domingo, 7 de septiembre de 2025
sábado, 6 de septiembre de 2025
Jeep Antitanque T8
Vehículo antitanque T8
El vehículo motorizado con cañón T8 de 37 mm era un cazacarros ligero basado en un chasis universal 4x4 Ford Swamp Buggy con mayores capacidades todoterreno. El objetivo del programa era crear un vehículo ligero y de alta movilidad para transportar un cañón antitanque M3 de 37 mm, con una silueta baja y unidades procedentes de vehículos existentes (el camión Ford 2G8T).
El vehículo contaba con un motor trasero y la ubicación de las unidades le proporcionaba una silueta baja. La munición incluía 100 proyectiles. El proyecto se canceló debido a que el cazacarros de 37 mm sobre el chasis del Dodge M6 resultó ser más eficaz.
Sin embargo, algunos de estos vehículos fueron utilizados por el ejército neerlandés en Surinam. También se desarrolló otro proyecto del vehículo basado en el chasis del Swamp Buggy: el puesto de observación blindado autopropulsado T2.
viernes, 5 de septiembre de 2025
Guerra en Ucrania: Defendiendo Bajmut recordando Stalingrado
¿Hasta cuándo deben las fuerzas ucranianas defender Bajmut? Lecciones de Stalingrado
Gaëlan Hanlon | Institute of Modern Warfare
Hace una semana, un compañero de clase de West Point y yo hablábamos sobre guerra urbana. Como suele ocurrir en la mayoría de las discusiones sobre el tema, la nuestra giró en torno a la Batalla de Stalingrado de la Segunda Guerra Mundial, el elemento más destacado en el panorama histórico de la guerra urbana. Unos días después, el New York Times publicó un artículo sobre la lucha en curso entre los defensores ucranianos en la ciudad de Bajmut y las fuerzas rusas que llevan meses intentando desalojarlos. El artículo contenía un gráfico que me recordó de inmediato los mapas de Stalingrado de noviembre a diciembre de 1942 que habíamos estudiado en la escuela. Las similitudes entre ambas posturas plantean una pregunta importante: ¿Ha llegado el momento de que las fuerzas ucranianas que defienden Bajmut aprendan las lecciones de Stalingrado? Más concretamente, ¿ha llegado el momento de ceder el control de la ciudad a las fuerzas rusas y vivir para luchar otro día? La realidad de la situación que enfrentan los ucranianos sugiere que sí.
En primer lugar, debemos reconocer la importancia de Bajmut no solo como terreno clave desde el punto de vista militar, sino también como símbolo estratégico de la resistencia ucraniana. Al igual que Stalingrado, Bajmut es una ciudad relativamente pequeña en términos de población y tamaño, pero su ubicación geográfica la convierte en un cruce de dos rutas de suministro principales (la M03 al norte, hacia Slovyansk, y la T0504 al oeste, hacia Kostyantynivka), lo que la convierte en un nodo logístico clave para el avance ruso. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y su Estado Mayor de Defensa acertaron al destinar recursos a la defensa de esta posición. Al igual que los defensores soviéticos de Stalingrado en 1942, las fuerzas ucranianas convirtieron la ciudad en una roca que detuvo la oleada de avance ruso en el este de Ucrania. Su férrea defensa transformó Bajmut de un terreno operativo clave a un terreno estratégicamente simbólico. Con cada minuto que los defensores defendían cada metro de terreno, la posición de la ciudad como emblema del desafío ucraniano contra los agresores crecía. Zelenskyy ha llamado a la ciudad una “fortaleza de la moral [de Ucrania]”. Pero todo terreno clave tiene un atractivo.
Si bien la tenaz defensa de las fuerzas ucranianas hasta el momento ha emulado la de los defensores soviéticos en 1942, cediendo terreno solo para replegarse a posiciones más atrincheradas, en Stalingrado las fuerzas alemanas lograron tomar lentamente la mayor parte de la ciudad, convirtiéndose en los defensores del contraataque soviético que finalmente los rodeó. Y es de las imprudencias del Alto Mando alemán en este momento crítico de la batalla que los líderes ucranianos deberían aprender: llega un momento en que la decisión más sabia es retirarse mientras aún se pueda. Si los mapas disponibles públicamente son precisos, las líneas de comunicación con Bajmut están al borde de la ruptura. La M03 ya ha sido tomada y la T0504, o bien ha sido tomada o tiene fuerzas rusas a menos de cien metros, lo que pone cualquier movimiento logístico o de maniobra a su alcance de fuego directo de los elementos blindados rusos. Al norte, la última ruta de suministro alternativa restante, la estrecha O0506, permanece abierta, pero es probable que tenga fuerzas rusas a varios cientos de metros. Al igual que el VI Ejército alemán en Stalingrado, los defensores ucranianos se están acercando rápidamente al cerco.
Otros podrían ser más optimistas y afirmar que los ucranianos deberían resistir hasta que los tanques Leopard, suministrados por Alemania, y sus tripulaciones ucranianas, recién finalizadas su formación, puedan ser utilizados en la ofensiva de verano. Esta es la misma situación que enfrentaron los líderes del VI Ejército en 1942 al acercarse su propio cerco. Se les prometió refuerzos que harían retroceder a las fuerzas soviéticas que avanzaban. Pero llegaron demasiado tarde, y en la batalla se perdió todo un ejército de veteranos experimentados. Podrían pasar semanas o incluso meses hasta que se complete el apoyo logístico y la organización de fuerzas necesarios para integrar este tan anunciado lote de equipo occidental en las formaciones ucranianas. Bajmut podría tener solo días para ser rodeado.
