martes, 11 de noviembre de 2014

Óptica para rifle: Empleo de retículos especiales tipo Mil–Dot

Empleo de retículos especiales tipo Mil–Dot 
Por el Mayor Ramón Venturini 

Revista del Suboficial 




Nuestros cuadros de organización prevén el rol de combate del tirador especial. Para un eficiente desempeño por parte del hombre en esta función durante el combate, se lo debe equipar con el armamento acorde con las capacidades que se pretenden del mismo. 

Podemos decir que el tirador especial debe estar capacitado para batir un blanco del tamaño de una silueta humana a largas distancias (600 – 900 m), con una alta probabilidad (80% - 90%) de impactar en el mismo, con el primer disparo. Esta distancia y probabilidad variarán de acuerdo con las cualidades del tirador, el adiestramiento adquirido y la calidad técnica del sistema de arma (fusil – visor óptico – munición) empleado. 
En razón de las carencias existentes en las unidades de infantería de montaña del material de dotación adecuado para un óptimo desempeño en el rol de tirador especial, se cubre esta necesidad con el armamento de dotación, ya sea el fusil FAL o FAP y en algunas unidades de cazadores, con fusiles más adecuados de marca Winchester, Remington o Mannlicher, normalmente acondicionados con bípode y provistos de algún visor óptico. 

Es justamente acerca de las características del visor óptico el tema sobre el que nos detendremos. Resulta frecuente restar importancia a este componente del sistema de armas del tirador especial, en razón de creer que con un fusil de buena o mediana calidad y una mira óptica común se puede lograr una excelente perfomance en el tiro a largas distancias. 

 

Por supuesto, esta idea es absolutamente errónea, y por ello queremos destacar que, como parámetro básico, debemos afirmar que el costo de un visor óptico de buena calidad, normalmente supera el costo del fusil. Los expertos tiradores dicen, al respecto, que siempre será preferible optar por un fusil de calidad mediocre y un visor de excelente calidad, y no al revés. 

Además, debemos recordar que en cuanto a las opciones de visores disponibles, existe una extensa variedad en cuanto a configuraciones, prestaciones, calidades, costos, etc. Normalmente, se considera que las mejores calidades ópticas las poseen las fábricas alemanas y austriacas, a las que le siguen algunos productos de origen norteamericano (Leupold). 
Sin embargo, el motivo del presente informe apunta a desterrar otro error generalizado: aquel que considera que cualquier tipo de retículo que posea el visor, permitirá el tiro a largas distancias con buenos resultados. Esto es absolutamente falso, ya que muchos retículos fueron diseñados para el empleo en la caza mayor deportiva a corta distancia (100 – 300 m), o bien para el tiro deportivo de precisión, pero no para el tiro en condiciones de combate a largas distancias. 

 

Por lo tanto, debemos admitir que para dotar a un fusil destinado al tirador especial, el visor que se acople necesitará poseer un retículo que permita, por lo menos, realizar algún tipo de apreciación de distancias para poder compensar la caída de la trayectoria del proyectil, además de permitir, en lo posible, el tiro en condiciones de escasa visibilidad. 

Actualmente, existe, en uso en los principales ejércitos del mundo, una variedad de modelos o configuraciones de retículos militares para los visores. Pero el que ha logrado mayor difusión en las fuerzas armadas occidentales es de origen estadounidense, y se denomina Mil–Dot. En las imágenes siguientes vemos ejemplos de retículos militares. 

  

La primera mira óptica para la cual se diseñó este retículo fue una de marca Leupold. Esta fábrica posee productos de excelente calidad, y varios de sus modelos son diseñados para uso táctico, y es de dotación de las fuerzas armadas de los EE.UU. 

Los retículos Mil–Dot fueron diseñados sobre la base de la unidad de medida del miliradian. Los dots o círculos que éstos contienen, así como la separación entre ellos, están relacionados con esta unidad. Valiéndose de ello, el tirador puede calcular la distancia que lo separa de un blanco de altura o ancho conocido. Como es material proveniente de EE.UU. normalmente se emplean unidades de medidas como yardas y pulgadas, pero fácilmente se pueden realizar las conversiones. También es posible aplicar este sistema para compensar el movimiento del blanco o para el tiro en días ventosos. 

