La experiencia ucraniana: Posibles variantes para el desarrollo de un tanque de batalla principal en la guerra moderna
El tanque de batalla principal (MBT), símbolo de las fuerzas terrestres del siglo XX, ha sido blanco de ataques en el siglo XXI, tanto literal como conceptualmente. La guerra en Ucrania no solo ha provocado enormes pérdidas de vehículos blindados, sino que también ha suscitado serias dudas sobre la sostenibilidad del concepto tradicional de tanque.
Imágenes
de los tanques rusos T-72, T-80 y T-90 destruidos, cuyas tripulaciones a
menudo no tenían posibilidad de escapar, han dado la vuelta al mundo y
han reavivado el debate sobre la "muerte del tanque" como arma decisiva
en el campo de batalla moderno. Si bien no es la primera vez que se
descarta el tanque (véase la primera guerra en Chechenia), es el
conflicto en Ucrania el que ofrece nuevas y convincentes razones para un
replanteamiento radical de lo que debería ser un tanque moderno. En
lugar de abandonar el tanque como clase, es necesaria una transformación
fundamental en términos de armamento, protección, táctica y rol en un
campo de batalla multidominio conectado digitalmente.
Lecciones de Ucrania: ¿La muerte del tanque o la muerte de un viejo paradigma?
La invasión rusa de Ucrania en 2022 ha vuelto a poner a los tanques en el centro de las operaciones de combate, bajo un fuego sin precedentes. Desde el inicio del conflicto, se ha confirmado visualmente la destrucción de más de 4.000 tanques rusos. La mayoría fueron víctimas de misiles antitanque Javelin y NLAW o de drones suicidas ucranianos. Al comienzo de la guerra, los tanques y otros vehículos blindados desplegados sin suficiente apoyo de infantería ni cobertura de reconocimiento con drones se convirtieron en blancos fáciles para las unidades ucranianas armadas con misiles antitanque. Posteriormente, los drones kamikaze y los pequeños UAV que lanzaban granadas antitanque se convirtieron en una pesadilla para los tanques.
También se hizo evidente que el entrenamiento de tanques rusos, en particular, adolece de graves defectos de diseño. Los tanques rusos con sistemas de carga automática, donde la munición se almacena en un anillo alrededor de la torreta, a menudo explotaban con consecuencias fatales, haciendo estallar toda la torreta y matando instantáneamente a la tripulación. La coordinación insuficiente con otras unidades (especialmente con vehículos aéreos no tripulados de defensa aérea y reconocimiento de corto alcance) provocó situaciones en las que los tanques se movían en una zona que los defensores ucranianos habían convertido en una zona mortal. Esto no significa que el tanque como sistema de armas esté obsoleto. El propio ejército ucraniano despliega tanques, a menudo de origen occidental. Desde el punto de vista de la eficacia contra las amenazas en el campo de batalla ucraniano, los diseños occidentales pueden dividirse en dos grupos. El primer grupo está formado por diseños que ya son en gran medida inadecuados para el campo de batalla actual. Esto se aplica en particular al Leopard 1, que es altamente vulnerable no solo a los misiles antitanque y los tanques enemigos, sino también a los drones de bajo coste. El segundo grupo está formado por vehículos que han demostrado su eficacia y potencial para seguir desempeñando el papel de los MBT (en el sentido actual del término) en el futuro. Sin embargo, al mismo tiempo, cada vez es más evidente que los tanques ya no pueden ser los únicos "reyes del campo de batalla". En la guerra moderna, solo sobrevivirán si forman parte de un ecosistema más amplio e interconectado de recursos de combate.
Tanque 2.0: Un concepto híbrido en respuesta a las nuevas amenazas
Uno de los intentos más ambiciosos de redefinir la clase de tanque es el concepto ruso "Tanque 2.0", originado con el vehículo BMPT "Terminator". Este no es un MBT clásico, sino un vehículo de combate pesado versátil, diseñado principalmente para destruir objetivos ligeros, infantería y, en casos extremos, MBT enemigos (utilizando ATGM). En lugar de una sola arma principal, está equipado con una combinación de cañones de fuego rápido, ametralladoras, lanzagranadas automáticos y misiles guiados, y probablemente utilizaría un chasis de tanque pesado. El Tanque 2.0 representa una ruptura con el paradigma tradicional de "alto calibre" para el combate de tanques, ofreciendo en cambio un vehículo capaz de operar con máxima autonomía en el campo de batalla. La información de que los rusos están considerando un concepto similar provino en 2016 de Ruslan Puchov, director del CAST (Centro para el Análisis de Estrategias y Tecnologías) con sede en Moscú. Aunque la idea de que los rusos, en su situación actual de librar una guerra de desgaste en Ucrania, aún tengan recursos para desarrollar un tanque conceptualmente tan "futurista" es bastante ridícula, la idea misma de un híbrido entre un MBT y un BVP mediano o pesado podría encontrar aplicación en otras partes del mundo, como Israel.
