 25 metros de distancia del enemigo, pero la evolución y mejoramiento del arcabuz dio más alcance efectivo (se cree que a finales del siglo XVII, podían alcanzar unos 200 metros).

En ejércitos tan importantes como los tercios españoles, el calibre del arcabuz tenía que ser igual para todos los soldados, con el único objetivo de que pudieran intercambiarse la munición los compañeros.

Variedades

  • Arcabuz de gancho. Especie de cañón de mano perfeccionado con dos muñones en el tubo, que apoyados en un gancho en forma de horquilla sobre un trípode podían moverse dentro de la horquilla para variar el ángulo de elevación del tiro. Su longitud era de 129 a 171 cm y su peso de 24 a 28 kg: lo manejaban dos hombres. Un autor extranjero dice que en 1411 lo emplearon por primera vez los franceses en el sitio de Arrás.
  • Arcabuz de mecha. Los primeros aparecieron a finales del siglo XV y se miraron como un prodigio. Pero más tarde se vio que era muy difícil dispararlos poniendo la mecha encendida en el oído con la mano y se ideó hacerlo mediante un brazo accionado por resorte. A pesar de la aceptación que tuvo, tenía inconvenientes muy graves, pues la lluvia apagaba la mecha que el soldado debía mantener constantemente encendida y, además, era imposible intentar un ataque nocturno con arcabuceros porque la luz de la mecha se distinguía a larga distancia.
  • Arcabuz de rueda. En Núremberg y a principios del siglo XVI, después de varios ensayos, se inventó esta arma. Fue admitida con entusiasmo y los soldados la adoptaron al instante desechando con alegría la molesta mecha que tanto les embarazaba. Lo que hoy llamamos llave de rueda consistía en una rodaja de acero muy bien templado, la cual movida por un resorte giraba contra un trozo de pirita, asegurado entre las quijadas de una especie de martillo, y la fricción producía chispas que encendían la pólvora. Esta se echaba en una plancha cóncava, que mejorada después tomó el nombre de cazoleta. La pesadez de esta arma, la lentitud con que se cargaba, la facilidad con que se iba el tiro y lo embarazoso que era el uso de la horquilla en que se apoyaba para dispararla y otros defectos notables, hizo que los soldados lo abandonasen por algún tiempo. Desde entonces, después de aligerar su peso, la caballería ligera la admitió como su arma favorita, por serle menos molesta que el arcabuz de mecha.
  • Arcabuz de viento. Lo mismo que el de fuego, pero se carga comprimiendo el aire por medio de un muelle y tira la bala a bastante distancia, haciendo mucho menos ruido al dispararse que con la pólvora.5​

sábado, 6 de octubre de 2018

Metralleta: Northwood R-76 (Rhodesia)

Northwood R-76

Guns Wiki




Northwood R-76
País de origen Rhodesia
Diseñador (es)  Northwood Developments
Tipo de arma Pistola ametralladora
Calibre Parabellum 9x19 mm
Acción Retroceso

Cargador/ Capacidad del cilindro Cargadores compactos Browning Hi-Power de 13/20/30
Tasa cíclica 500 RPM


El Northwood R-76 era una metralleta de origen rodesiano. Fue pensado como una Pistola de Defensa de la Tierra durante la era del Apartheid. Su diseño es algo así como un Vz.61 Skorpion y el TEC-9. Estaba disponible con una bayoneta con punta, cuerda de alambre retráctil y bípode extraíble que es anterior a este uso en pistolas ametralladoras como la CBJ-MS. Otra variante, el R-77 vino con un barril más largo y una reserva que permite el uso de una carabina.


La ametralladora R-76 fue fabricada por NORTHWOOD DEVELOPMENTS Pvt-Ltd en Salisbury, Rhodesia (ahora Harare, Zimbabwe). El arma fue diseñada por Roger Mansfield, un ex ingeniero de la Fuerza Aérea Británica que emigró del Reino Unido a Rhodesia (posiblemente alrededor del '73 -'74), y se desarrolló teniendo en cuenta las necesidades de los agricultores, ganaderos y ciudadanos de Rhodesia que vivían en áreas periféricas donde Las fuerzas ZIPRA / ZANLA fueron especialmente activas. "Home grown" en Rhodesia con la mayoría de las piezas producidas con materiales locales, la facilidad de fabricación y los requisitos mínimos de mecanizado fueron factores clave; como tal, el R-76 se fabricó principalmente con estampados de chapa metálica, con mechones de agarre hechos en madera, aluminio estampado o plástico (generalmente moldes de calidad media o baja).

