miércoles, 24 de septiembre de 2025

Conducta en el campo de batalla: El determinante rol de liderazgo de los capitanes

El poder del liderazgo en el campo de batalla: Lo que nos enseñan los capitanes de la Guerra de Secesión

EMcL



¿Qué hace que un grupo de soldados permanezca firme cuando todo a su alrededor se desmorona? ¿Qué impulsa a un hombre a mantenerse en su puesto cuando la opción más fácil es huir? Un estudio reciente sobre la Guerra Civil estadounidense arroja luz sobre estas preguntas con una respuesta clara: el liderazgo cercano y valiente.


Durante la Guerra Civil de Estados Unidos, más de dos millones de soldados sirvieron en el Ejército de la Unión. Sus vidas, sus decisiones y, en muchos casos, su supervivencia, dependían del liderazgo de una sola figura: su capitán. A diferencia de los altos mandos que trazaban estrategias desde la retaguardia, estos oficiales lideraban desde el frente, compartiendo la rutina, los peligros y la incertidumbre diaria con sus tropas. 



Un nuevo trabajo de investigación intitulado “Frontline Leadership: Evidence from American Civil War Captains” (NBER) aporta significativamente al entendimiento de la conducta en el campo de batalla, con las siguientes contribuciones clave. Se analizó a fondo los registros de más de 2 millones de soldados y miles de capitanes, semana a semana, durante toda la guerra. ¿Qué descubrieron? Que los mejores capitanes —aquellos que inspiraban respeto, confianza y lealtad— lograban mantener unidas a sus unidades, incluso en las condiciones más adversas. 

  • Se muestra que los capitanes de compañía (líderes de nivel inferior) jugaron un papel crucial en mantener la cohesión de grupo y prevenir la deserción, especialmente cuando no había incentivos contractuales o coercitivos fuertes.

  • La capacidad del líder para evitar deserciones fuera de combate predice su efectividad durante el combate, revelando un componente estable de “calidad de liderazgo”.

Cuando no había combates, los soldados podían desertar fácilmente, sin castigos severos. Sin embargo, los capitanes más capaces sabían cómo motivar, contener el desánimo y mantener el espíritu del grupo. Y en los días más duros —en medio del fuego enemigo, en batallas tan feroces como Gettysburg o Antietam— esas cualidades resultaban decisivas. Las unidades con buenos líderes desertaban mucho menos y resistían mejor. 


Nota: El panel a muestra el mapa de batalla original de la Batalla de Iuka, Misisipi, el 19 de septiembre de 1862. Se muestran las posiciones de los regimientos de la Unión y la Confederación en dos fases de la batalla: a las 17:00 h (azul oscuro: Unión, rojo claro: Confederación) y a las 19:00 h (azul claro: Unión, rojo oscuro: Confederación). El panel b muestra la versión digitalizada del mapa. El panel c muestra los regimientos de la Unión y la Confederación en su ubicación a las 17:00 h, calcula las distancias a las unidades enemigas más cercanas desde el 12.º Regimiento de Wisconsin y marca la distancia mínima con una línea negra. Las demás distancias se muestran con líneas grises para visualizar cómo se calcula la distancia a la unidad enemiga más cercana. Los mapas de batalla se obtuvieron del Civil War Preservation Trust y fueron digitalizados por los autores mediante un algoritmo de reconocimiento de patrones en Python. Agradecemos al American Battlefield Trust (www.battlefields.org) su permiso por escrito para usar sus mapas y reimprimir el mapa de batalla original en el panel A.

 Deserciones como medida de conducta

  • Las deserciones son utilizadas como una métrica directa de motivación y cohesión, fundamentales para la eficacia del combate.

  • Se encuentra que una mejora de una desviación estándar en la calidad del líder reduce la probabilidad de deserción individual en batalla en 1.6 puntos porcentuales, lo que equivale a una reducción de más del 40% frente a líderes de baja calidad.

 Impacto en momentos críticos (batallas mayores)

  • Durante las batallas más sangrientas de la Guerra Civil, las compañías lideradas por capitanes de alta calidad mostraron tasas significativamente menores de deserción.

  • Este efecto no se debe a que estos líderes evitaran el peligro; de hecho, tenían mayores tasas de mortalidad, lo que respalda la hipótesis de “liderar con el ejemplo”.


Lo más sorprendente es que esos líderes no eran necesariamente los más ricos, ni los más educados, ni los más experimentados al comenzar la guerra. Tampoco fueron siempre promovidos oficialmente. Su autoridad nacía de otra parte: del ejemplo, de la cercanía, de su capacidad de guiar sin imponer, y de enfrentar el peligro junto a sus hombres. Muchos de ellos murieron en combate, precisamente por liderar desde la primera línea. 

 Implicaciones generales

  • El estudio ilustra que la conducta colectiva bajo presión depende más del liderazgo directo que de reglas o castigos formales, y que este tipo de liderazgo tiene un impacto duradero tanto en el rendimiento en batalla como en los ingresos económicos posteriores.


La historia de estos capitanes nos recuerda que, más allá de los uniformes y los rangos, el liderazgo real se gana con el ejemplo. Y que, tanto en la guerra como en la vida diaria, contar con alguien que inspire y guíe con integridad puede marcar toda la diferencia. 


Una lección atemporal para padres, docentes, equipos deportivos… y también para soldados.

 

Otros tópicos tratados

 Causalidad y robustez

  • Usan cambios cuasi-aleatorios de liderazgo (como muertes de capitanes en batalla) para identificar efectos causales.

  • Encuentran que la mejora en la calidad del liderazgo reduce las deserciones en el siguiente combate en alrededor del 7%.

 Aprendizaje y adaptación

  • El liderazgo mejora con la experiencia: la calidad de los capitanes aumenta rápidamente en sus primeras semanas de servicio, con un efecto de aprendizaje significativo.

En resumen, el trabajo ofrece evidencia rigurosa y cuantitativa de que el liderazgo interpersonal y el ejemplo personal son determinantes claves de la conducta de los soldados en el campo de batalla. Este hallazgo tiene implicaciones tanto para contextos militares como para organizaciones civiles.

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