martes, 21 de enero de 2020

SOCOM recibe nueva ametralladora ligera suiza

SOCOM de EE. UU. recibe los nuevos sistemas de ametralladoras ligeras Sig Sauer MG 338


Army Recognition




Sig Sauer MG 338, ahora llamada Lightweight Machine Gun-Medium (LMG-M) (Fuente de la imagen: Sig Sauer)

El Comando de Operaciones Especiales de EE. UU. recibió oficialmente su primera ametralladora Sig Sauer MG 338, anunció la compañía el miércoles 15 de enero.







Según Sig Sauer, SOCOM completó su certificación oficial de seguridad para el MG 338 y recibió "sistemas múltiples" compuestos por ametralladora, munición Norma Magnum .338 y supresores, informa Jared Keller sobre Task & Purpose.



"Por primera vez en décadas, el ejército de los EE. UU. certificó una nueva ametralladora, munición y supresor al mismo tiempo, brindando nueva innovación, portabilidad y mayor letalidad a nuestras fuerzas terrestres, con todos los componentes provenientes de una sola compañía". El presidente y CEO de Sauer, Ron Cohen, dijo en un comunicado.



SOCOM ha estado buscando una nueva ametralladora liviana, ahora denominada Lightweight Machine Gun-Medium (LMG-M), desde 2017, cuando una lista de contratos especificaba la necesidad de 5,000 sistemas capaces de disparar disparos alimentados con correa de fuego de municiones .338 Norma Mag con "suficiente precisión para atacar objetivos de área y vehículos a 2,000 yardas".



Según Sig Sauer, la MG 338 cerrará la brecha entre la ametralladora M240 de 7,62 mm actual y la M2 de .50 cal en términos de alcance efectivo y portabilidad humana. De hecho, la compañía afirma que el MG 338, con su peso de solo 20 libras, es "notablemente más liviano" que el M240 al tiempo que ofrece un alcance efectivo máximo similar al M2. El MG 338 se puede convertir para disparar municiones de 7.62 mm, también, una conversión que permitiría a los operadores especiales llevar a cabo varios tipos de entrenamiento general, como la familiarización básica con el arma y sus controles, sin tener que usar .338 Norma más costosa Munición Magnum.

lunes, 20 de enero de 2020

PRG: RPO-A Shmel en servicio en Vietnam

RPO-A Shmel en el ejército vietnamita

VietDefense


RPO-A Shmel entrenado en el ejército vietnamita (fotos: QPVN)

El RPO-A Shmel es un lanzacohetes termobárico de 93 mm (clasificado como 'lanzallamas' por los rusos) que es altamente efectivo contra la mayoría de los objetivos blandos, como edificios y otras estructuras.



También son capaces de atacar vehículos con capas delgadas de armadura, como camiones convencionales, humvees o cualquier cosa con escotillas abiertas, aunque los vehículos con blindaje pesado como tanques probablemente no sufrirían ningún daño interno de la ojiva.



El arma tiene un alcance máximo de 1000 metros. El proyectil crea una bola de fuego de 6 metros de radio en el momento del impacto, aunque el radio de víctimas es de 50 metros; cualquiera que esté dentro de ese lugar sería asado.


RPO-A Shmel (foto: Vitaly Kuzmin)

Los lanzadores de cohetes RPO-A Shmel están especialmente equipados con la 86ª Brigada de Guerra Química del Ejército Popular de Vietnam, que se muestra aquí en la primera imagen. Las imágenes 2ª a 4ª son los resultados del objetivo después de que el arma en sí fue disparada en algún lugar de Rusia.

domingo, 19 de enero de 2020

PGM: Verdún, el infierno en la Tierra

La sangrienta Batalla de Verdún o el surgimiento de las guerras de aniquilamiento

En diciembre 1916 finalizó el enfrentamiento bélico más largo de la Primera Guerra Mundial y, con alrededor de 700 mil muertos, el segundo más sangriento después del de Somme. La batalla es considerada como el punto de inflexión a partir del cual el enemigo dejó de ser sólo el ejército y pasó a ser una población entera
Por Esteban Pontoriero || Infobae

Foto tomada en 1916 muestra a los soldados franceses moviéndose en ataque desde su trinchera durante la batalla de Verdun, en el este de Francia, durante la Gran Guerra (Shutterstock)