La ametralladora R-76 era una arma de fuego selectivo (semiautomática / totalmente automática) con una velocidad promedio de disparo de aproximadamente 500 proyectiles por minuto. Fue recolocado para el calibre 9 mm "Parabellum" (9x19 mm) y alimentado por 13 revólveres de pistola "Browning High-Power", o por revistas de 20 rds o 30 rd producidas localmente. Fue operado por retroceso simple, con un perno que se ejecuta en dos muelles de retroceso como en la ametralladora M3 "Grease Gun" fabricada en EE. UU., y se le proporcionó una ranura "Microgroove" de 6 "u 8", 24 ranuras barril. Las primeras versiones se pueden encontrar con una mira trasera par a diferencia de las últimas vistas traseras de muesca en V. El cable colapsable podría ser removido y reinstalado en una posición invertida para que la culata de metal pueda servir como una empuñadura de pistola frontal para disparar el arma desde la cadera. El mango de retracción del cerrojo estaba ubicado en el lado izquierdo del receptor, estaba accionado por resorte y se mantuvo hacia adelante después de que se disparó la primera ronda.

Una versión de carabina de máquina, llamada M-77, también estaba disponible; el M-77 estaba disponible con una culata fija de madera, y con un barril de 9 o 10 pulgadas con opciones de bípode, apagallamas y bayoneta disponibles.

La ametralladora R-76 se desplegó con algunas unidades del ejército de Rodesia, como los "Selous Scouts", y se vendió a civiles. Después del cambio de régimen político en Rhodesia, la producción de la ametralladora R-76 y la ametralladora M-77 no se repitió en la República de Sudáfrica, a diferencia de otros proyectos de armas crecidos en Rhodesia como el "Rhuzi" ( producido en Sudáfrica como el "Kommando LDP"), la Mamba Pistol (diseñada en Rhodesia pero nunca fabricada allí, producida por un corto tiempo en Sudáfrica y luego por NAVY ARMS Inc. de Ridgefield, NJ, EUA, antes de salir de producción) o la pistola ADP (diseñada por un oficial de policía de Rhodesia, Alex DuPlessis, producida en Sudáfrica, en Italia, luego actualmente en los Estados Unidos, donde DuPlessis actualmente reside y trabaja como ingeniero para WILSON COMBAT, LLC.). Las ametralladoras R-76 fabricadas durante la corta producción de la década de 1970 se mantuvieron durante un tiempo en Zimbabue y Sudáfrica, exportadas por los expatriados y en su mayoría fueron destruidas durante los años. Sin embargo, algunos se pueden encontrar en buenas condiciones, aunque no disparan, en el mercado de armas desactivadas en el Reino Unido. También se sabe que varias ametralladoras R-76 se abrieron paso en Australia.

viernes, 5 de octubre de 2018

SGM: Panzer-Abteilung 129, la última resistencia blindada en Stalingrado

Un batallón de tanques alemán luchó hasta el final en el infierno helado de Stalingrado

Los últimos días del 129. ° Batallón Panzer

Robert Beckhusen | War is Boring




El Panzer-Abteilung 129, un batallón de tanques que servía con el 6º Ejército alemán, se abrió paso hasta la ciudad soviética de Stalingrado a fines de 1942, y se encontró inmovilizado durante el invierno. Una ofensiva de un millón de hombres del Ejército Rojo, atacando con dos pinzas gigantes, rodeó a los alemanes en noviembre.

Atrapados, los soldados del batallón se refugiaron donde pudieron en un pueblo para encontrar calor, y la escasa protección que brindaban los hogares a los ataques aéreos soviéticos regulares.

Los últimos días del batallón fueron brutales e inimaginablemente miserables, como se relata en el primer volumen del historiador Jason Mark, la muy celebrada serie Panzerkrieg: German Armored Operations at Stalingrad , que rastrea la historia cotidiana de los batallones de tanques del 6. ° ejército utilizando extensas fuentes primarias de aquellos que fueron testigos de la batalla.

