Mostrando entradas con la etiqueta Fuerzas Armadas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fuerzas Armadas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 5 de junio de 2024

Argentina: Sigue la preparación de las Fuerzas Armadas

Instrucción en el Campo de las Fuerzas Armadas Argentinas continúan en el marco del ciclo anual de instrucción 2024





  Con las mismas limitaciones que finalizó el Ciclo Anual de Instrucción 2023 de las Fuerzas Armadas Argentinas (ver enlaces adjuntos), para capacitar a su personal y mantener la aptitud de combate de los cuadros, dentro de los límites que las hoy pobrísimas disponibilidades presupuestarias asignadas permiten, en un país sobrado de recursos pero donde las anteriores políticas administraciones han malgastando un promedio anual de 7,5% del PBI en mantener un 1.000% sobredimensionado y corrupto aparato político abarrotado de inservibles políticos, mientras la inversión para defender la Patria con Fuerzas Armadas reducidas, desarmadas, obsolecidas y política y legalmente desamparadas descendió a un 0,4% según dispuso presupuestariamente la fracasada administración de Gobierno saliente ¡tras malgastar 1,5% del PBI sólo en la Campaña electoral oficialista (produciendo pérdidas por 13% del PBI!!!, todo sin que nada pueda hacer la nueva administración de Gobiermo que como principal objetivo trazado se enfoca en aniquilar al tan corrompido como inútil malgasto político; se lleva a cabo el adiestramiento de rigor correspondiente al Ciclo Anual de Instrucción 2024 (ídem enlaces). En esta oportunidad referiremos novedades a operaciones del Ejército Argentino y Armada Argentina,



  Así, comenzamos con la Armada Argentina,  cuyo personal participó de una demostración de cerco y búsqueda/rescate en CAECOPAZ. La capacitación reunió a efectivos de las tres Fuerzas Armadas. Estuvo orientada en la atención médica durante situaciones de combate y ambientes hostiles, según dio cuenta la Armada Argentina a través de su órgano de difusión Gaceta Marinera el pasado martes 14 de mayo del 2024. Personal de Salud del Hospital Naval Buenos Aires “Cirujano Mayor Dr. Pedro Mallo” (HNPM) y del Centro de Instrucción y Adiestramientos en Técnicas y Tacticas (CITT) participaron del Ejercicio de demostración de cerco y búsqueda/rescate llevado adelante en el CAECOPAZ, Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (fotos 8 al 14). La capacitación estuvo a cargo del Jefe del Departamento Educación de CAECOPAZ, Teniente Coronel César Fragni, y contó con la presencia del Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Brigadier General Javier Julián Isaac. La comitiva naval, representada por personal militar del HNPM e instructores adscriptos del CITT, estuvo conformada por el Capitán de Fragata Pedro Trespidi; el Capitán de Corbeta Néstor Guaymás; la Teniente de Navío María José Brussain; los tenientes de Fragata Joaquín Del Mármol, Marcelo Jaldin y José López; y el Suboficial Primero Pablo Álvarez. El ejercicio propuesto simuló la toma de rehenes durante una operación humanitaria, desplegando una fracción mecanizada, grupos de rescate tácticos y equipamiento terrestre y aéreo. En este contexto, los profesionales del HNPM se centraron en la atención, tratamiento y evacuación de las bajas médicas. A su vez, la atención inicial de los heridos en combate estuvo a cargo del personal de salud de CAECOPAZ en la Fase de Cuidados Bajo Fuego, siguiendo los lineamientos internacionales de las guías de la Atención táctica de víctimas de combate (Tactical Combat Casualty Care -TC3). Durante la atención médica, el Capitán de Corbeta Néstor Guaymás y la Jefa de la Sección Sanidad e Instructora del CAECOPAZ, Capitán Daniela Ortega, explicaron a las autoridades el algoritmo March Paws, utilizado por los médicos y enfermeros del HNPM para la atención táctica de heridos en combate. También abordaron las principales causas de muerte en entornos hostiles y la importancia de la capacitación en estos protocolos para todo el personal no sanitario, quienes actúan como primeros respondientes en la atención médica hasta la llegada de los especialistas. A modo de balance, el Capitán Trespidi destacó la importancia de la interacción y el trabajo colaborativo entre profesionales de diferentes Fuerzas para el logro de objetivos comunes. También enfatizó que la supervivencia del personal herido en entornos austeros depende de una adecuada combinación de buena medicina y buena táctica, factores que hacen la diferencia entre la vida y la muerte, y el cumplimiento exitoso de la misión. Asimismo, resaltó que el Precongreso de Medicina Táctica, realizado en el Hospital Naval “Pedro Mallo” el pasado 4 de abril, contribuyó a afianzar las relaciones interinstitucionales, como lo demuestra la participación de instructores de CAECOPAZ e instructores adscriptos del CITT en el evento.