A cien años de los acontecimientos, la Primera Guerra Mundial (1914-1918) aún continúa revelando algunos de sus enigmas. Por ejemplo, en general se resalta poco que las mayores batallas de la historia tuvieron lugar durante ese conflicto y no en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Podría suponerse que debido al hecho de que en esta última hubo varios millones más de muertos, heridos y desplazados, los combates con un mayor número de bajas habrían ocurrido allí. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial conserva por lejos unos números que hielan la sangre: prueba de ello son batallas como las del Somme (1916) o la de Passchendaele (1917) en que los muertos se cuentan por cientos de miles, así como la primera gran lección de batalla de aniquilamiento del siglo XX: Verdún (1916), de la que en estos días se cumplió un nuevo aniversario de su final, convocándonos a reflexionar sobre su importancia histórica.

A principios del siglo XX, Alfred von Schlieffen, Jefe del Estado Mayor desde 1891 hasta 1905, diseñó un plan para un eventual conflicto armado en dos frentes contra Francia y Rusia, una hipótesis de guerra que se consideraba probable. De esta forma, se organizó una estrategia basada en una guerra de agresión que implicara la rápida y fulminante derrota inicial de Francia para luego concentrar todas las fuerzas disponibles en Rusia.

Soldados franceses usan fuego líquido en trincheras de primera línea. Los lanzadores de llama de la Primera Guerra Mundial fueron usados por primera vez por los alemanes en Verdun en 1915 (Shutterstock)

El concepto de batalla de aniquilamiento evolucionó hacia uno de guerra de aniquilamiento debido a que Schlieffen combinó guerra y batalla en la noción de una única y prolongada maniobra de cerco que culminaría en una masacre. La guerra de aniquilamiento es aquella en que se combate para exterminar una parte considerable de la población enemiga, combatientes y civiles. Asimismo, la batalla de aniquilamiento es la que se propone no solamente la victoria sino el asesinato a la mayor cantidad posible de enemigos. Una vez que la noción de aniquilamiento rige sobre la política, es difícil operar por debajo de la los estándares del exterminio.

Con el inicio de la Gran Guerra en 1914, al poco tiempo la planificación cuidadosamente pensada por Schlieffen, quien murió un año antes, se demostró impracticable, derivando rápidamente en una guerra de trincheras con frentes estáticos. Sin embargo, para los generales alemanes no había vuelta atrás hacia otras formas más convencionales de planeamiento y ejecución de operaciones de guerra al tiempo que tampoco hubo un verdadero esfuerzo por parte de las autoridades políticas para tomar el control.

  Oficiales franceses que trabajan en sus mapas e informes en una caseta climatizada cerca de Verdun en el frente occidental (Shutterstock)

Así, en diciembre de 2015 el general Erich von Falkenhayn, Jefe del Estado Mayor del ejército alemán en los dos primeros años del conflicto, sugirió al Kaiser Guillermo II una nueva estrategia. Ya no se trataba de pasar de una guerra de trincheras a una de movimientos basada en el ataque: Falkenhayn propuso, más bien, intentar combinar la realidad de la guerra de trincheras con la noción de batalla de aniquilamiento. En la idea de Schlieffen, el accionar del ejército alemán se dirigiría al exterminio parcial y al desarme completo del ejército enemigo. Sin embargo, Falkenhayn, fue más allá: se propuso aniquilar un segmento considerable de la población francesa de hombres capaces de portar armas. El lugar que se eligió para ejecutar esta estrategia fue Verdún.

La Batalla de Verdún tuvo lugar en el nordeste de Francia desde 21 de febrero hasta el 18 de diciembre de 1916 y fue la más larga de la Primera Guerra Mundial, además de ser la segunda más sangrienta luego de la Batalla del Somme. Falkenhayn calculó correctamente que los franceses jamás se darían por vencidos y defenderían hasta el final ese bastión histórico de gran significancia simbólica. En efecto, se trataba de un territorio inexpugnable desde los tiempos de la invasión de los hunos al mando de Atila en el siglo V hasta la Guerra Franco-Prusiana de 1870-1871. Las alternativas del combate se basaron en ofensivas alemanas, defensas francesas, conquistas alemanas, reconquistas francesas y un vastísimo número de muertos de ambos lados. La batalla concluyó con la defensa exitosa del territorio a cargo de las fuerzas galas y la retirada del ejército alemán, aunque a un costo de vidas y heridos altísimo, además de dejar el territorio profundamente afectado, inclusive hasta el día de hoy, por los efectos de la destrucción provocada por el combate.