"Poco a poco, las pérdidas se vuelven sensibles", escribió el corresponsal de guerra alemán Parzival Kemmerich en diciembre de 1942. "Todas las noches, y algunas veces incluso durante el día, hay muertos y heridos en la aldea. A esto se agrega la falta de tripulaciones panzer. Por último, pero no menos importante, el estrés psicológico resultante de la inactividad que se nos impone se hace evidente ".

"Esperar, junto con la inactividad, es probablemente lo peor para el soldado alemán. Luego comienza a meditar, y el sol brilla más oscuro ".

Poco después de que Kemmerich escribiera esa versión, el batallón se dispuso a dirigirse al oeste para resistir a las fuerzas soviéticas que habían flanqueado al 6. ° Ejército desde atrás. Pero algunos de los mayores problemas para el soldado alemán común eran el agotamiento combinado con la desnutrición y el clima. El horrible y gélido clima.

A pesar de que el invierno ruso fue el segundo experimentado por el ejército alemán en la guerra, Panzer-Abteilung 129 carecía de ropa de invierno. Eso se debió en parte a que las fuerzas soviéticas invadieron varios depósitos de suministros.

"Por lo general, solo el comandante de un vehículo de combate tiene traje de protección contra el frío y un par de botas de fieltro, que son absolutamente necesarias, ya que maneja con la cúpula abierta y se encuentra en medio de un calado helado que, además, también es barrido él por el enfriamiento del motor ", informó Kemmerich.

"Sin ropa especial, pronto estaría congelado".

En la víspera de Año Nuevo, los soldados alemanes jugaban a las cartas, bebían coñac, esquivaban las bombas aéreas y comían perros. Dos días después, el batallón comenzó a moverse hacia el oeste a través del terreno invernal, lo que un soldado describió como una "interminable superficie blanca de muerte" que le recordó historias de exploradores polares que leyó de niño.


Tanques alemanes durante la batalla de Stalingrado. Fotos del ejército alemán

El Panzer-Abteilung 129, orientado hacia el noroeste, se adentró cerca del pueblo de Dmitriyevka, que los soviéticos debían tomar antes de llegar a Karpovka, al sur, que albergaba una estación de ferrocarril y un aeródromo vital que los alemanes necesitaban para llevar suministros. . Al noreste del batallón se encontraban las 29º, 44º y 76º divisiones de infantería alemanas; al suroeste, la 3ª División de Infantería.

"Fue una formación de batalla ordenada con la fuerza suficiente para soportar la resistencia fuerte, en papel", escribe Mark. "En realidad, sin embargo, muchos favores se acumularon contra los alemanes".

Sus descripciones del paisaje, recogidas de relatos de primera mano, son apocalípticas. Había muchos cadáveres por todas partes, caballos y humanos, lo que contribuyó a una mayor desmoralización en las filas alemanas, ya abatidas por el hambre y el frío.

Peor aún, el Panzer-Abteilung 129 carecía de todo, particularmente de municiones. Lo que quedaba tenía que cargar con la peor ofensiva soviética contra Stalingrado, llamada Operación Koltso. En el sector de Panzer-Abteiling 129, el batallón se enfrentó al 21. ° ejército soviético cuando se aproximaba desde el noroeste.

Cuando finalmente llegó la ofensiva el 10 de enero de 1943, los soviéticos se abrieron con 8,000 piezas de artillería, el mayor bombardeo de la guerra en ese momento, y atacaron con tres ejércitos a lo largo del frente.

Aquí es donde la narración de Mark comienza a descomponerse. No es su culpa, simplemente es más difícil hacer un seguimiento de lo que sucedió dado el caos. El impacto del ataque soviético fue tan severo que Panzer-Abteiling 129 se desintegró como una unidad de combate cohesiva. Los tanques supervivientes del batallón, desorganizados e interrumpidos, se fusionaron con otras formaciones alemanas a medida que caían más atrás en el bolsillo.

Sin embargo, informes de batallones dispersos notan varios contraataques audaces y nocturnos que tomaron a los soviéticos por sorpresa. Estas embestidas, señala Mark desde los archivos rusos, infligieron mayores pérdidas a las fuerzas de tanques soviéticas que tomaron parte en la Operación Koltso -la cantidad de tanques destruidos- de lo que tradicionalmente creían los historiadores de la posguerra.

