El robot lanzamisiles Igla de Ucrania está diseñado para emboscar helicópteros rusos
El robot de cuatro ruedas podría estar al acecho
Trench Art
El robot Igla de Ucrania. Vía Special Kherson Cat
Las fuerzas ucranianas han acoplado un misil de defensa aérea Igla, lanzado desde el hombro, a un robot terrestre de cuatro ruedas, y le han añadido una cámara y controles remotos para que un operador remoto con gafas de realidad virtual pueda apuntar y disparar el misil de 11 kilos contra drones, helicópteros y aviones a una distancia de hasta cinco kilómetros.
Es una gran idea y el último ejemplo de improvisación robótica por parte del ejército ucraniano, con escasez de personal. "Rusia puede permitirse enviar oleadas de soldados a morir en suelo ucraniano", explicó el corresponsal de guerra David Kirichenko. "En cambio, Ucrania debe recurrir a la tecnología".
Ucrania, que ya es líder mundial en vehículos aéreos no tripulados, ahora centra su atención en un campo de la robótica mucho más complejo: los robots terrestres, que, a diferencia de los UAV, deben navegar por terrenos difíciles que tienden a bloquear las señales de radio.
"Las plataformas robóticas terrestres ya están demostrando su eficacia en logística, evacuación y apoyo de fuego", declaró Oleksandr, comandante del pelotón que supervisa los robots terrestres del Batallón Antares de la Brigada Rubizh, a Kirichenko. "Durante el próximo año, su papel no hará más que crecer".
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