Las batallas más mortíferas y decisivas de la primera guerra mundial se libraron en Europa, en el frente occidental rozando los fangosos campos del norte de Francia y Bélgica (STF / AFP)

¿Por qué motivos se libró un enfrentamiento con esas características? El ataque sobre Verdún no fue diseñado para ganar territorio, tampoco para buscar una victoria en una batalla decisiva. Tres meses después del inicio, en mayo de 1916 Falkenhayn dijo en una reunión con oficiales que “nunca fue el objetivo del alto mando del Ejército tomar Verdún”. Por el contrario, afirmó que la idea había sido forzar a las tropas francesa a pelear por un lugar que ellos tuvieran que sostener a cualquier costo por razones de autoestima nacional pero contra un ejército que no pudieran repeler completamente.

Según una metáfora de la época, se decía que el objetivo de la batalla había sido abrir una herida gigante en el ejército francés para poder así desangrarlo por medio de la muerte de varias decenas de miles de soldados. Esto significó un cambio radical, un concepto enteramente nuevo en la historia de la guerra. Se trató de una adaptación de las ideas de Schlieffen y sus fantasías de aniquilamiento a la coyuntura concreta de la guerra en el frente occidental. El punto de partida de esta estrategia se basaba en que los alemanes deberían infligir una cantidad muy superior de bajas a las fuerzas francesas en comparación con las propias. Solamente así la operación podría llegar a tener algún grado de éxito. Falkenhayn esperaba una relación de 5 a 2 en perjuicio de los franceses. Se equivocó: al final del enfrentamiento en los campos de Verdún el número de muertos franceses fue de 363.000 y de 336.000 para los alemanes.

Después del combate el enemigo dejó de ser sólo el ejército, pasándolo a ser la población entera, el gran punto de inflexión de la guerra contemporánea. De aquí en adelante, sistemáticamente y salvo excepciones, los enfrentamientos armados tendrán más cantidad de muertos civiles antes que militares. El cambio también se manifestó, por ejemplo, en la declaración de la guerra irrestricta submarina, por ejemplo, pero sobre todo en la política doméstica de Alemania. La asunción del alto mando del ejército por parte de los mariscales Paul von Hindenburg y Erich von Ludendorff abriría el camino a la instauración de facto de una dictadura militar y a la subordinación plena de la política a las necesidades de la guerra hasta el final con la derrota alemana en noviembre de 1918.

Mortero francés disparando un proyectil de mil cien libras sobre una colina contra tropas alemanas. El bombardeo fue dirigido por señales de un globo de observación sobre el enemigo (Shutterstock)

Durante la posguerra el concepto de guerra de aniquilamiento se radicalizó a través del de guerra total, desarrollado principalmente por Ludendorff. La guerra pasó a ser una lucha por la supervivencia entre pueblos, con aristas ideológicas, culturales y hasta “raciales”. Frente a esto, como atento observador de la realidad de su tiempo, Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis, logró captar tempranamente el vínculo existente entre el paradigma de la batalla de aniquilamiento, Verdún, y el avance del nazismo en los años treinta. En una carta dirigida a Arnold Zweig fechada el 23 de septiembre de 1935, Freud expresaba: “no puedes entender la Alemania de hoy si no sabes algo de Verdún y lo que representa”. Una vez que la lucha deja de ser solamente entre ejércitos para convertirse en una que enfrenta pueblos conservando el concepto de exterminio físico, el resultado difícilmente pueda ser otro distinto al de una masacre o un genocidio.

En la Segunda Guerra Mundial, desde 1941 estas ideas guiaron las acciones del ejército alemán en el frente oriental en el combate apocalíptico contra la Unión Soviética. El Estado comandado por Adolf Hitler llevó los planteos de Ludendorff al extremo, uniendo política y guerra en una forma nunca antes visto: el aniquilamiento ya no era más un medio para ganar la guerra sino que ésta consistía en exterminar total o parcialmente una población o al menos lograr subyugarla y esclavizarla. A pocos días de la catastrófica derrota alemana en Stalingrado a manos de los soviéticos, el 18 de febrero de 1943 el Ministro de Propaganda del régimen nazi, Joseph Goebbels, pronunció su célebre discurso en el Palacio de los Deportes de Berlín. El punto destacado de su alocución fue el momento en que preguntó a la multitud que asistió al evento: “¿quieren ustedes la guerra total?” La respuesta fue un ensordecedor “sí” del público, mezclado con cánticos a favor de la guerra, de Hitler y de la victoria. La poderosa unión del pueblo, la guerra y la política marcó el triunfo del ideal de la guerra de aniquilamiento.

