Chavín de Huantar
La operación de rescate de los rehenes de la casa del embajador Japonés en Lima, cuyo nombre clave fue Chavín de Huantar, está de nuevo en los titulares del Perú y el Mundo, luego de 5 años de este impresionante rescate realizado por comandos peruanos.La investigación sobre violación de los derechos humanos de los terroristas por parte de los comandos, se basa en tres testigos que indican que vieron por lo menos a un terrorista rendirse a la fuerza de comandos después de la liberación de los rehenes.
Para los que no saben como terminó esta incursión de los comandos peruanos para la liberación de rehenes, murió uno de los rehenes ya en el hospital, 2 comandos muertos, 25 heridos y todos los terroristas muertos.
El tema en cuestión es una posible orden de no dejar terrorista vivo, y esta orden fue impartida por el presidente Fujimori o su asesor Montesinos.
Irresponsablemente, el juzgado peruano trata este asunto sin el mayor rigor en mantener la identificación de los comandos en secreto como siempre se debe hacer por razones obvias, pues revelando la identidad de los comandos no sólo se exponen sus vidas si no la de sus familiares. Hermoso agradecimiento que les da la Patria que defienden....
La Fuerza de comandos que realizó la operación estaba dividida en unidades de operación. Por ejemplo la Unidad de demolición que fue la encargada de hacer los forados en túneles, techos, paredes y puertas, la Unidad de asalto que es la primera en entrar, la Unidad de contención que refuerza a la primera , la unidad de extracción, la unidad de apoyo que es la que coordina la extracción de los rehenes y la atención de las posibles bajas, etc. Cada unidad tenía labores diferenciadas en la acción, por lo tanto no se puede incriminar a todo el grupo por una unidad, aunque el cuerpo de estos comandos que están compuestos por personal Naval y del Ejército, se sienten como un solo bloque y asumen conjuntamente la acción sin diferenciar a nadie. Valiente ejemplo que nos dan los militares sobre solidaridad de cuerpo.
Lo terrible de esto es analizarlo fuera de contexto, 5 años después, con muy poco criterio y aplicando detenciones preventivas a los comandos para evitar su fuga del país!!!, cuando casi la totalidad de estos hombres se encuentra en servicio y aun más peleando contra el narcotráfico en la selva.
Ahora bien, pongamos algunas cosas en claro usando un ejemplo: Si dos barcos entran en combate uno contra el otro y uno queda fuera de combate y se rinde, el otro buque está OBLIGADO a cesar el fuego y dar por terminada la contienda y no puede seguir hostigando al buque rendido hasta que se hunda. En otras palabras después de una rendición no puede haber REMATE o REPASE. Pero en un asalto de estas proporciones los sucesos no son tan claros como el ejemplo y sobre todo las acciones son más precipitadas.
Los comandos son gente extremadamente profesionales y no se guíen de su caudal de adrenalina, pues esa misma adrenalina los podría hacer salir corriendo, por eso los comandos entrenan para ser fríos y serenos en toda situación límite. Eso es lo que los hace profesionales y no una banda de asesinos como algún irresponsable quiere hacer parecer al grupo de comandos de Chavín de Huantar.
Ahora bien aclarados estos detalles, si existió exceso debe juzgarse y sancionarse, porque las fuerzas armadas no deben permitir ese tipo de acciones. Pero antes de adelantar opinión alguna, debe hacerse una investigación manteniendo el anonimato de los comandos y sus familias. Y eso de la ANMISTIA, se la pueden guardar para los delincuentes arrepentidos. Eso es para los que han incurrido en falta, y no a la gente que pelea por defender su Patria.