“Odiaban pelear frente a nosotras”
Las combatientes kurdas explican su papel en la batalla final contra el Estado IslámicoMujeres combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias en Baguz, en el este de Siria, el último bastión del Estado Islámico (Ricardo García Vilanova)
Catalina Gómez | BAGUZ (SIRIA) | La Vanguardia
El paisaje que tiene enfrente lo componen unas casas de color crema que se levantan arbitrariamente en esta planicie adornada por palmeras, limitada al frente por una colina rocosa –donde se han rendido los combatientes del Estado Islámico en los últimos días– y a la derecha por el río Éufrates. “Los civiles son nuestro gran problema. Si no estuvieran dentro terminaríamos muy rápido, en un solo día. Pero muchas veces hemos estado forzados a dejar nuestras posiciones en el frente para dejar salir a civiles”, asegura Rojdan, que como muchas de estas combatientes empezó su participación con el YPJ durante esta guerra.
Las comandantes kurdas más experimentadas ya tenían larga experiencia. Forman parte del PKK, el grupo separatista kurdo que lleva décadas enfrentado al gobierno de Turquía y que son la base de las fuerzas kurdas del YPG y YPJ que han liderado esta batalla. Pero la comandante Rojdan pertenece a la nueva generación de combatientes que ganaron experiencia desde el 2013, cuando las fuerzas kurdas empezaron a combatir el avance de grupos rebeldes y yihadistas para más tarde centrar su lucha contra el llamado Estado Islámico. En su caso, empezó en la batalla de Serekaniye, cuando la lucha era contra Yabat al Nusra, la franquicia local de Al Qaeda.
Comandante kurda de las FDS en Baguz, Siria
“El momento más duro de esta guerra lo pasé ahí. Tuve a un combatiente a cinco metros y pensé que era el final. Pero lo que más recuerdo en estos momentos es a todos los compañeros que han muerto estos años”, dice Rojdan, que cada vez que puede mira con sus binoculares hacia donde está el humo e intenta comunicarse por radio con el grupo que está en el frente. En esta misma terraza dos de sus combatientes descansan sobre un par de colchonetas a pesar de que a esa hora de la tarde el sol todavía cae con intensidad sobre esta parte del sureste de Siria. Las dos jóvenes forman parte del grupo que combatió la noche anterior. La batalla, que empezó al caer el sol y se extendió por tierra y aire durante toda la noche, las ha dejado exhaustas.
Fue extremadamente difícil. Cada vez que avanzaban unos metros se encontraban que los combatientes del EI, escondidos en túneles, los sorprendían por detrás. “Cuando quieren rendirse mandan un mensaje y nosotros detenemos la batalla”, cuenta la comandante, que acaba de recibir un mensaje para dirigirse al frente. De inmediato se pone el chaleco donde guarda sus municiones, coge su kalashnikov y baja las escaleras.
“Siempre estoy muy feliz de ir al frente de batalla”, dice. Acaba de reconocer que cuando combate sólo tiene miedo los primeros cinco minutos. “Ellos (los yihadistas) son gente normal, son humanos. Su fama de que son especiales en la batalla no es acertada”, dice antes de subirse a su pick-up.
Ahora nos vamos a centrar en aspectos sociales, sobre todo en las mujeres”“Esta victoria será un gran logro para las mujeres combatientes. Ellos odiaban pelear frente a nosotras y vencerlos hace que nuestro objetivo se haya logrado”, concluye. La noche del lunes fue la última gran noche de batalla contra los combatientes del EI que defendían los pocos metros que le quedaban al califato. El martes alrededor de 500 personas se rindieron y los integrantes de las FDS cantaban victoria.
COMANDANTE ROJDAN
“Terminada esta batalla contra el Estado Islámico nos vamos a centrar en aspectos sociales, especialmente en las mujeres”, concluye la comandante Rojdan.
Desde el techo de una casa de dos plantas reconvertida en base de operaciones, la comandante Rojdan observa la torre de humo que se levanta a menos de un kilómetro en línea recta. “Ese es el frente, hasta ahí avanzamos anoche”, dice la mujer de 24 años al mando del YPJ, la facción femenina de las tropas kurdas que lideran las Fuerzas de Democrática Sirias (FDS) que más se adentró en la batalla por Baguz, el último bastión del Estado Islámico.
Mis respetos a estas valientes mujeres, tienen los ovarios bien puestos para jugarse la vida frente a estos asesinos despiadados.
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