Es imperativo que Zelenskyy no caiga en la trampa intelectual de los líderes alemanes. No puede permitirse el lujo de malinterpretar la importancia simbólica de Bajmut por la importancia militar que la experiencia y la fuerza de los defensores de la ciudad tendrán para el gran esfuerzo bélico ucraniano. Necesitará esas fuerzas más que nunca para que la ofensiva de verano tenga éxito, así como para la futura defensa de las ciudades del oeste de Donetsk (Sloviansk, Kramatorsk y Kostyantynivka). Aunque sinceramente espero que mi predicción pesimista se desmienta, algunas cosas son demasiado importantes para dejarlas al azar. Bajmut ha sido la piedra angular de la defensa de Ucrania en el Donbás. Fue una trituradora que destrozó a las formaciones rusas, costándoles caro en sangre, dinero y fuerza de voluntad. Fue el bastión del espíritu de resistencia ucraniano, llenando tanto a la ciudadanía como a los combatientes con la esperanza de que, a pesar de las fuerzas en su contra, algún día podrán ver a su país unido de nuevo. Pero no puede ser la colina donde se dejen perecer las esperanzas para el futuro de Ucrania. A los valientes defensores de Bajmut solo se les puede decir: ¡bien hecho!, pero es hora de vivir para luchar otro día y asegurar que sus sacrificios no hayan sido en vano.
jueves, 4 de septiembre de 2025
Estrategia militar: Principios y modernidad
στρατηγός
La estrategia militar (estrategia, del griego stratigos o strategos, στρατηγός, pl. στρατηγοί; en griego dórico: στραταγός, stratagos; literalmente significa: «jefe del ejército») es el planteamiento general utilizado por las organizaciones militares para intentar alcanzar los objetivos fijados.
La estrategia militar se ocupa del planeamiento y dirección de las campañas bélicas, así como del movimiento y disposición estratégica de las fuerzas armadas. El padre de la estrategia militar moderna, Carl von Clausewitz, la definía como "el empleo de las batallas para conseguir el fin de la guerra". De esta manera, daba prioridad a los objetivos políticos sobre los objetivos militares, apoyando el control civil sobre los asuntos militares.
«El general (strategos) debe estar seguro de poder explotar la situación en su provecho, según lo exijan las circunstancias. No está vinculado a procedimientos determinados.» Capítulo VIII versículo 9 de El arte de la guerra de Sun Tzu.
En las guerras convencionales tiene por objeto dirigir las tropas en el teatro de operaciones hasta llevarlas al campo de batalla. Es una de las tres facetas del arte de la guerra, las otras dos serían la táctica militar, que consiste en la correcta ejecución de los planes militares y las maniobras de las fuerzas de combate en la batalla. El tercer componente sería la logística militar, destinada a mantener el ejército y asegurar su disponibilidad y capacidad combativa.
La estrategia es la esencia misma del arte de la guerra, es una pauta que guía a la brutalidad por los arduos caminos que conducen a los éxitos concluyentes, la luz que alumbra las obscuridades del teatro de operaciones, velada siempre por la duda perenne de lo que pretende, de lo que intenta, de lo que hace el enemigo, y de los medios que posee para verificarlos, y la estrategia resulta tanto más complicada cuando más complicados son los medios de guerra, y es preciso lograr como principal propósito la ruina de la fuerza enemiga, y el modo de alcanzar dicho empeño entra en los dominios de la táctica, y pertenece al estado mayor la ciencia de la táctica sublime.
La táctica es el conjunto de reglas a que se ajustan en su ejecución las operaciones militares, y la concepción de un plan es el objeto de la estrategia, y el empleo de las tropas ventajosamente ante el adversario ya en la ofensiva ya en la defensiva es el objeto de la táctica, y lo difícil es concebir claramente esta, ya que si han de ser un conjunto reglas es para constituir un cuerpo de doctrina, pero lo cierto es que no hay reglas para vencer y es imposible considerar la táctica como un método positivo para alcanzar el fin que se propone, y solo es posible para muchos constituir la táctica como reunión de diversas reglas y elementos que la realidad del combate utiliza de mil modos diferentes, y quizá sin adecuarse a la pauta formulada por la teoría.
En la estrategia tiene que procurarse que el esfuerzo se efectúe conminando o intimidando en lo posible las comunicaciones del enemigo, sin exponer las propias, y se da el nombre de combinaciones estratégicas al conjunto de movimientos que debe ejecutar el ejército para lograr el objetivo propuesto, subordinadas al carácter que tenga la guerra, que pueden ser ofensivas, defensivas o mixtas.
Hay otra parte del arte militar que se halla de manera intrínseca engarzada con la estrategia, y nos referimos a la política de la guerra, que delimita los casos en que ésta es forzosa o ineludible, la zona del teatro de operaciones que debe optarse para llevarla a cabo, y examinar o tantear la indagación de alianzas y neutralidades, y tratar de arrebatárselas al enemigo, y continua desplegando un papel significativo durante la contienda pues procura conservar las alianzas o romper las que haya contraído el enemigo, interviniendo en los armisticios, fijando las condiciones en que ambos beligerantes deben subordinarse, y prepara y discute los tratados de paz a fin de sacar el mayor provecho de la victoria o atenuar las consecuencias de la derrota.
La estrategia determina el lugar donde debe emplearse la fuerza militar en el combate, el tiempo en que esta será utilizada y la magnitud que tendrá que adquirir. Esa triple determinación asume una influencia fundamental en el resultado del encuentro.
Estrategia y táctica: conceptos
En el arte de la guerra para lograr el fin primario de derrotar al enemigo, hacen falta muchos medios cada uno de ellos fundamental: sin armas no hay guerra posible, sin medios de supervivencia no pueden subsistir las tropas, multiplicando el número de las cosas necesarias para alcanzar la victoria, siendo no menos cierto que desde el punto de vista exclusivo del arte militar, para obtener el triunfo es preciso combinar y ejecutar un plan de guerra acertado de estrategia militar, y como consecuencia de este plan chocar en favorables condiciones con el adversario y destruir sus fuerzas de resistencia.