 


Siguiendo con el CAECOPAZ, el 12 de mayo hubo una demostración de una Operación de cerco y búsqueda ejecutada por un Batallón de Infantería en combinación con una Operación de rescate por parte de un Equipo de Fuerzas Especiales dentro del marco de una misión multidimensional de Naciones Unidas (video 5).



  El 9 de mayo en las instalaciones del CAECOPAZ se recibió la visita del Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Brigadier General Xavier Julián Isaac (fotos 2 al 4, y 15 al 24). La visita fue recibida por el señor Director del Centro Coronel Ignacio Oscar Ortiz. Acto seguido se dirigieron hacia el Departamento Educación, donde en la sala de exposiciones ONU, las diferentes dependencias que componen el Cuartel Carlos Saavedra Lamas, expusieron al Jefe de estado Mayor Conjunto, las diversas actividades que se realizan en el mismo. A continuación, las autoridades se dispusieron a realizar una recorrida por el Centro y sus diversas dependencias, finalizando con la muestra de un ejercicio de búsqueda y rescate. Desde CAECOPAZ nos sentimos honrados de recibir la visita del Jefe de Estado Mayor Conjunto y su comitiva.
  También podremos ver un ideo referido a la demostración de CASEVAC ejecutado el 3 mayo con motivo  de la visita a CAECOPAZ del equipo de trabajo del Secretario de asuntos Internacionales para la Defensa del Ministerio de Defensa,  Juan Erardo Battaleme Marrínez (video 6), con la participación de un helicóptero Bell 412EP de la Fuerza Aérea Argentina, que es uno de los pocos tipos de aeronaves nuevas (algunos de los 6 ejemplares adquiridos) que se incorporaron en los últimos años de muy escandalosas pérdidas de capacidades y obsolescencia acumulada de medios, y estuvo activo en todas los ejercicios de CAECOPAZ referidos.
  Por otro lado, segun fue informando el Ejército Argentino, el 15 de mayo finalizó el Curso Básico de Montaña Estival en Salta. Allí, el Batallón de Ingenieros de Montaña 5 "General de División Enrique Mosconi" (un patriota argentino que dio todo lo que tenía por sirviendo a la Patria para generar opulencia al Estado, ¡pero falleciendo en la pobreza! Ídem enlaces), unidad perteneciente a la Vª Brigada de Montaña "General Manuel Belgrano" de la 2ª División de Ejército "Ejército del Norte", dictó el Curso Básico de Montaña Estival para personal de los elementos desplegados en la Guarnición Ejército Salta (fotos 25 al 27), asiento de la unidad. La capacitación se organizó en dos etapas y abordó distintas temáticas: supervivencia y tácticas de combate en el ambiente geográfico particular de montaña. Durante la segunda fase, los participantes se enfrentaron a desafíos reales en la Puna, como escaladas y marchas con equipamiento especializado, y culminaron con una ascensión al cerro Negro, a 5.026 m s.n.m.
 


