En la montaña la indumentaria es tan importante cómo los aparatos ópticos, y vaya pensando que el costo de las prendas puede superar al de estos.
Mójese, pase hambre, frío ó transpire excesivamente y verá con que rapidez se termina la cacería.
Y esto sin mencionar los inconvenientes sí el ajuar le resulta pesado, incómodo, le aprieta, o no tiene dónde guardarlo cuando no está en uso.
En la montaña, o en cualquier otro lugar con climas extremos, la continuidad de la cacería, o de cualquier actividad, depende de tres cosas básicas; el reparo, la ingesta y la bebida. El resto es superfluo o negociable.
La cacería de altura comienza antes de las cuatro de la mañana con un buen desayuno y termina bastante después de la caída del sol con alguna comida rápida. Por lo tanto hay estar preparado para poder alimentarse en el transcurso de la jornada, lidiar con el frío en los extremos del día, con el calor en el medio, además de lluvia, nieve ó viento, ó con todos ellos en diferentes combinaciones. Tanto para comer como para abrigarse es necesario acarrear los elementos que se empleará, además de algunos otros de supervivencia.
Recuerde que una vez que se abandonó el campamento base uno queda a la merced de sus propios medios y recursos, y las alturas no son un lugar para que las inclemencias del tiempo lo pillen desprevenido.
La mochila
El elemento más importante del equipo del montañista es su mochila. De ella depende su supervivencia y el éxito de su empresa, ya que le permite abandonar el campamento por más de un día sí eso fuese necesario.
Independientemente de que la mochila resulte en un ornamento romántico para algunos, cumple otras funciones menos vistosas, pero más prácticas. Por ejemplo le permite transportar el arma, telescopio, mapas, brújula, botiquín de primeros auxilios, cámara fotográfica, una radio pequeña, linterna, ropa de abrigo, carpa, fósforos, comida y munición extra, y una vez que abatió al trofeo contar con los elementos necesarios para desollar y carnear, amén que durante el viaje de regreso resulte un medio adecuado para transportar la carne y el trofeo.
Todo esto en un pequeño y práctico envoltorio colocado a sus espaldas, dónde no interfiere con el andar precario típico de los terrenos montañosos, y que le permite tener ambas manos libres para escalar.
Por esto no cualquier mochila se adapta a estas exigencias. Para comenzar la mochila debe de ser resistente al mal trato, lavable e impermeable. Luego debe de contar con diferentes compartimientos de fácil acceso para los múltiples elementos mencionados previamente. No resulta práctico que en caso de necesitar un cartucho extra tengamos que ir a buscarlo al fondo del petate.
Antes de adquirir ésta importante parte del equipo, reúna todos los elementos que considera necesario transportar y calcule cuales son sus necesidades en cuanto a espacio físico. Una mochila demasiado grande aumenta el peso a transportar y resulta más difícil de acarrear.
Las correas de sujeción deben de ser regulables, anchas y con almohadillas que eviten la erosión de la piel. Las mejores mochilas vienen provista con un armazón liviano que ayuda a equilibrar el peso de la carga, distribuyéndolo sobre puntos de apoyo estratégicos, como las caderas.
Estos armazones se fijan a la mochila mediante anclajes de tela resistente, y todo el conjunto se adosa al cuerpo mediante las correas superiores que pasan por sobre los hombros y por debajo de la axila. Su función es la de evitar que la mochila se desplace hacia delante ó atrás haciéndonos perder el equilibrio, y no la de descargar el peso sobre los hombros.
Una segunda correa ubicada en la parte inferior de la mochila, y similar a un cinturón ancho con cierres rápidos de Velcro ó materiales similares, es la responsable de quitar el peso de la parte superior del cuerpo y transmitirlo a las caderas, permitiendo un andar más fácil y equilibrado al bajar el centro de gravedad del peso que acarreamos.
Las prendas para el frío
Cómo resulta pesado y molesto llevar diferentes atavíos para cada una de las probables condiciones climáticas cómo se hacía en el pasado, hoy en día se estila acarrear una sola prenda.
La misma debe de ser impermeable, abrigada y que permita la salida de la humedad de la transpiración, y por debajo colocar tres o más capas de ropa que pueden quitarse ó agregarse a voluntad para lograr una regulación fina de la temperatura.
La Clave del sistema radica en esas múltiples capas de indumentaria, que no tienen por que ser costosas o de materiales espaciales. Solamente la capa externa debe de ser impermeable al agua, capaz de detener al viento, y permitir la salida del vapor generado por el cuerpo, para que éste no se condense generando humedad, que al enfriarse actúa como refrigerante.
Estas prendas externas son costosas, pero terminan siendo una de las mejores inversiones del cazador. Las mismas se obtienen en tiendas especializadas ó por catálogos. Se las puede seleccionar en distintos modelos y con múltiples accesorios. Cualquiera sea la escogida, asegúrese de que sea liviana, cómoda y que cumpla con las tres funciones mencionadas.