La noción del citado propósito, el arte de guiar las tropas hasta conducirlas en situaciones provechosas hasta el campo de batalla es el objeto de la estrategia militar, y el de usarlas meritoriamente contra el adversario, ya en ofensiva ya en defensiva, es el objeto de la táctica militar, aun habiendo tratadistas militares que admiten definir los límites de los campos de la acción de la estrategia y de la táctica, confundiendo ambos conceptos, siendo la táctica quien ejecuta los planes que proyecta la estrategia, y si la lucha es absolutamente trascendental en la guerra, a todas las sublimidades de la estrategia se superpondrá perpetuamente la dispar realidad de la táctica que muda con las armas y con los varios elementos de la guerra, siendo lo más complejo la táctica aplicada, por ser tan variables las circunstancias de la lucha, no debiendo pretender la táctica de manera dogmática caer en el escollo de prever todos los casos, y aunque debe discutir, analizar, presentar todo el conjunto de los medios de guerra, debe detenerse ante el precepto escueto.
Evolución contemporánea de la estrategia militar
La evolución tecnológica y la creciente complejidad del entorno geopolítico han transformado la naturaleza de la estrategia militar en el siglo XXI. A diferencia del pasado, donde las estrategias se concebían en términos de fuerza convencional, el pensamiento estratégico moderno incorpora dimensiones que trascienden el campo de batalla físico, como el ciberespacio, la desinformación, el dominio cognitivo y la guerra no lineal.
La estrategia ya no se limita a posicionar fuerzas militares ni a planear batallas decisivas: hoy debe integrar todos los instrumentos del poder nacional (militar, económico, diplomático, informativo), en un marco de “estrategia integral” que combine capacidades duras y blandas con objetivos políticos precisos. El estratega moderno opera en un entorno de alta incertidumbre, volatilidad e interdependencia global.
Guerra híbrida: un componente clave de la estrategia moderna
La guerra híbrida representa uno de los avances más significativos en el pensamiento estratégico actual. Este concepto describe una forma de conflicto que combina medios militares convencionales con operaciones irregulares, tácticas terroristas, ciberataques, guerra económica, sabotaje, campañas de desinformación y manipulación de narrativas a través de medios y redes sociales. Su objetivo es socavar a un adversario sin recurrir necesariamente a un conflicto abierto y convencional.
Esta forma de guerra no busca tanto la destrucción directa del enemigo como la desestabilización progresiva de sus estructuras sociales, políticas y militares. La guerra híbrida difumina la línea entre paz y guerra, entre combatientes y no combatientes, entre frente y retaguardia, lo que impone una revisión profunda de la estrategia tradicional. Requiere una capacidad de respuesta ágil, coordinada y multidimensional.
Dominio informativo y cognitivo
Un aspecto emergente de la estrategia militar contemporánea es el uso deliberado de la información como arma estratégica. La superioridad informacional —entendida como la capacidad de controlar, negar o manipular el flujo de información— puede ser decisiva en contextos de guerra híbrida. La estrategia moderna busca no solo influir en la voluntad del adversario, sino también moldear la percepción pública y condicionar la toma de decisiones en todos los niveles, incluidos los civiles.
Este enfoque ha dado lugar al concepto de “guerra cognitiva”, donde el objetivo no es el territorio ni las tropas enemigas, sino la mente del adversario: sus creencias, percepciones, valores y decisiones. La estrategia militar contemporánea debe entonces coordinar acciones cinéticas con operaciones psicológicas, comunicacionales y de ciberseguridad.
Integración de nuevas tecnologías estratégicas
Los desarrollos en inteligencia artificial, drones autónomos, satélites de observación, big data y sistemas de guerra electrónica han ampliado las posibilidades estratégicas. La recopilación y análisis en tiempo real de datos operacionales, combinada con la automatización de decisiones tácticas, transforma la manera en que se conciben y ejecutan los planes estratégicos. Esto requiere un rediseño de las doctrinas militares para adaptar el arte de la guerra a una era de superioridad basada en la información.
Preliminares
La estrategia militar, sin abandonar sus fundamentos clásicos —como la subordinación de los medios militares a los fines políticos o la importancia del teatro de operaciones— ha incorporado una serie de dimensiones nuevas que responden a la transformación del conflicto moderno. En este contexto, el strategos contemporáneo debe ser no solo un experto en maniobras bélicas, sino un operador complejo capaz de integrar múltiples dominios (físico, informativo, cibernético, psicológico) en un plan coherente, flexible y eficaz.
Wikipedia
IA Gnomos
miércoles, 3 de septiembre de 2025
MLRS: PULS (lanzacohetes múltiple)
PULS (lanzacohetes múltiple)
PULS ("Sistema de lanzamiento preciso y universal", anteriormente conocido como Lynx MRL) es un lanzacohetes múltiple desarrollado y fabricado por ELBIT Systems (anteriormente Israel Military Industries ) y utilizado por las Fuerzas de Defensa de Israel y otros países.
PULS (Sistema de lanzamiento preciso y universal)
Historia
Tras la adquisición de Israel Military Industries por Elbit Systems en 2018, se desarrolló una versión mejorada y modernizada del Lynx, denominada PULS (Sistema de Lanzamiento Preciso y Universal). El Instituto de Tecnología de Defensa (DTI) de Tailandia se ha asociado con Elbit Systems para desarrollar una versión tailandesa del PULS denominada D-11A.
El EURO-PULS se está desarrollando en colaboración entre las empresas alemanas KNDS y ELBIT, con el objetivo de alcanzar el mercado europeo mediante la integración de nuevos tipos de misiles. Como parte del proyecto, se habrían integrado los misiles GMLRS y otros HIMARS de fabricación estadounidense con los lanzadores EURO-PULS; sin embargo, la dirección de Lockheed Martin, fabricante estadounidense de misiles, se negó a hacerlo.
