Nacimiento de la Artillería Antiaérea en España
Real Colegio de Artillería
Cuando el capitán Patricio de Antonio derribó un globo aerostático de observación el día 1 de julio de 1898 en las lomas de San Juan (Cuba), poco se podía imaginar que sería el pionero de una nueva especialidad: la artillería antiaérea. Paradójicamente, este primer derribo de un objetivo aéreo se produjo al cuarto disparo de un cañón de 75 mm Krupp modelo 1896 de montaña, de los dos con que contaba la batería, constituyendo la primera acción documentada de la artillería española (y de las primeras en el mundo) contra un objetivo aéreo.
Sin embargo, no sería hasta la I Guerra Mundial cuando el avión se destacó como un importante elemento de combate, obligando al nacimiento y desarrollo del armamento y unidades destinadas a combatirlo.
En España, ya antes de la Gran Guerra, se desarrollaron procedimientos reglamentarios para el tiro contra globos. Dichas reglas de tiro sobre globo cautivo se publicaron en las instrucciones para el tiro de las baterías de campaña aprobadas y publicadas en el año 1909, para ser ejecutadas por cañones de artillería de campaña, que eran los materiales disponibles entonces, empleando granadas de metralla, denominadas habitualmente shrapnell.
Un año más tarde se aprueba la adquisición de un cañón de 6,5 cm Krupp específico para batir globos, así como globos-blanco en número suficiente para comenzar las experiencias de tiro con dicho cañón. En el año 1912 se realizaron dichas pruebas con resultado satisfactorio, aunque finalmente, no se compraron más cañones de este modelo.
Junto con el cañón, se prueban y ensayan nuevas municiones específicas para batir globos y dirigibles.
Pese a que la Comisión de Experiencias, Proyectos y Comprobación del material de guerra propuso la creación de una unidad de artillería específica para batir objetivos aéreos dotada con el cañón antes mencionado, no es hasta el año 1926 cuando se adquirieron cañones Vickers de 105 mm para dotar a 12 baterías para la defensa antiaérea de las bases de El Ferrol, Cartagena y Menorca, todas ellas en emplazamientos fijos, al igual que el material de costa que protegían. Estas baterías constituyeron las primeras unidades específicas para batir objetivos aéreos, aunque estaban encuadradas en los regimientos de costa de las citadas bases.
Finalmente, por Real orden circular de 15 de enero de 1931, se crea el Grupo de Artillería Antiaérea, armado con cañones Skoda de 76,5 mm modelo 1919, adquiridos unos años antes. Esta fue la primera unidad de artillería antiaérea existente en España.
Cañón de acero de 7,5 cm corto de tiro rápido Md. 1896. +Info
(C. Ac. 7,5 cm. Cr. T. r. Md. 1896.)
Pruebas con cañón contra globos. +Info
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Reproducción en formato digital de la colección de fotografías que acompañan a la Memoria sobre las pruebas efectuadas en el año 1912 con el cañón de 6,5 cm Krupp para batir globos. En ellas se puede apreciar el aspecto del cañón, su servicio en fuego, un disparo impactando sobre el globo blanco y, por último, el globo perforado tras el tiro.
En varias fotografías se puede apreciar la estela dejada por el dispositivo trazador del proyectil, que permitía corregir el tiro.
En una de las fotografías, en segundo plano, se aprecia a un comandante de artillería dirigiendo el fuego de la pieza, gracias al telémetro que maneja.
Telémetro de coincidencia de 1,25 m de base. +Info
Cñ. AA. 105/43,5 . Vickers. +Info