El MGCS europeo y el abandono de Armata por parte de Rusia
En Europa, las discusiones sobre el futuro de los tanques de batalla principales (MBT) han dado lugar al Sistema Principal de Combate Terrestre (MGCS), un programa conjunto franco-alemán para desarrollar una nueva generación de tanques. Se espera que el proyecto sustituya al Leopard 2 y al Leclerc (o al futuro MBT Leopard 3) alrededor de 2040, aunque desde el principio no se concibió como un simple tanque nuevo. El MGCS será una plataforma modular donde el MBT principal se conectará a vehículos no tripulados, drones, sensores y un sistema de intercambio de datos. Se hace hincapié en la digitalización, un alto grado de automatización, una arquitectura abierta y la adaptabilidad a diversas formas de campo de batalla, desde el combate convencional hasta los conflictos asimétricos. El principal reto para el MGCS sigue siendo la interoperabilidad y la cuestión de si Europa puede desarrollar un sistema de armas que no quede obsoleto antes de su entrada en servicio. Ucrania demuestra que el desarrollo de armas ya no es lineal, sino que se produce en un entorno de rápida adaptación, lo que favorece las plataformas modulares y actualizables frente a los proyectos engorrosos. También es importante mencionar un proyecto competidor, el KF51 Panther alemán. La perspectiva occidental sobre los tanques no ha cambiado mucho. Basándonos en los proyectos actuales, se puede afirmar que seguirán siendo principalmente vehículos caros y bien blindados, priorizando la supervivencia de la tripulación en caso de ataque.
Hasta
cierto punto, el MGCS se está convirtiendo en un complemento conceptual
más audaz para el Armata ruso en el contexto de las plataformas
modulares pesadas. Paradójicamente, Rusia está desistiendo de estos
planes (probablemente debido principalmente a su experiencia en
Ucrania). Cabe suponer que la escuela de tanques rusa no cambiará mucho
en las próximas décadas, principalmente por razones financieras. La
adquisición de varios miles de nuevos tanques Armata o de diseño similar
está fuera del alcance de la economía rusa. En cambio, es probable que
veamos una modernización más profunda del diseño "T", basada en la
filosofía de que la fuerza está en la unión. Los rusos probablemente se
centrarán en la protección de los tanques contra drones y las zonas
vulnerables, en particular el blindaje del techo de la torreta y un
almacenamiento de munición más seguro. Lo que ambas escuelas de tanques
(occidental y rusa) probablemente tendrán en común (además de abordar la
amenaza de los drones y el APS) será un aumento del calibre del cañón
principal. En el caso de los tanques occidentales, cabe esperar calibres
de 130 o 140 mm. En el futuro las máquinas rusas podrían alcanzar
calibres de hasta 152 mm.
Tanques UAV y vehículos autónomos
Uno de los desarrollos más radicales en el diseño de MBT es el concepto del tanque UAV: una máquina controlada remotamente o guiada de forma autónoma mediante inteligencia artificial. Esta dirección presenta varias ventajas: reduce la silueta, al no requerir espacio para la tripulación ni protección, reduce el riesgo de muerte y permite el despliegue de vehículos en entornos con alto riesgo de amenazas biológicas o nucleares. En Ucrania también se han probado versiones improvisadas, como tanques teledirigidos con explosivos, utilizados como "UAV kamikaze terrestres". Las desventajas de este enfoque son su baja autonomía, los altos requisitos de conectividad de datos y la posibilidad de interrupciones en las comunicaciones. Sin embargo, la dirección del desarrollo muestra que los futuros MBT no necesariamente serán controlados por humanos, o al menos no habrá humanos en su interior. El Ejército Popular de Liberación de China ideó un concepto bastante interesante en 2018 cuando comenzó a experimentar con tanques Tipo 59 obsoletos convertidos en drones terrestres. El diseño del tanque es completamente anticuado, especialmente en cuanto a la protección de la tripulación, pero cuenta con un cañón de 100 mm, una potencia de fuego considerable que puede emplearse en el campo de batalla moderno para tareas de apoyo. El enfoque chino podría ser una de las mejores opciones para países con una gran cantidad de tanques y vehículos blindados obsoletos en general.
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