El 13 de mayo se informó de adiestramiento operacional de paracaidistas en Córdoba. Allí el Escuadrón de Exploración de Caballería Paracaidista 4, subunidad perteneciente a la IVª Brigada Aerotransportada de la FDR (Fuerza de Despliegue Rápido), y cuyo asiento se encuentra en la Guarnición de Ejército Córdoba, sobre el camino a La Calera, desarrolló actividades de supervivencia en el monte, fortaleciendo las habilidades esenciales de las tropas paracaidistas para operar en diversos terrenos y condiciones (fotos 28 al 30). La ejercitación incluyó el armado de refugios, construcción de trampas, potabilización de agua, manejo de fuego y movimientos tácticos.



  El 12 de mayo se informó del adiestramiento operacional en la Agrupación de Comunicaciones 601 "Teniente Coronel "Iginio Vallejos", unidad dependiente del CAAE, Comando de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército, donde la Escuela de Comunicaciones realizó una instrucción para el Curso Básico y el Curso de Perfeccionamiento Básico de las Armas en City Bell (fotos 31 al 34), partido de La Plata, provincia de Buenos Aires, asiento de la unidad. Durante estas prácticas, el personal designado asumió responsabilidades críticas con el respaldo del equipo y los recursos proporcionados por la Agrupación de Comunicaciones 601. Esta instrucción intensiva fortalece las habilidades operativas y tácticas de los participantes, preparándolos para enfrentar desafíos en el campo de batalla con eficacia y precisión.
 


El 12 de mayo se dio cuenta de la finalización del Curso Básico de Montaña Estival en La Rioja. En el dique Los Sauces, cursantes, provenientes del Regimiento de Infantería de Montaña 15 "General Francisco Ortiz de Ocampo", la Compañía de Construcciones Ingenieros de Montaña 5 y la Sección de Inteligencia de La Rioja, todas unidades pertenecientes a la referida Vª Brigada de Montaña, participaron en actividades que incluyeron marcha en montaña, supervivencia y movimiento y combate (fotos 35 al 37). Tras un ejercicio nocturno que abarcó diversas habilidades como el pasaje de itinerarios, descenso en cuerda y escalada en roca, se evaluaron las exigencias para obtener la capacitación de Escalador Militar Básico, que permite a los soldados integrar patrullas de escaladores.



  El 11 de mayo se informó del diestramiento de Ingenieros en La Pampa, donde los zapadores de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, subunidad dependiente de la Xª Brigada Mecanizada "Teniente General Nicolás Levalle" de la FDR, y cuyo asiento se encuentra en la Guarnición de Ejército Santa Rosa, en la localidad homónima de la provincia de La Pampa, intensifican su nivel de adiestramiento en la construcción de puentes Bailey y M4T6 (fotos 38 al 40).
 



El 11 de mayo se dio cuenta de la capacitación en equipos de comunicaciones Elbit E-Lynx de origen judío el Regimiento de Infantería de Montaña 16 "Cazadores de los Andes" llevó a cabo una instrucción especializada sobre los equipos Elbit E-Lynx de reciente incorporación, en un entorno montañoso. Durante esta actividad, suboficiales y soldados voluntarios de la Unidad y de la Compañía de Cazadores de Montaña 8 "Teniente Primero Francisco Ibañez", ambas unidades pertenecientes a la VIIIª Brigada de Montaña "Brigadier General Toribio de Luzuriaga" de la referida 2ª División de Montaña, recibieron capacitación en el manejo de los nuevos dispositivos (fotos 41 y 42). Esta formación permitió a los participantes mantener comunicaciones rápidas, resistentes y seguras en cualquier tipo de terreno.



  El 10 de mayo se informó sobre adiestramiento en Conducción de Elementos Mecanizados. El Regimiento de Infantería Mecanizado 8 "General O'Higgins", unidad perteneciente a la IXª Brigada Mecanizada "Coronel Luis Jorge Fontana" de la 3ª División de Ejército "Teniente General Julio Argentino Roca", y cuyo asiento se encuentra en la Guarnición de Ejército Comodoro Rivadavia, en la localidad homónima de la provincia de Chubut, llevó a cabo un Curso Básico de Conducción de Elementos Mecanizados. Durante una semana, los participantes recibieron formación tanto en el manejo de vehículos de combate, como en el empleo de armamento y sistemas de comunicación (fotos 43 y 44). Además de la instrucción teórica, se llevaron a cabo ejercicios prácticos para afianzar los conceptos y culminaron con un ejercicio en el terreno, donde pusieron en práctica sus habilidades en situaciones simuladas de combate.
 