Al respecto, digamos que la distancia desde el centro de un dot o círculo hasta el centro del dot siguiente es un miliradian. Esta medida angular es equiparable a nuestro conocido milésimo, que solemos emplear en el retículo de los anteojos de campaña para apreciar distancias y corregir el tiro de morteros y artillería. 

Asimismo, aclaremos que un miliradian es equivalente a 10 centímetros a 100 metros. Por lo tanto, proyectada esta relación será 100 centímetros a 1.000 metros. 

Otro valor angular que normalmente se emplea, es el minuto de ángulo (MOA), que es equivalente de manera aproximada, a una pulgada a cien yardas, o veintinueve centímetros a cien metros. 
Veamos, como ejemplo, las medidas de un retículo Mil–Dot y sus correspondientes equivalencias. 

 

 

Como sabemos, empleando una simple regla de tres, y conociendo por ejemplo el tamaño promedio de la figura humana, se pueden realizar estimaciones de distancia bastante precisas. 

También es necesario distinguir la existencia de dos tipos de Mil–Dot: uno de ellos es empleado por el ejército norteamericano -cuyos dots son redondos- y el otro es utilizado por el cuerpo de infantería de marina –sus dots poseen forma oval-. Existiendo entre ellos algunas pequeñas diferencias para su empleo. 

Si bien este tipo de retículo es de naturaleza militar, su uso se popularizó entre el universo de tiradores y cazadores deportivos, razón por la cual muchas fábricas de productos ópticos comenzaron a ofrecer, en el mercado civil, modelos con esta configuración. Esto ha permitido obtener, para su compra visores ópticos deportivos de calidad media, configurados con retículo Mil–Dot, a costos relativamente económicos. 

Sólo a modo de referencia, en el cuadro siguiente podemos apreciar algunos modelos de miras obtenibles en el mercado nacional. 
Existen, además, modelos de visores, los cuales, aparte del retículo que mencionamos, poseen un dispositivo de iluminación que se activa a voluntad mediante un reóstato, por el cual se puede resaltar el mismo con color rojo, logrando con ello un gran contraste, que permite y facilita el tiro en condiciones de escasa o reducida visibilidad. 

 

 

Por supuesto que con el uso de este retículo, los visores deportivos de uso civil suelen presentar algunas variaciones en relación con los diseñados específicamente para uso militar. Empero, el uso de este tipo de dispositivos, permite realizar una buena adaptación, constituyendo una buena alternativa, en relación al costo–beneficio para la instrucción del personal que se desempeña en los roles de combate de tirador especial. 

El RIM 22 realizó, durante el presente año militar, algunas experiencias para corroborar las diferencia resultantes en el tiro con los visores ópticos de dotación de la unidad, configurados con retículo tipo duplex convencional. Diseñado para caza deportiva y con una mira particular con retículo Mil–Dot y dispositivo de iluminación del mismo, pudo comprobarse en el polígono, y durante distintas actividades operacionales desarrolladas en el terreno, las ventajas de este último. 

 
Fusil empleado en las experiencias comparativas, marca Sabatti, calibre 7,62x51 con bípode rebatible - extensible marca Harris - y visor óptico marca Deben modelo Hawke Nite Eye 3-9x40 con retículo Mil-Dot y dispositivo de iluminación, para tiro en condiciones de escasa visibilidad. 

Conclusiones 

Es necesario tomar conciencia de lo importante que resulta contar con un sistema de arma debidamente configurado para dotar a los tiradores especiales, sin olvidar el valor de cada uno de los componentes del mismo, pensando en el uso al que estará destinado. 

Por lo tanto, los visores ópticos que se acoplen a los fusiles de los tiradores especiales deben poseer algún tipo de reticulado, que permita realizar estimación de distancias y efectuar correcciones para el tiro a largas distancias. La configuración Mil–Dot es la más difundida, e incluso la más probada en combate por parte de las fuerzas armadas occidentales. 

En el mercado argentino, existen ofertas de este tipo de material, a precios razonables. Para mayor información, se puede consultar a: 

http://www.shilba.com 
http://www.deben.com 
http://www.fullaventura.com.ar 

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