lunes, 6 de junio de 2016

Fuerzas Especiales: Grupo Alacrán actúa en las villas miseria

Una tropa de élite ya actúa en los barrios más violentos
Es un comando que combina la preparación militar y policial. Son expertos en manejo de armas, combate, explosivos y paracaidismo. 

Por Cecilia Di Lodovico | Perfil



EN ACCIÓN. La Unidad de Fuerzas Especiales en una recorrida por la 1-11-14, una de las zonas más conflictivas de la Ciudad. | Foto: Cedoc Perfil



Permanecieron todo un día sobre el tanque de agua de Fuerte Apache. Nadie los vio llegar ni notó su presencia. Hasta que fue el momento de actuar. Entonces, el ruido de las ventanas de chapa que estallaron contra las paredes despabiló a todos. Sigilosos hasta explotar. Ese es el estilo de la Unidad de Fuerzas Especiales Alacrán, la tropa de élite de la Gendarmería Nacional que se destaca en camuflaje y operativos complejos, de suma peligrosidad.

Aunque ocurrió en 2005, en el barrio de Ciudadela, aún recuerdan la entrada cinematográfica. “Recorrer los barrios con mayores grados de violencia del país” está entre sus tareas “fundamentales”, dijo la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.



Aunque no es su principal y única tarea, el escuadrón Alacrán, una fuerza que combina el entrenamiento militar y policial, hace tareas de apoyo en patrullaje y seguridad ciudadana en el marco de los operativos Centinela y Cinturón Sur de Gendarmería en el Conurbano y en la ciudad de Buenos Aires, implementados por el gobierno anterior ante el ascenso de la conflictividad en los barrios más humildes que provoca el avance de organizaciones criminales asentadas en su interior.

En la Ciudad, la Villa 1-11-14 suele ser escenario del despliegue táctico. Allí, el grupo de irrupción de Gendarmería realiza apoyo a las brigadas antinarcóticos. Ejecutan operativos de apertura dinámica. Es decir, despejan el camino para que los cuerpos de investigación puedan allanar. Este miércoles, incluso, participaron en una captura en la villa del Bajo Flores.



Otro punto del país al que suelen acudir es el norte para participar de operativos contra bandas narco, donde los especialistas en técnicas de monte entran en acción.

Pero la tropa de élite argentina, que brinda capacitación a otras fuerzas del país y del exterior, es mucho más que eso: “El entrenamiento de sus integrantes hace posible que efectúen operaciones especiales tanto de Gendarmería como operaciones militares, cualquiera sea su naturaleza y ámbito de ejecución, que por su gravedad y trascendencia afecten los intereses del país, la paz social y la vida de las personas”, indicó el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.



La Unidad Alacrán fue creada el 30 de mayo de 1986, por Resolución 499/86 del Ministerio de Defensa, pero actuó por primera vez en la Guerra de Malvinas, al mando del ex subsecretario de narcóticos de la Sedronar, José Spadaro.

El escuadrón está compuesto por 85 hombres, preparados para actuar en todos los ambientes geográficos. Están divididos en cuatro grupos de operaciones especiales: Paracaidistas de Alta Infiltración, Operaciones en Monte y Técnicas Anfibias, Grupo Operaciones en Montaña y Tiradores Especiales. Su líder, Fabián Manuel Sosa, ilustró a PERFIL el grado de exigencia, sacrificio y entrenamiento riguroso que se necesita para pertenecer a la unidad: “De los aspirantes, sólo ingresa el 5%”. La lealtad es característica excluyente para los alacranes. “La confianza tiene que ser completa. Tanta que es la persona que sea quien te pliegue el paracaídas”, dijo tras una exhibición a periodistas en la que se realizó un simulacro de rescate con vida de un rehén, capturado en una instalación resguardada por un grupo armado.

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