El 8 de mayo se informó de la Capacitación en Conducción de Blindados. El Regimiento de Caballería de Tanques 9 "General José Gervasio Artigas", unidad perteneciente a la referida IXª Brigada Mecanizada, y cuyo asiento se encuentra en el Cuartel de Ejército Puerto Deseado, en la localidad homónima de la provincia de Santa Cruz, realizó el Curso de Conducción de Blindados dirigido a oficiales y suboficiales del Regimiento de Caballería de Exploración 3 "Coraceros General Pacheco" y del Batallón de Ingenieros Mecanizado 9 "Zapadores de Chubut" (fotos 45). Esta capacitación tuvo como objetivo perfeccionar las habilidades tácticas del personal, al brindarles las herramientas necesarias para operar de manera eficiente este tipo de vehículos. Es para destacar que el vehículo base utilizado es el excelente pero hoy ya obsoleto cazatanques Steyr SK-105A1/A2 Kürassier (idem enlaces), de los que hoy solo un tercio están en operación de las 118 unidades en inventario, habiendo otro tercio fuera de servicio y un tercio en reserva, los cuales requieren una urgente actualización a un estándar A3+, o un reemplazo para mantenerse competitivos, pero que a lo largo de los 20 años de desarmistas gobiernos izquierdistas principalmente neomarxistas castrochavistas kirchneristas antiperonistas, pero también socialprogesusta macrista durante un breve período, jamás se contempló seriamente esa posibilidad, no existiendo ningún proyecto ni para actualizarlo ni reemplazarlo, por lo que hoy el Kürassier es otra de las carencias que se ha acumulado hasta conformar la monstruosa montañana de obsolescencias a resolver por la administración de Gobierno hoy en ejercicio, lo que será improbable que por lo menos en estos 4 años todas ellas reciban la adecuada respuesta por la infamia con que se gobernó los últimos desarmadas 20 años (que en gran parte son extensivos hasta 1983).



  El 5 de mayo se informó sobre un Adiestramiento operacional en Córdoba. Allí la Sección de Aviación de Ejército de Despliegue Rápido de la FDR, unidad con asiento en la gigantesca Guarnición de Ejército de Campo de Mayo, brindó apoyo al adiestramiento operacional de Elementos de Tropas de Operaciones Especiales (fotos 46 al 49). Durante las actividades, se realizaron un ejercicio de tiro desde plataforma y una instrucción de extracción estática con el sistema de cuerda rápida de inserción y extracción, en el campo de instrucción "La Mezquita", en la Guarnición Ejército Córdoba.



  El 3 de mayo se informó sobre el Curso de Destrezas Básicas Individuales en Covunco, localidad del departamento de Zapala, provincia de Neuquén, donde se asienta una Guarnición de Ejército de ese nombre. Allí, el Regimiento de Infantería de Montaña 10 "Teniente General Racedo" allí afincado y perteneciente a la VIª Brigada de Montaña "General de División Conrado Excelso Villegas" de la referida 2ª División de Ejército, finalizó el Curso de Destrezas Básicas Individuales, donde se impartieron instrucciones teóricas y prácticas sobre tiro, combate, comunicaciones, primeros auxilios en situaciones de crisis, planeamiento y navegación terrestre en operaciones tácticas básicas (fotos 50 y 51). Además, se llevó a cabo una pista de comprobación para evaluar el desempeño del personal, a fin de certificar sus habilidades tanto individuales como en trabajo en equipo.