El 14 de enero, tres o cuatro tanques alemanes supervivientes atravesaron velozmente una aldea hacia una elevación cercana llamada "Colina 2.0", que había sido ocupada por tanques soviéticos. La carga sorprendió tanto a una "horda" de hambrientas tropas de la retaguardia alemana que se escondían en el pueblo que salieron corriendo y siguieron a los tanques a la batalla, creyendo que esta era su oportunidad de escapar del bolsillo.

El ataque conmocionó a los soviéticos, también, que se retiraron de la colina. Pero eso fue tan lejos como los panzers estaban dispuestos o no pudieron ir, y entonces los equipos de tanques establecieron una posición defensiva. "Decepcionados, [los soldados alemanes acompañantes] simplemente volvieron a sus escondrijos", escribe Mark.

Los soviéticos regresaron al día siguiente y destrozaron la posición alemana. En ese punto, señala Mark, el Panzer-Abteiling 129 había dejado de existir cuando los sobrevivientes huyeron a la ciudad de Stalingrado propiamente dicha. Ninguno de los oficiales del batallón regresaría vivo a Alemania.

jueves, 4 de octubre de 2018

Metralleta: MGD PM-9


MGD PM-9




Metralleta de 7,65 mm MGD (posiblemente prototipo) con material de madera fijo.


Pistola ametralladora MGD PM-9 de 9 mm en posición inmeuble, lado derecho.




Ametralladora MGD PM-9 de 9 mm en posición desplegada, lado izquierdo.




Metralleta MGD PM-9 de 9mm en posición plegada.


Vista de primer plano del receptor de PMD PM-9, con mango de carga giratorio y cargador plegable.

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El autor demuestra el tamaño compacto de la ametralladora MGD PM-9 en configuración plegada.




Extracto de la patente original de EE. UU., provista para el diseño de la ametralladora MGD.



Características


Calibre 9x19mm Luger / Parabellum
Peso 2,53 kg vacío
Longitud (culatas cerradas / abiertas) 359/659 mm
Longitud del cañón 213 mm
Cadencia de fuego de 750 balas por minuto
Capacidad del cargador 32 tiros
Alcance efectivo de 100 metros

La pistola ametralladora MGD PM-9 fue desarrollada a finales de la década de 1940 y principios de la de 1950 por el francés Louis Debuit, que en ese momento trabajaba para la empresa francesa Etablissements Merlin & Gerin en Grenoble. La idea detrás de esta arma inusual y poco conocida era proporcionar un arma compacta y fácil de ocultar con bajo retroceso de fieltro. Aparentemente, el nombre de MGD proviene de los nombres de la compañía (Merlin & Gerin) y el nombre del diseñador (Debuit). Los primeros prototipos se fabricaron en francés de calibre 7,62 × 20 de largo calibre, pero posteriormente el desarrollo cambió a armas de calibre 9x19 mm. M & G construyó números no revelados (probablemente varios miles) de metralletas MGD PM-9 en varias modificaciones, incluidas versiones con existencias fijas o plegables, y con barriles estándar (cortos) o bastante largos (fusiles), todos entre 1954 y 1955. Alrededor de 1956, la compañía alemana de armas Erma Werke intentó producir ametralladoras MGD PM-9 de 9 mm bajo licencia de Merlin & Gerin. Según las fuentes disponibles, Erma produjo alrededor de 10 prototipos de MGD, y luego cambió a otros diseños, que eran menos complicados de hacer y, por lo tanto, menos costosos. En realidad, lo que mató a esta arma interesante fue su costosa construcción, que requirió una gran cantidad de fresado y otro trabajo extensivo de procesamiento de metales. No se sabe si estas armas fueron emitidas alguna vez a algún servicio militar o policial, o participaron en conflictos militares.
El autor pudo examinar una de las metralletas MGD PM-9, y sorprendentemente carecía de marcas, y su historia era desconocida.