Tipo | Lanzacohetes múltiple// Lanzador de misiles balísticos tácticos |
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Lugar de origen | ![]() |
Historial de servicio | |
Guerras | Segunda guerra de Nagorno-Karabaj Guerra de Gaza |
Historial de producción | |
Diseñador | Industrias militares de Israel |
Fabricante | Industrias Militares de Israel (ahora Elbit Systems ) |
Presupuesto | |
Calibre | 122 mm 160 mm 306 mm 330 mm 370 mm |
Alcance máximo de disparo | 300 kilómetros |
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Sistema de guía |
GPS e INS |
En enero de 2023, Dinamarca anunció que está negociando la adquisición de 8 sistemas PULS para el Ejército Real Danés.
En marzo de 2023, el Ministerio de Defensa neerlandés anunció la adquisición de 20 sistemas PULS para el Ejército Real de los Países Bajos , y la entrega de los primeros sistemas se produciría ese mismo año. El contrato, por un valor de 305 millones de dólares, se firmó el 18 de mayo.
El 10 de octubre de 2023, el gobierno de España decidió encargar la versión de fabricación local de los sistemas PULS para el programa SILAM (es:SILAM).
Israel introdujo el PULS en servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en 2020 bajo el nombre de Lahav. Se trata de un módulo de cohete PULS montado sobre un chasis de camión HEMTT. Su primer uso operativo fue en febrero de 2024 durante la guerra de Gaza.
Diseño
Puede configurarse para transportar una variedad de cohetes en dos contenedores sellados: 36 (2 cápsulas × 18 cohetes cada una) cohetes Grad de 122 mm; o 26 (2 × 13) cohetes LAR-160 o ACCULAR de 160 mm ; u ocho (2 × 4) cohetes EXTRA de 306 mm; dos (2 × 1) misiles Delilah de 330 mm o cuatro (2 × 2) misiles balísticos tácticos Predator Hawk de 370 mm.
Lanzador PULS danés con vainas de misiles tipo EXTRA
El PULS también puede transportar y lanzar municiones de merodeo SkyStriker, una característica única entre los sistemas MLRS. Los drones SkyStriker tienen un alcance de más de 100 km y, según un vídeo publicado por Elbit Systems, se transportan 6 drones en un solo contenedor. El dron puede alcanzar objetivos móviles, a diferencia de los demás misiles del sistema PULS, pero también puede regresar y aterrizar tras realizar misiones de reconocimiento y ser relanzado.
Opciones de misiles
Cohete / misil | Diámetro | Peso | Cantidad máxima | Guía | Alcance máximo | Precisión CEP |
Cabeza armada |
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GRAD | 122 milímetros | 66 kilogramos | 18 piezas / cápsula 36 piezas / vehículo |
ninguno | 40 kilómetros | n / A | 20 kilos |
LAR160 | 160 milímetros | 110 kilos | 13 piezas / cápsula 26 piezas / vehículo |
ninguno | 45 kilómetros | n / A | 46 kilogramos |
ACCULAR 122 | 122 milímetros | 72 kilos | 18 piezas / cápsula 36 piezas / vehículo |
GPS/INS | 35 kilómetros | 10 metros | 20 kilos |
ACCULAR 160 | 160 milímetros | n / A | 13 piezas / cápsula 26 piezas / vehículo |
GPS/INS | 40 kilómetros | 10 metros | 35 kilos |
UAV SkyStriker | n / A | n / A | 6 piezas / cápsula 12 piezas / vehículo |
CCD/IR y GPS/INS | más de 100 kilómetros | 1 metro | 5–10 kilogramos |
EXTRA | 306 milímetros | 570 kilogramos | 4 piezas / cápsula 8 piezas / vehículo |
GPS/INS | 150 kilómetros | 10 metros | 120 kilos |
Dalilah | 330 milímetros | 187 kilogramos | 2 piezas / cápsula 4 piezas / vehículo |
CCD/IR y GPS/INS | 250 kilómetros | 1 metro | 30 kilos |
Predator Hawk | 370 milímetros | 800 kilos | 2 piezas / cápsula 4 piezas / vehículo |
GPS/INS | 300 kilómetros | 10 metros | 160 kilos |
También están disponibles para el sistema PULS misiles de práctica con un alcance de entre 7 y 15 km.
Operadores
Israel
- Fuerzas Terrestres de Israel – Bajo el nombre "Lahav", montado sobre un chasis HEMTT (imagen), en servicio desde 2020.
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Azerbaiyán
- Fuerzas Terrestres de Azerbaiyán: se adquirieron 6 misiles Lynx y 50 EXTRA, que luego se utilizaron en la Guerra de Nagorno-Karabaj de 2020.
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Dinamarca
- Ejército Real Danés: 8 PULS entregados (contrato firmado el 2 de marzo de 2023) por 133 millones de dólares. El PULS se basa en un Tatra T815 6x6. Todos los lanzadores y misiles se entregaron a finales del primer trimestre de 2024. En noviembre de 2024, medios daneses informaron que un oficial del ejército danés afirmó que los sistemas de cohetes no contaban con GPS militar y, por lo tanto, eran vulnerables a las contramedidas electrónicas. Esto provocó un debate político en Dinamarca. ELBIT Systems negó la afirmación.
Países Bajos
- Ejército Real de los Países Bajos: 20 PULS pedidos con chasis Scania Gryphus [ nl ] y cabinas blindadas. El contrato, por un valor de 305 millones de dólares estadounidenses, se firmó el 18 de mayo de 2023; cuatro vehículos se entregarán en 2023.
- El primer lanzador PULS basado en un camión TATRA se entregó en febrero de 2024. El resto se construirá localmente en camiones blindados Scania Gryphus 8×8 en 2025 y 2026.
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Kazajistán
- Fuerzas Terrestres de Kazajistán : 18 cohetes Lynx y 50 EXTRA pedidos en 2007, entregados en 2008-2009. El Naiza (un derivado del Lynx) es un derivado del Lynx desarrollado en colaboración, basado en el chasis KamAZ-6350 8×8.
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Ruanda
- Ejército de Ruanda : 5 Lynx pedidos en 2007, en servicio desde 2008.