  El 2 de mayo se informó sobre un adiestramiento operacional en Misiones. Durante cuatro semanas, el Regimiento de Infantería de Monte 9 "Coronel Vicente Pagola", unidad perteneciente a la XIIª Brigada de Monte "General Manuel Obligado" de la 1ª División de Ejército "Teniente General Juan Carlos Sánchez" (un alto oficial de Ejército emboscada y asesinado junto a una vecina trabajadora, por extremistas comunistas espianos. Ídem enlaces), y con asiento en la localidad de San Javier de esa provincia, realizó ejercicios para todas las Compañías de Infantería y Secciones Independientes (fotos 1, y 52 al 55). Los soldados montaraces desarrollaron actividades en el terreno y practicaron diversas técnicas y procedimientos. La última semana incluyó una instrucción para evaluar y certificar los conocimientos adquiridos; se destacó una navegación táctica de 15 kms. en kayak por el río Uruguay como parte del entrenamiento en ambientes geográficos específicos.



  El 1 de mayo se informó sobre un adiestramiento operacional en Santa Cruz. Allí el Regimiento de Infantería Mecanizado 24 "General Geronimo Costa", unidad perteneciente a la XIª Brigada Mecanizada "Brigadier General Juan Manuel de Rosas" de la referida 3ª División de Ejército, y cuyo asiento se encuentra en la Guarnición de Ejército Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, llevó a cabo una salida al terreno como parte de su adiestramiento operacional en el Campo de Instrucción Militar “Teniente Coronel Fernández Cutiello” (fotos 56 al 61). El adiestramiento incluyó la preparación de personal y equipos, la impartición de órdenes, una marcha táctica y la ejecución de distintas operaciones. También, participaron en la actividad la Compañía de Comunicaciones Mecanizada 11, el Hospital Militar Río Gallegos y la Sección de Aviación de Ejército 11 (con sede en la misma Guarnición), desempeñando roles cruciales en el apoyo a las operaciones.




  El 30 de abril se informó sobre un adiestramiento operacional en Azul, al sur de la provincia de Buenos Aires. Allí el Regimiento de Caballería de Tanques 10 "Husares de Pueyrredón", unidad perteneciente a la Iª Brigada Blindada "Brigadier General Martín Ridrígez" de la referida 3ª División de Ejército, y cuyo asiento se encuentra en la gran Guarnición de Ejército de Azul, realizó una serie de ejercicios en el campo de instrucción, los cuales abarcaron la comprobación del personal en la Pista de Adiestramiento Operacional Básico y la certificación de los integrantes de las tripulaciones de tanques en sus roles específicos (fotos 61 al 65), centrando los mismos en el material de dotación perteneciente a la familia TAM (Tanque Argentino Mediano), que como se sabe de las 240 unidades que el Ministerio de Defensa declaró en inventario, sólo un tercio tienen estado operativo, otro tercio se mantienen inoperativos en Reserva (y de muy dudosa movilización), y el tercio restante están fuera de servicio y con alto grado de canivalización en sus componentes tras 20 años de criminal desarme comunista kirchnerista, siendo una verdadera vergüenza que habiendo sido homologada la modernización de los tanques TAM en el año 2013 a la variante TAM-2C ¡EN MAS DE 10 AÑOS AÚN NO SE ENTREGÓ NI UN SOLO EJEMPLAR DE SERIE MODERNIZADO!, habiendo incluso ya obsolecido el proyecto original por lo que debió procederse a actualizarlo al nivel TAM-2CA2, no obstante el comunismo kirchnerista nunca lograr entregar ni un solo ejemplar de serie modernizado (ídem enlaces), y si bien en un principio se contempló modernizar 108 unidades (equivalente a 3 Regimientos), la cifra infamemente se redujo a sólo 74 ejemplares (2 Regimientos), no estando siquiera garantizada la incorporación del misil antitanque-antiaereo judío Rafael Lahat como se contempló en el programa original, ni la protección pasiva IP, tampoco incorporar protección activa tipo Galix francesa o similar; del mismo modo en estos 20 años ¡jamás se contempló adquirir siquiera 100 tanques pesados de orden de las 48 a 56 toneladas (3 Regimientos)!, para obtener un equilibrio reginional con los países vecinos y dotar de aunque sea un Regimiento de choque a las principales Brigadas Blindadas de Ejército, por lo que el Ejército Argentino pasó de ser la mejor fuerza Mecanizada de Latinoamérica a ocupar un tercer puesto ¡y encima en deplorable condición!