Las medias, algo a lo que normalmente no se le presta importancia, deben de ser también de material impermeable al agua y permeable al vapor del cuerpo. Junto con estas se pueden utilizar medias de abrigo. Pero es fundamental que el pie se mantenga seco y caliente, ya que por los mismos se pierde el 25% del calor corporal.
La otra alternativa en climas fríos pero secos, es emplear un calcetín sintético inmediatamente por encima de la piel, y sobre el mismo agregar uno de lana. De ésta forma se está cumpliendo con el sistema de las capas, además de favorecer el roce entre el calcetín externo y el interno, en lugar de entre la piel y la media, impidiendo así la formación de ampollas.
El calzado
El calzado debe de ser liviano, abrigado, resistente a la abrasión, con buena tracción o agarre, cómodo, previamente asentado, capaz d contener la articulación del tobillo pero permitiendo una buena circulación.
La ausencia de la misma en presencia de bajas temperaturas puede conllevar a la gangrena seca.
También debe de ser impermeable al agua, y al igual que con la prenda externa, que permita la salida del vapor. La mejor y más liviana de todas las combinaciones, y que cumple con todos estos requisitos, es aquella que mezcla Cordura y cuero formando una capa externa resistente a la abrasión, y Gorotex u otros materiales modernos por dentro para brindar permeabilidad al vapor e impermeabilidad al agua. El Thinsulate se agrega para la protección térmica en distintos pesos, según las temperaturas.
Pasamontañas y guantes
En cuanto al resto de la indumentaria, incluyendo guantes y gorros, las variaciones son infinitas y no podemos abarcarlas aquí, pero recuerde que en lugares muy fríos puede ser necesario el empleo del sistema de capas, tanto para las manos como para la cabeza, en particular si además de frío llueve o nieva. Cualquier tienda de deportes pueden asesorarlo al respecto y estimo que no vale la pena explayarse más al respecto. Sin embargo hay algunos detalles que es conveniente repetir.
Pasamontaña policial.
Recuerde que la parte del cuerpo más sensible a la pérdida de calor es el torso. Por lo tanto es la que debe de estar mejor protegida.
Por ejemplo el uso de nuevos materiales cómo el "polar", que resulta sumamente liviano, abrigado y económico, es ideal para ser empleado por encima de las capas más cercanas al cuerpo. Por debajo de la prenda de polar (un buzo de cuello alto, por ejemplo), se puede emplear una camisa de franela ó algodón, y por debajo de la misma una camiseta de seda o de fibra natural mezclada con poliéster.
Las camisetas de malla, o caladas, son paradójicamente grandes generadoras de calor, o mejor dicho, favorecen la formación de la capa de calor en contacto con la piel. Las mismas se emplean con otra camiseta por encima, y en los huecos que quedan entre la piel por debajo, y la segunda camiseta por arriba (la camiseta calda es el queso del sandwich), el aire retenido comienza a elevar la temperatura hasta igualar la del cuerpo. Ésta capa de aire caliente actúa como barrera térmica, impidiendo que el aire más frío se ponga en contacto directo con la piel.
Encima de todo esto, camisetas, camisa y polar, recién se coloca la prenda exterior, que debe de ser impermeable al agua y permeable a la transpiración, con o sin abrigo extra. De ésta manera puede regular la temperatura corporal quitando ó agregando prendas, y estar a resguardo del agua y el frío.
Tan importante cómo mantener los pies secos y calientes es hacer lo mismo con la cabeza, ya que por la misma se pierde el 50% del calor corporal. Recalcar la importancia de mantenerla protegida es innecesario, pero recuerde que sí comienza a pasar frío lo primero que hará es dejar de cazar.
Nos queda por mencionar brevemente a aquellos sistemas que aumentan el calor corporal artificialmente empleando reacciones químicas ó mediante el uso de barras de carbón que se encienden y se colocan dentro de un estuche hermético especial que impide que emita todo tipo de olor. Las mismas tienen una duración de tres a ocho horas. El estuche se coloca en uno de los bolsillos de la camisa ó del pantalón y se va rotando a conveniencia.
El otro basado en líquidos dentro de bolsas herméticas consiste en una solución sobresaturada de sales, que al activarse produce calor. Lo bueno de estas bolsas de calor es que pueden ser "recargadas" mediante el simple proceso de ponerlas en agua caliente. Las mismas son prácticas y muy simples de emplear, y su costo es extremadamente bajo. Ambos adminículos se obtienen en tiendas especializadas.
Recuerde que la nieve broncea la piel y puede dañar la retina. No olvide de agregar un par de gafas oscuras con filtros UV, crema bronceadora para la piel y manteca de cacao para proteger la mucosa de los labios en climas secos.
Indumentaria de montaña
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