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Serbia
- Ejército Serbio – Elbit Systems anunció el 18 de noviembre de 2024 la adjudicación de un contrato por un valor aproximado de 335 millones de dólares para suministrar lanzacohetes múltiples PULS y sistemas aéreos no tripulados Hermes 900 a un cliente europeo anónimo, que resultó ser Serbia. El contrato tendrá una duración de 3,5 años.
Alemania
- Ejército alemán : El gobierno alemán decidió comprar cinco sistemas PULS en colaboración con los Países Bajos para reemplazar los cinco MARS II (M270 MLRS) enviados a Ucrania. La compra fue aprobada por el parlamento en diciembre de 2024. Es probable que se instale en un blindado Iveco Trakker FSA 8×8 ( GTF ZLK 15t ).
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Perú
- Ejército peruano - Seleccionado en julio de 2025 para modernizar las capacidades de artillería del ejército peruano en un acuerdo que incluye transferencia de tecnología y producción local.
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España
- Ejército de Tierra Español – En octubre de 2023 se encargaron dieciséis PULS para el programa SILAM MLRS (Sistema Lanzador de Alta Movilidad ) por aproximadamente 576,5 millones de euros. Elbit Systems colabora con un consorcio formado por Expal, Escribano Mechanical & Engineering, GMV e Iveco Defense Vehicle. Detalles del contrato:
- Camión 8×8, Iveco M320 (ASTRA SM 88.45)
- Accular 122 : 16 cápsulas, 288 misiles (18 misiles por cápsula)
- EXTRA : 28 pods, 122 misiles (4 misiles por pod)
- Predator Hawk : 32 cápsulas de lanzamiento, 64 misiles (2 misiles por cápsula)
- Cohetes de entrenamiento: 216 cohetes
Operadores potenciales
Grecia
- Ejército Helénico – En proceso de selección. Compite con la modernización de varios sistemas de artillería de cohetes griegos M270 MLRS por parte de Lockheed, como parte de un programa de modernización de las fuerzas de artillería de cohetes. En caso de adquisición, el Ejército Helénico adquirirá 36 o 40 unidades de la versión europea, EURO PULS MLRS, en un acuerdo de 600-700 millones de euros, con la construcción de algunos componentes en Grecia, según informes. El plan incluye la adquisición de cohetes Accular, EXTRA y, principalmente, Predator Hawk. La inclusión del UAV SkyStriker / municiones merodeadoras será una solicitud que realizará el Ejército griego, según informes de los medios de comunicación de enero de 2025. Si el Parlamento y KYSEA aprueban su compra , los lanzadores se montarán en vehículos sobre camiones Iveco, similares a los que Alemania utilizó para el sistema.
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Noruega
- Noruega pretende adquirir capacidades modernas de largo alcance para las fuerzas terrestres (artillería de misiles). Según informes, se prevé introducir 16 sistemas de artillería de misiles Euro-PULS o HIMARS, incluyendo un paquete de municiones y equipo asociado.
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Filipinas
- Ejército de Filipinas: compite activamente contra los sistemas HIMARS estadounidenses y el K239 Chunmoo surcoreano en el Proyecto de Adquisición de MLRS.
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Tailandia
- Ejército Real Tailandés: La RTA está probando una versión localizada del PULS.
Austria
- Según el plan de reconstrucción 2032+, Austria planea adquirir artillería de cohetes moderna para las Fuerzas Armadas austriacas. Debido a las tensiones políticas con EE. UU. en Europa, se supone que no se adquirirá ningún sistema estadounidense.
Bulgaria
- El Ministerio de Defensa búlgaro ha decidido prescindir del M142 HIMARS debido a su mayor precio y la fuerte demanda y en su lugar proceder con el PULS como reemplazo del OTR-21 Tochka.
Avión multipropósito D-11A del Ejército Real Tailandés sobre un chasis Tatra 815-7
Lanzador Lynx de las Fuerzas Terrestres de Azerbaiyán con cápsulas de cohetes EXTRA
martes, 2 de septiembre de 2025
Guerra Fría: El accidente del T-64 en la autopista alemana
1986: Tanque en la autopista Berlín Occidental-Hannover

La foto es ilustrativa y no tiene relación directa con la narración.
Intervención del General V. S. Chechevatov durante un incidente operacional en Alemania Oriental (1986)
Durante el otoño de 1986, en el contexto de ejercicios de comando y estado mayor del Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania (GFSA), se produjo un incidente operacional que involucró a una unidad de la 47.ª División de Tanques de la Guardia “Orden de la Bandera Roja del Bajo Dniéper de Bohdan Khmelnitsky”. Aproximadamente a las 22:00 horas, se recibió una comunicación clasificada en el vehículo de mando del teniente coronel Fiódorov, subcomandante de la división, ubicado en un puesto de mando de retaguardia.
La llamada fue realizada directamente por el general de ejército Viktor S. Chechevatov, comandante del 3.er Ejército de Armas Combinadas, quien informó escuetamente de un accidente ocurrido en la autopista Berlín Oeste-Hannover: un carro de combate se había precipitado desde un puente. En tono directo y sin rodeos, el general impartió la orden de retirar el vehículo de combate antes del inicio del tránsito matutino. Asimismo, instruyó que se le informara personalmente una vez completada la operación.
Cabe destacar que el batallón de reparaciones no se encontraba participando en los ejercicios, permaneciendo en su ubicación permanente en Hillersleben. Ante la situación, el teniente coronel Fiódorov dispuso el envío inmediato de tres vehículos de recuperación BTS-4 al lugar del incidente, y procedió personalmente al sitio para supervisar las labores. En ese momento no se contaba con información detallada sobre posibles víctimas, el grado de daño en el material blindado o la infraestructura vial, ni las causas exactas del accidente. No obstante, la prioridad operativa se centraba exclusivamente en la remoción del tanque antes del amanecer, con el objetivo de evitar comprometer la seguridad del tráfico civil y la exposición innecesaria de medios militares soviéticos en territorio de tránsito internacional.