Osario y cementerio de Douaumont para los soldados de la Primera Guerra Mundial que murieron en la Batalla de Verdun (Shutterstock)

La guerra excede por mucho lo militar. Tampoco es solamente “la continuación de la política por otros medios”, como suelen repetir los lectores apresurados del gran teórico de la guerra prusiano Carl von Clausewitz. El enfrentamiento bélico es también, entre muchas otras cosas, un fenómeno cultural. No existe algo así como una “esencia” de la guerra, ni es obvio que todas ellas deban ser conducidas bajo el signo del exterminio.

Si queremos entender el significado de la Gran Guerra a partir del prisma de Verdún también debemos indagar en las razones por las que en nuestra cultura el concepto de aniquilamiento se convirtió en aquel en que creemos encontrar la naturaleza misma de los conflictos bélicos. Esa afirmación no habla de las características de la guerra en general sino de las de los enfrentamientos armados contemporáneos en particular. Han existido muchas formas de concebir la guerra, la victoria, la derrota o el enemigo, por ejemplo. La guerra de aniquilamiento también es el resultado de un determinado ordenamiento de las coordenadas de sentidos de una época.

*El autor es Becario Postdoctoral (IDAES-UNSAM-CONICET)

sábado, 18 de enero de 2020

Canadá: "Deme 20 litros de combustible, dos chocolates y una IMI Tavor para llevar..."

Freaking North America

Un muchacho compra un rifle de asalto israelí IWI Tavor semiautomático de calibre 5.56x45mm... en una estación de servicio/gasolina en Canadá. Locuras que, por suerte, ocurren sólo en América del Norte.

viernes, 17 de enero de 2020

SGM: Orlik, el primer as de tanques de la guerra


Plutonowy podchorąży rez. Roman Edmund Orlik (71. dyon blindado de la Brigada de Caballería Wielkopolska) fue uno de los primeros ases de tanques de la Segunda Guerra Mundial.

As de tanque polaco

W&W




Un TKS armado con un cañón automático Nkm wz.38 FK 20 mm, el mismo tipo comandado por Orlik.


Los supuestos restos del Panzer IV del Príncipe Victor von Ratibor.


Boceto del choque en Pociecha realizado por R. Columbine. 1, II-posiciones de tanques TK de km; III, IILA, IlIB con TKS que estaban armados con cañones de 20 mm; 1, 2, 3 posiciones de tanques alemanes impactados.

Boceto de la batalla por Sieraków también realizado por R. Columbine. Se muestran tankettes TKS con cañón de 20 mm, durante el cual se enfrentaron a tanques alemanes (marcados con números del 1 al 7)


El 18 de septiembre, durante el combate de Pociecha, eliminó 3 tanques del Regimiento Panzer 11. de 1. División Leichte. También destruyó varios vehículos motorizados durante ese combate y tomó 2 prisioneros de guerra (tripulación de tanques). También trató de rescatar a la tripulación de uno de los tanques eliminados por él, los tanques alemanes, que comenzaron a arder, pero desafortunadamente no logró rescatarlos y todos murieron.

Entre los tanques eliminados por Orlik el 18 de septiembre había un tanque del Leutnant (¿u Oberleutnant?) Victor IV Albrecht von Ratibor, comandante de un pelotón. La totalidad de su pelotón fue eliminado durante ese combate y Prinz Victor IV Albrecht von Ratibor sufrió un fuerte herida en combate y se quemó severamente, y después de unos minutos murió. Había nacido en 1916 y fue el primer hijo de Victor III August y Elizabeth zu Oettingen-Oettingen und Öttingen-Spilberg.

El 19 de septiembre, Orlik eliminó 7 tanques alemanes (del Panzer-Abteilung 65. o del I. Batallón del Regimiento Panzer 11.) durante la batalla de Sieraków. La mayoría de esos 7 tanques eliminados (muy probablemente 6 de ellos) eran tanques Pz-35 (t).