La pistola ametralladora MGD PM-9 es un arma operada por retroceso que se dispara selectivamente en disparos individuales o en modo totalmente automático, desde el perno abierto. La solución de diseño más inusual fue un perno muy ligero y compacto (bloque de cierre), con masa adicional proporcionada por el volante giratorio ubicado en la extensión circular en el lado derecho del receptor. El volante se conectó al resorte tipo reloj, y tenía una proyección en un lado, que entró en la pista de leva vertical, cortando en la extensión trasera del perno. Para activar el arma, el tirador debe girar el volante aproximadamente 180 ° en sentido antihorario (mirando desde el lado derecho de la pistola) a través del asa que se encuentra en el lado derecho de la pistola. Una vez que la rueda giratoria se gira por completo, queda bloqueada por el fiador. Este movimiento de amartillado también tira del cerrojo hacia atrás. Al disparar, el tirón del gatillo libera el volante, y su resorte gira el volante en el sentido de las agujas del reloj, empujando el perno hacia adelante, para cargar el cartucho nuevo del cargador y luego dispararlo una vez que el cartucho esté completamente asentado en la cámara. Tras la descarga, el movimiento hacia atrás del perno se retrasa por la inercia del volante, la fuerza y ​​el muelle, combinado con el apalancamiento, proporcionado por la posición del pasador en el volante con relación al eje del volante.

Otras características de MGD incluyen una carcasa de cargador plegable (que recibió cargadores ampliamente disponibles MP38 / MP40 de origen alemán), y un material de plegado lateral, hecho de grueso alambre de acero. Las miras eran de una variedad fija simple, con un alcance de 100 metros.


Modern Firearms

martes, 2 de octubre de 2018

VIetnam: AK-74 modernizado con lanzagranadas M203

Vietnam ha actualizado Kalashnikov AKM bajo el nombre STL-1A

Army Recognition

La industria de defensa de Vietnam ha actualizado el rifle de asalto STL-1A de 7.62 mm derivado de Kalashnikov, dijo a TASS una fuente militar vietnamita. El STL-1A es una copia local del famoso rifle de asalto Kalashnikov AKM. El STL-1A ha recibido una orejeta de fijación para el lanzagranadas M203 de 40 mm bajo barril (UGL), guardamanos de plástico nuevo, culata plegable, empuñadura de pistola ergonómica y freno de boca actualizado.



Rifle de asalto STL-A1, fusil de asalto AK-74 / AKM modernizado, con fusil AK-74M y material plegable, junto con el lanzador de granadas M203 de 40 mm. (Fuente de la imagen hollilla.com)

"Desde principios de la década de 2000, el Ejército Popular de Vietnam (PAVN) ha estado buscando un nuevo arma de fuego orgánica. Un rifle de asalto tipo Kalashnikov es la mejor opción, ya que su esquema de operación de gas es el más confiable y puede usarse en clima cálido y húmedo de manera efectiva. Junto con la fabricación del rifle de asalto Galil 31 ACE de origen israelí bajo licencia, la industria local está considerando la modernización de armas de fuego tipo Kala [shnikov] previamente desarrolladas, es decir, el AKM-VN y STL-1A ", dijo la fuente.

La industria de defensa vietnamita no divulga ninguna especificación del STL-1A. "Convertimos los antiguos rifles de asalto AKM fabricados en la Unión Soviética en los STL-1A", dijo una fuente industrial a TASS. "Los militares vietnamitas ahora reciben el STL-1A", agregó.

El nuevo desarrollo de Vietnam en el campo de las armas pequeñas se asemeja al fusil de asalto AK-103 de 7.62 mm del grupo Kalashnikov (una filial de la corporación estatal Rostec) AK-103. Al igual que el AK-103, el STL-1A ha recibido una rotura de boca de una cámara tipo AK-74, culata plegable y guardamanos de polímero. Sin embargo, el arma vietnamita es alimentada por revistas de metal de 30 rondas del AK básico. El GP-25 / GP-34 40 mm UGL ha sido reemplazado por el lanzador M203 de 40 mm que se está produciendo en Vietnam. Cabe mencionar que el STL-1A lleva una orejeta de fijación montada en el lado vietnamita para las miras. "Las miras ópticas o de punto rojo con el montaje en cola de milano difícilmente pueden instalarse", dijo la fuente industrial.

Vietnam planea actualizar el rifle de asalto STL-1A. "La variante modernizada del arma de fuego será designada como STL-1B. El arma actualizada estará equipada con un sistema de interfaz ferroviario (RIS) Picatinny [MIL-STD-1913]. El RIS permitirá que un operador use varias vistas ópticas y electrónicas. ", dijo la fuente industrial.