Aproximadamente a la medianoche, las unidades de recuperación asignadas por el teniente coronel Fiódorov arribaron al sitio del accidente, localizado en un puente que cruzaba perpendicularmente una autopista de cuatro carriles en Alemania Oriental. La zona se hallaba debidamente acordonada por fuerzas policiales de la República Democrática Alemana (RDA) y señalizada mediante iluminación intermitente. En el lugar se encontró un carro de combate T-64 invertido sobre el pavimento, con las orugas hacia arriba, en el lado opuesto de la autopista al punto de caída.
La tripulación del vehículo se hallaba con vida, sin lesiones graves, aunque presentaba signos de shock emocional leve. Este aspecto fue confirmado por personal presente en el sitio y se consideró un dato relevante dada la potencial letalidad del incidente.
Debe destacarse que el tanque accidentado no pertenecía a una unidad convencional. Cada ejército blindado del Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania (GSVG) contaba con un regimiento independiente de tanques, coloquialmente denominado “regimiento suicida”. Estas unidades, caracterizadas por una dotación superior de blindados según el organigrama militar vigente, no disponían de compañías de reparación ni de vehículos tractores orgánicos. Esta carencia respondía a su doctrina de empleo: en caso de alarma general, su misión era desplegarse inmediatamente hacia una línea predeterminada de contacto con las fuerzas de la OTAN y resistir en primera instancia, con el objetivo de ganar tiempo para el despliegue general del resto del ejército. Por su propia naturaleza, estas unidades enfrentaban expectativas operativas de elevada letalidad, con escasas probabilidades de supervivencia en combate sostenido.
Durante los ejercicios de comando y estado mayor llevados a cabo en el otoño de 1986, el comandante del GSVG, general de ejército Piotr G. Lushev, dispuso la activación de esta unidad como parte de una prueba de alerta operacional. El tanque T-64 volcado pertenecía precisamente a ese regimiento independiente, y en el momento del accidente se encontraba armado con su dotación completa de munición de combate, lo que elevaba considerablemente el nivel de riesgo asociado a las tareas de recuperación.
Inversión
La fase inicial de la operación de recuperación del vehículo consistió en la remoción de la munición a través de la escotilla de evacuación ubicada en el fondo del carro de combate. Esta etapa fue evaluada como la más crítica desde el punto de vista de seguridad operativa. Dada la incertidumbre sobre el estado del mecanismo de carga automática, los proyectiles y las ojivas tras el impacto, existía el riesgo latente de una detonación secundaria, que habría escalado el incidente a la categoría de desastre mayor con repercusión internacional. En este punto, sin embargo, el evento aún era considerado un accidente aislado.
La magnitud del siniestro debe enmarcarse considerando la altura del paso elevado desde el cual cayó el T-64 —vehículo de aproximadamente 40 toneladas métricas— y la total ausencia de sistemas de retención personal como cinturones o dispositivos amortiguadores. No obstante, la tripulación no presentó lesiones graves, lo cual constituye un hecho excepcional desde el punto de vista biomecánico. Según el informe del teniente coronel Fiódorov, los tripulantes solo evidenciaban contusiones múltiples y, en un caso, una leve cojera.
La causa del accidente se atribuyó al agotamiento del conductor-mecánico, quien habría perdido el conocimiento al mando del blindado mientras marchaba en una columna de combate en situación de alerta nocturna. Todo indica que tanto el comandante como el artillero también se encontraban dormidos al momento del siniestro. Este estado de relajación muscular habría contribuido a mitigar el impacto de la caída, fenómeno fisiológico comparable a la menor gravedad de lesiones observadas en individuos en estado de ebriedad que sufren caídas desde alturas considerables.
La descarga de la munición fue completada en un lapso de dos horas, siendo esta depositada ordenadamente en el margen verde de la autopista. El cañón del tanque estaba orientado en sentido contrario al tráfico, lo que generó una situación crítica cuando el vehículo cayó sobre la calzada. Un automóvil Trabant que circulaba a gran velocidad por debajo del puente intentó maniobrar para evitar una colisión frontal con el tubo de acero de 125 mm. Sin embargo, al girar bruscamente, impactó contra el cañón tras la rotación de la torreta. El conductor sufrió fracturas en ambas extremidades inferiores y fue evacuado al centro hospitalario antes de la llegada del personal de recuperación.
La escena que se desarrolló en la autopista —limpia, ordenada y bien mantenida, como era característico de la infraestructura vial de la República Democrática Alemana en la década de 1980— contrastaba dramáticamente con el despliegue de tres tractores oruga BTS-4 maniobrando sobre el césped y el pavimento para intentar reincorporar el tanque. Las maniobras causaron un daño considerable al entorno, generando consternación entre las autoridades locales.
En términos técnicos, el primer intento de vuelco del T-64 consistió en el acople de un cable de acero a la oruga opuesta, procedimiento que resultó infructuoso dado que el primer tractor no logró tracción suficiente. El segundo vehículo de recuperación se movilizó para asistir, pero quedó atascado en una cuneta. Dado el riesgo creciente de inoperatividad general, se optó por utilizar el tercer BTS-4 mediante un trayecto alternativo, el cual logró posicionarse correctamente, aunque sin éxito en la operación final. La torreta permaneció firmemente apoyada sobre el asfalto.
Este evento generó alarma debido a la cercanía del inicio del tráfico matutino sobre la ruta Berlín Occidental–Hannover, eje vial de importancia estratégica y diplomática. Las demoras en la liberación del paso habrían tenido consecuencias logísticas y políticas adversas para la Unión Soviética ante sus interlocutores del Pacto de Varsovia y eventualmente de la OTAN.
Tras una evaluación de la situación operativa, el teniente coronel Fiódorov resolvió emplear como anclaje estático el tractor BTS-4 que había quedado inmovilizado en las inmediaciones del accidente. Se procedió a enlazar dicho vehículo con el T-64 siniestrado mediante un sistema de reenvío con polea, lo que permitió distribuir el esfuerzo de tracción. La maniobra tuvo éxito parcial: el carro de combate comenzó a rotar y finalmente fue volcado con un estruendo mecánico considerable. En ese momento, se consideró que una parte sustancial de la misión había sido completada.