Su tanqueta era una de las 2 tankettes del 71. dyon blindado de la Brigada de Caballería de Wielkopolska (ambas eran tankettes TKS con armas automáticas de 20 mm) que irrumpieron en Varsovia (durante la noche del 20 al 21 de septiembre de 1939). Más tarde estuvo luchando en Varsovia hasta el 28 de septiembre de 1939.

Las victorias de Orlik (destrucciones) durante la batalla de Sieraków

Fuentes alemanas dicen que durante el fallido contraataque alemán Panzer contra Sieraków, Panzer-Abteilung 65. perdió 26 tripulantes de tanques KIA y WIA (incluidos 4 oficiales, 5 suboficiales y 17 soldados).

La mayoría de los tanques de Panzer-Abteilung 65. que participaron en el ataque (y muy probablemente todo el Abteilung participó) fueron eliminados durante esa batalla. También Bade escribe sobre esto. Según Bade (y también según informes diarios alemanes) los tanques alemanes restantes escaparon hacia Hornówek y Lipków.

Los tanques alemanes estaban atacando (según Bade, pero las fuentes polacas lo confirman) en dos grupos separados al mismo tiempo (es posible, pero no seguro), aparte de Panzer-Abteilung 65. también I. Batallón del Regimiento Panzer 11 participó en ese ataque, o al menos una parte de él). Ambos grupos fueron derrotados y dispersados.

Del primer grupo, los polacos eliminaron 27 tanques: 7 de Orlik, 20 de 7. dyon de artillería ligera (fuego directo) y 7. regimiento de rifles de caballos (la mayoría con cañones AT regimentarios). Durante los combates con este grupo, los polacos (7. regimiento de fusileros) perdieron 56 hombres: 14 KIA y 42 WIA.

Del segundo grupo, los polacos eliminaron 11 tanques, incluidos 2 por fuego directo del pelotón de artillería de 14. dyon de artillería ligera (porucznik F. Orzeszko) y 3 por pelotón de cañones AT cal. 37 mm de podporucznik Wiktor Ziemiński del regimiento 14. uhlan (dos de ellos fueron destruidos por el propio Wiktor Ziemiński). Los 6 restantes fueron eliminados por elementos de 17. y 14. Regimientos uhlan y 9. Regimiento de fusil de caballos.

Antes del contraataque alemán, durante el ataque polaco contra Sieraków (por la mañana, el ataque comenzó, alrededor de las 10:00, así que después de menos de 10 horas, Sieraków fue capturado), el pelotón del 15. regimiento de artillería ligera eliminó 2 tanques. Pocos tanques también fueron eliminados por el 6. regimiento uhlan, que luchaba al norte de Sieraków. Y también en Sieraków (durante el ataque polaco), aparte de 34 camiones alemanes (llenos de equipos y municiones), que fueron capturados y luego destruidos allí, se eliminaron algunos tanques. Mientras conquistaban Sieraków, las fuerzas polacas también capturaron 9 ametralladoras.

Las fuerzas polacas que participaron en la batalla de Sieraków - Laski (elementos de las Brigadas de Caballería de Wielkopolska y Podolska) estaban luchando tanto con tanques de Panzer-Abteilung 65. y tanques de I. Batallón del Regimiento Panzer 11. durante ese día.

Durante la batalla de Sieraków, los polacos capturaron, según las fuentes polacas, 70 prisioneros de guerra de II./KSR.4 y le infligieron grandes bajas.

Según las fuentes alemanas, tanto los informes diarios alemanes como la relación de Bade - II./KSR.4 fueron dispersados ​​y aplastados durante ese día, y los restos restantes se reunieron en el camino de Truskaw a Izabelin, donde establecieron un erizo. defensa.

jueves, 16 de enero de 2020

PGM: Las estrategias de combate de los países

Las potencias europeas estaban desarrollando rápidamente nuevas estrategias innovadoras en la Primera Guerra Mundial



Andrew Knighton || War History Online



El comienzo de la Primera Guerra Mundial fue dictado por estrategias cuidadosamente desarrolladas y su fracaso frente a la realidad. Los planes diplomáticos y estratégicos de las naciones beligerantes estaban estrechamente vinculados, lo que significa que sus políticas ayudaron a provocar la guerra.

¿Cuáles fueron esas estrategias?

Austria-Hungría


El ejército austrohúngaro tenía dos planes sobre cómo desencadenar una guerra.