Durante el proceso de aterrizaje, se observó un fenómeno estructural relevante: el peso y rigidez de la torreta, significativamente superior al del casco, generó una deformación descendente estimada entre 10 y 15 centímetros. Como consecuencia, el blindado fue derivado posteriormente a trabajos de reparación mayor, tras los cuales reingresó al servicio activo.
No obstante, el desenlace de la maniobra generó complicaciones adicionales. El T-64, al quedar con las orugas apoyadas sobre el cable de acero utilizado para el vuelco, obstaculizó su remoción inmediata. El tractor anclado fue desacoplado, y los otros dos vehículos de recuperación aplicaron tracción directa al cable, generando fricción, ruido metálico y chispas por contacto con los elementos rodantes.
En atención al riesgo de ignición y al estado incierto del sistema de propulsión del blindado, se consideró inadecuado intentar encender el motor. Además, la superficie asfáltica presentaba contaminación significativa por derrame de lubricante, lo cual constituía un riesgo adicional para la seguridad del personal y del medio ambiente. Se optó entonces por arrastrar el T-64 aproximadamente 100 metros hasta una zona adyacente a la calzada, donde no interfería con el tránsito vehicular.
El punto de impacto del blindado sobre la autopista dejó una deformación estructural notoria, visible incluso hasta la base de concreto del puente. No se dispone de registros técnicos posteriores sobre las acciones de reparación vial realizadas por las autoridades locales.
Asimismo, la documentación operativa no especifica qué unidad técnica recibió posteriormente el vehículo, ni su destino logístico. Concluida la evacuación del T-64, restaba aún la recuperación del primer tractor BTS-4 utilizado como ancla. Esta tarea consumió más de una hora de esfuerzos, agravando el estado del terreno. La zona verde alemana, originalmente mantenida en condiciones óptimas, se transformó en un lodazal a causa de las maniobras de tracción y arrastre.
No obstante las dificultades logísticas y técnicas, la operación fue ejecutada dentro del plazo estipulado por el comandante del 3.º Ejército de Armas Combinadas, general Viktor Chechevatov, quien fue informado oportunamente desde el puesto de mando de retaguardia. Su respuesta, escueta pero reveladora, fue: “Lo sé”. Acto seguido, cortó la comunicación.
Evgeniy Fiódorov || Revista Militar
lunes, 1 de septiembre de 2025
Munición: El cartucho sin vaina S&W Modelo 76
La bala experimental: el programa de cartuchos sin vaina S&W Modelo 76
ARRIBA: Ventajas de la munición sin vaina: los cartuchos son más ligeros y menos costosos de fabricar. Las desventajas incluyen la dificultad para solucionar averías y la delicadeza del propulsante sólido. (Sitio Histórico de la Armería de Springfield)
A principios de la primavera de 1966, el Departamento de la Marina de los EE. UU. contactó con el representante de Smith & Wesson, el Sr. George Ersham, para consultar sobre la posibilidad de que la corporación estadounidense diseñara y fabricara un arma similar en concepto y funcionamiento al Swedish K. Para el otoño de 1966, la Sección de Desarrollo de Smith & Wesson recibió una solicitud oficial por escrito del Departamento de la Marina para el desarrollo de un nuevo subfusil de 9 mm. Funcionarios de la corporación se reunieron con el Equipo SEAL Uno en la Base Naval Anfibia Coronado en San Diego, California, para analizar el proyecto. Durante la reunión, se proporcionó a los funcionarios de Smith & Wesson una lista de las características deseadas para el subfusil propuesto:
- La necesidad es urgente
- Confiable
- Escabroso
- Operación de selección de fuego
- Rentable
- Facilidad de mantenimiento
- Capacidad del cargador: 36 balas
- Velocidad cíclica de 600 a 800 disparos por minuto
El Sr. Dwayne Charron, de la Sección de Investigación y Desarrollo de Smith & Wesson, fue elegido para dirigir el proyecto. El Sr. Charron estaba altamente cualificado para la tarea, con amplia experiencia en el desarrollo y diseño de muchas de las armas de fuego de la compañía. S&W emitió el número 76 como designación del modelo para el proyecto, simplemente como número de control, sin ningún otro significado.

Aunque se desconoce la cantidad exacta de subfusiles S&W adquiridos por la Armada, se creía que el total era limitado. Cuando Smith & Wesson suspendió la fabricación del Modelo 76 en julio de 1974, esto representó un problema para la Armada a la hora de obtener las piezas de repuesto necesarias para el mantenimiento de las armas. A finales de 1982, el Mark 24 Mod 0 (Modelo 76) fue eliminado del inventario de la Armada. El Smith & Wesson Modelo 76 fue finalmente reemplazado por el Heckler & Koch MP5 de 9 mm.
Programa de munición sin vaina
La investigación y el desarrollo de un cartucho sin vaina adecuado se han llevado a cabo durante años. Aún no se ha desarrollado un diseño exitoso. Varios fabricantes de cartuchos y armas de fuego, tanto nacionales como internacionales, así como el gobierno estadounidense, han iniciado programas para desarrollar y perfeccionar el cartucho sin vaina, con un éxito limitado.

Un cartucho sin vaina eficaz ofrecería muchas ventajas sobre la munición convencional. Los cartuchos sin vaina serían más pequeños y ligeros, lo que permitiría a los soldados llevar una mayor carga de munición. Los mecanismos de las armas de fuego podrían simplificarse mucho eliminando muchas piezas como percutores, extractores y eyectores. Una de las desventajas era el problema de corregir los disparos fallidos. Un método bastante sencillo consiste en usar una baqueta de limpieza para expulsar el cartucho defectuoso de la recámara.
El concepto original del cartucho sin vaina se remonta a Smith & Wesson con su cartucho volcánico, patente número 14147, del 22 de enero de 1856. Los cartuchos consistían en un proyectil cónico de plomo con una base hueca. La base se llenaba de propelente, que se mantenía en su lugar mediante una base de corcho o latón. La mezcla se encendía mediante un cebador independiente, impulsando el proyectil fuera del cañón. Aunque el cartucho volcánico no tuvo éxito, con el tiempo dio lugar a la colaboración entre Horace Smith y Daniel B. Wesson. Desde entonces, ha habido numerosos intentos de perfeccionar un cartucho sin vaina. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes experimentaron con munición sin vaina para fusil y ametralladora de 7,92 mm, pero sus intentos fueron en gran medida infructuosos. El Ejército estadounidense había intentado convertir un fusil M14 para utilizar un cartucho sin vaina de 7,62 mm de la OTAN. La mayor parte del trabajo se llevó a cabo en el Arsenal de Frankford. Problemas insuperables y la falta de fondos obligaron al Ejército a abandonar el programa.
No fue hasta 120 años después del Cartucho Volcánico que los ingenieros de Smith & Wesson intentaron perfeccionar una munición sin vaina. El desarrollo se inició en noviembre de 1966. El personal clave asignado al proyecto fue el Jefe de Investigación y Desarrollo, Dwayne Charron; el ingeniero de investigación Harold E. Sibley; y el inventor austriaco Hubert Usel. El Sr. Usel dirigía un laboratorio de investigación electroquímica en Inzing, Austria, donde llevaba varios años desarrollando munición sin vaina. En 1966, Smith & Wesson lo contrató para colaborar en su proyecto de munición sin vaina.
La empresa matriz de Smith & Wesson, el Grupo Bangor Punta, era propietaria de una empresa llamada EXPLO en Lorena, Brasil, dedicada a la fabricación de explosivos. La fábrica contaba con un laboratorio bien equipado y otras instalaciones para desarrollar (discretamente) un cartucho sin vaina. Las balas de 9 mm utilizadas eran fabricadas por CBC Global Ammunition-Magtech de Brasil y modificadas en EXPLO.
La primera arma de S&W para la experimentación con munición sin vaina fue el venerable subfusil sueco K de 9 mm, equipado con una caja de batería con interruptor deslizante. Se intentó alimentarlo mediante un magneto, pero una batería demostró ser más fiable. Se dispararon más de 50.000 cartuchos con el prototipo sin necesidad de cambiar la batería. Finalmente, el enfoque se centró en el desarrollo del subfusil Smith & Wesson Modelo 76 para usar munición sin vaina.
El cartucho sin vaina S&W de 9 mm medía poco más de una pulgada de largo; utilizaba un proyectil estándar de 9 mm de 0,355 pulgadas de diámetro y 124 granos con un perno en la base. El propulsor era una masa sólida fijada a la base de la bala. El perno que se extendía desde la base del proyectil estaba diseñado para conferir resistencia mecánica adicional al compuesto propulsor. El propulsor sólido estaba recubierto con una capa protectora que le proporcionaba cierta resistencia al agua y al calor. La producción de una capa adecuada para proteger eficazmente el propulsor fue uno de los problemas encontrados durante el programa de munición sin vaina. El cartucho sin vaina Smith & Wesson utilizaba un fulminante que se activaba mediante una carga eléctrica. El pequeño disco de composición del fulminante era muy delgado y estaba fijado a la parte posterior del propulsor sólido; el fulminante era insensible a la percusión. Al disparar, el fulminante y el propulsor se consumían por completo. La velocidad inicial del cartucho sin vaina de 9 mm era la misma que la de un cartucho convencional de 9 mm. El cartucho sin vaina era un 30 por ciento más ligero que un cartucho convencional equivalente.
Dos subametralladoras Smith & Wesson, la X186 y la X219, fueron adaptadas para disparar munición de 9 mm sin vaina mediante la adición de una batería seca Burgess U20 de 30 voltios para flash dentro de una caja de batería montada justo delante del guardamonte. El arma estaba configurada para que el cartucho no pudiera encenderse a menos que el cerrojo estuviera completamente adelantado. La recámara del cañón era considerablemente más larga que el propio cartucho. La parte frontal del cerrojo de la recámara proporcionaba un sello hermético, proporcionando la obturación necesaria para que el propelente en combustión acumulara la presión suficiente para disparar la bala. Un par de electrodos estaban montados dentro del cerrojo para proporcionar una fuente de ignición. La energía se transmitía a los electrodos mediante un interruptor, que también actuaba como seguro. El cerrojo carecía de percutor o extractor. Se utilizaba un cargador convencional para alimentar los cartuchos. Según se informa, el retroceso era menor que el del Modelo 76, que disparaba munición convencional de 9 mm.
La primera demostración pública del subfusil Smith & Wesson Modelo 76 sin vaina se realizó el 2 de noviembre de 1967 en un campo de tiro cerca de Lodi, Nueva Jersey. Representantes de la compañía comentaron a los numerosos periodistas asistentes que el concepto de munición sin vaina representaba el mayor avance en la tecnología de armas de fuego desde la invención de los casquillos metálicos, que dejaron obsoletas las armas de avancarga anteriores. El desarrollo de los nuevos cartuchos sin vaina fue la primera incursión de la compañía en el sector de la munición.

La compañía Smith & Wesson y el subfusil Modelo 76 recibieron mucha cobertura mediática y publicidad gracias al programa de munición sin vaina, con artículos publicados en prácticamente todas las publicaciones especializadas en armas de la época. Finalmente, el programa se abandonó. La fragilidad de los cartuchos y su incapacidad para resistir las inclemencias del tiempo fueron solo algunas de las razones de la cancelación del proyecto. A pesar de los esfuerzos por resolver los problemas, la munición sin vaina no era adecuada para el ámbito militar.
Un agradecimiento especial al curador Alex MacKenzie y a todo el personal del Sitio Histórico Nacional Springfield Armory.