Su primer plan fue una guerra localizada en los Balcanes. Traerían su fuerza superior para actuar contra Serbia, abrumando rápidamente a la nación más pequeña. Era el plan que pretendían seguir cuando enviaron un ultimátum a Serbia el 23 de julio de 1914, un ultimátum que los serbios no podían aceptar. Estaba destinado a darles a los austrohúngaros la guerra que querían. Cuando no recibieron el acuerdo total exigido, declararon la guerra el 26.

Sin embargo, la declaración de guerra provocó la caída de los dominó diplomáticos, atrayendo al resto de Europa a la guerra. Como resultado, Austro-Hungría se vio obligada a recurrir a su otro plan. Implicó cooperar con Alemania en una guerra contra Rusia y Serbia. Las tropas austrohúngaras invadirían la Polonia rusa para quitarle presión a los alemanes en Prusia Oriental. Crearía un frente de combate que se extendía a lo largo del este de Europa.

 
Soldados austrohúngaros descansando en la guerra de trincheras.


Bélgica

Bélgica no era una nación poderosa. Para resistir la esperada invasión alemana, tendría que depender de la geografía y sus aliados.

El plan belga era defender la frontera el mayor tiempo posible. Cuando se verían inevitablemente abrumados por los números alemanes, las tropas belgas volverían a caer en una serie de fortificaciones diseñadas por el general H. A. Brialmont en la segunda mitad del siglo XIX. Si las fortificaciones en Lieja y Namur cayeran, volverían a Amberes. Era el reducto nacional y el área donde harían su posición final hasta que llegaran sus aliados para rescatarlos.

Gran Bretaña

El ejército de Gran Bretaña era diferente al de las otras grandes potencias. Aunque no es menos poderoso militarmente, Gran Bretaña puso mucho más énfasis en su armada. Su ejército era mucho más pequeño que el de Europa continental, y una parte importante de él estaba comprometido a mantener colonias en otras partes del mundo.

Como resultado, el plan de guerra de Gran Bretaña se dividió en dos partes.

Una parte era la fuerza expedicionaria británica. El ejército relativamente pequeño sería transportado rápidamente a través del Canal a Francia. Allí se alinearía en el flanco izquierdo de los franceses donde podría proteger los puertos del Canal.

Mientras tanto, la Royal Navy bloquearía a Alemania. Al cortar los suministros por mar, pretendían paralizar la industria alemana y, por lo tanto, su capacidad de hacer la guerra.

 
Los soldados de la 4ta Guardia del Dragón toman posiciones defensivas mientras esperan al 4to Batallón, Royal Fusiliers, agosto de 1914.

Francia

La estrategia de Francia había sido moldeada por el agudo aguijón de la derrota. En 1871, después de la victoria alemana en la Guerra Franco-Prusiana, Alemania había tomado las provincias de Alsacia y Lorena de Francia. Los franceses estaban decididos a recuperar esas áreas.

Diseñado por el mariscal Joseph Joffre, el Plan XVII llamó a los ejércitos franceses a reunirse en la frontera de las provincias perdidas. Luego atacarían agresivamente a Alemania, retomando el terreno.

Era un plan que dejaría vulnerable al flanco izquierdo francés. Joffre contaba con que los alemanes se volvieran peligrosamente sobreextendidos si pasaban el río Mosa.

Alemania

La estrategia alemana había sido desarrollada inicialmente en la década de 1890 por el conde Alfred von Schlieffen y fue actualizada por el mariscal de campo Helmuth von Moltke.

La política había dado forma al plan de Schlieffen. Asumió que Francia y Rusia se apoyarían mutuamente, lo que significa que si hubiera una guerra, Alemania tendría que luchar contra ambos. Para evitar una guerra en dos frentes, los alemanes planearon atacar a Francia primero, mientras Rusia todavía se estaba movilizando. Mediante un movimiento rápido y un calendario cuidadosamente planificado, se moverían mucho más rápido que los franceses. Flanquearían a sus enemigos con un ataque a través de los Países Bajos, obligarían a los franceses a rendirse y luego girarían hacia el este.

Las modificaciones de Moltke diluyeron el plan. Rusia se había vuelto más capaz y Moltke no estaba dispuesto a dejar que los rusos formaran parte de Alemania mientras luchaba contra Francia. Él, por lo tanto, planeaba dejar una porción significativa de las fuerzas alemanas en el este. También decidió no invadir los Países Bajos, enviando toda la fuerza de flanqueo occidental a través de Bélgica. Esperaba que al hacerlo y no invadir los Países Bajos, pudiera evitar la intervención británica.


Mapa obsoleto del Plan Schlieffen y las ofensivas francesas del Plan XVII. Imagen: Tinodela / CC-BY-SA 3.0.

Rusia

Al igual que Austria-Hungría, Rusia tenía dos planes para la guerra. Uno debía ser implementado si los alemanes atacaban a Rusia primero. Implicaba pelear una guerra defensiva mientras los franceses avanzaban en el oeste. Casi todos esperaban que Alemania atacara a Francia primero, por lo que dejó el otro plan: el Plan 19.

Originalmente desarrollado por el general Yuri Danilov, el Plan 19 se centró en luchar contra Alemania. Las fuerzas rusas ignorarían Austria-Hungría y se concentrarían en invadir la provincia alemana de Prusia Oriental.

Al igual que el Plan Schlieffen, el Plan 19 fue diluido en los años anteriores a la guerra. Los rivales de Danilov, que consideraban a Austria-Hungría como una seria amenaza, ganaron poder político. Como resultado, la fuerza de invasión de Prusia Oriental se redujo a la mitad, y las tropas restantes se desplazaron hacia el sur para invadir la provincia austrohúngara de Galicia. Otras fuerzas se mantuvieron en reserva, listas para unirse donde se necesitara apoyo.

Serbia


Al igual que Bélgica, Serbia sufría por ser más pequeña y menos poderosa que las otras naciones que estaban en desacuerdo. Esto dictó sus planes.

Los generales serbios sabían que enfrentarían una invasión austrohúngara al principio de una guerra. Por lo tanto, decidieron establecer sus fuerzas en la frontera y resistir todo el tiempo que pudieran. Cuando eso se volviera imposible, volverían al interior montañoso del país, donde la geografía les daría una ventaja en defensa. Habiéndose retirado a un área defendible, ellos, como los belgas, esperarían a que sus aliados vinieran a rescatarlos.

miércoles, 15 de enero de 2020

Malasia adquiere NLAW

NLAW del Ejército de Malasia, el mejor asesino de tanques



Arma antitanque NLAW (foto: MMP)

Enfréntate y elimina los tanques de batalla principales (MBT) más avanzados en todas las condiciones.

Aquí se informa que el ejército de Malasia había ordenado un lote de arma antitanque ligera de próxima generación (NLAW) desarrollada por Suecia y Reino Unido.

La Defensa de Malasia dijo que parece que el Ejército había ordenado un lote de Arma Antitanque Ligera de Próxima Generación (NLAW) desarrollada por Suecia y Reino Unido. Esto se reveló cuando el Ministerio de Defensa emitió una solicitud de licitación al operador de transporte multimodal (MTO) para enviar los misiles de regreso a Malasia.

NLAW (Arma antitanque ligera de próxima generación) es el último sistema de misiles antitanque Overfly Top Attack lanzado por el hombro que lo convierte en el verdadero asesino de tanques para las fuerzas ligeras que operan desmontadas en todos los entornos, incluidas las áreas construidas.

Overfly Top Attack (OTA) seleccionable contra objetivos blindados y Direct Attack (DA) contra objetivos no blindados como otros vehículos y embarcaciones o tropas enemigas dentro de los edificios.

La guía PLOS (línea de visión prevista) y la OTA ofrecen un manejo sencillo, precisión y alta probabilidad de muerte.

NLAW convierte al cazador en el cazado

Los tanques tradicionalmente han permitido a los operadores perseguir a la oposición con relativa seguridad. El NLAW de Saab cambia las tornas. Es el mejor asesino de tanques.

La ojiva perforadora de armadura de NLAW puede destruir un tanque de batalla moderno fuertemente protegido con un solo disparo. El sistema ligero, lanzado desde el hombro, puede ser operado por un solo soldado, lo que hace que NLAW sea el arma antitanque ideal para infantería y soldados desmontados.

No se basa en un sistema activo de búsqueda de objetivos. En cambio, NLAW utiliza la orientación PLOS con sensores magnéticos y ópticos, y no requiere firma de bloqueo. El sistema es igualmente efectivo de día o de noche.