  Ya terminamdo el 29 de abril se informó de un adiestramiento operacional en Córdoba. Alli el Regimiento de Infantería Paracaidista 2 "General Balcarce", unidad perteneciente a la referida IVª Brigada Aerotransportada de la FDR, organizó y desarrolló la certificación del período del rol de combate en el campo de instrucción de la Guarnición Ejército Córdoba (fotos 66 al 70). A través de un circuito de 35 kms., los soldados paracaidistas fueron evaluados en las capacidades y competencias adquiridas a lo largo del adiestramiento.



  Por último, una salida al terreno de los cursos regulares de la Escuela de Infantería "Teniente General Pedro Eugenio Aramburu" (alto mando y ex-Presidente de facto secuestrado y asesinado por los terroristas comunistas montoneros que luego hablan de "derechos humanos", "amor" y "democracia". Ídem enlaces), se llevó a cabo entre los días 22 y 27 de abril, el Curso Básico del Arma (CBA) y el Curso de Perfeccionamiento Básico (CPB) se desplazaron hasta la localidad de Mazaruca, Provincia de Entre Ríos, para llevar a cabo ejercitaciones en el terreno tales como Planeamiento de operaciones militares, Ejercicios de instrucción a nivel de sección de tiradores; Tiro de combate, de nivel grupo de tiradores y de sección, tanto en el ataque como en la defensa; y Desarrollo del rol de combate, según cada curso (fotos 71 al 80).



  Para finalizar, a pesar de la apocalíptica herencia, la "tierra arrasada" heredada en materia de Defensa (y absolutamente todo, comenzando por una devastada economía y finanzas, hasta las Educación, Seguridad, Salud, etc...), como hemos venido señalando en anteriores publicaciones debemos destacar novedades de gran relevancia que en los próximos meses y años se verán reflejadas en el refuerzo de poder, a pesar la nueva administración de Gobierno llevar apenas 5 meses en el poder ¡YA TOMÓ MEDIDAS EN EL ÁMBITO DE DEFENSA QUE SUPERAN LOS 20 PREVIOS AÑOS DE GOBIERNO!, tal como recuperar la capacidad de exploración aérea y lucha antisubmarina y antibuque del Comando de Aviación Naval liberando los recursos para pagar los 4 P-3C/N Orion adquiridos pero no pagados por la anterior gestión, y a pasos agigantados poner en servicio a los aviones navales de caza y ataque supersónicos SEM-5/SUE, y haber formalizado la compra de 24 cazas supersónicos F-16AM/BM MLU Fighting Falcon Block-15 elevados a nivel similar Block-52 Type M6.5 ex-Flyvevåbnet danesa junto a una impresionante panoplia de armas y sistemas asociados para la Fuerza Aérea Argentina; a su vez en la presentación realizada ante el Congreso Nacional el Jefe de Gabinete de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional, dio cuenta de la la necesidad de proveerse de aviones cisterna para los nuevos cazas Fighting Falcon (ya anticipada en nuestra Página, mediante una primicia en un pormenorizado artículo. Ídem enlaces); la incorporación del VCBR (Vehículo de Combate Blindado a Ruedas), que se estaría enfocando hoy en la familia Steiker 8×8 apuntando en principio hasta unos 209 unidades; y la construcción de 3 submarinos de nueva generación, estando en cartera la francesa Clase "Scorpenè", y curiosamente la veterana Clase 209/2400mod. actualizada, que pijoteramente los comunistas habían desplazado a los 212/214 a pesar de las menores cualidades de autonomía e inmersión de los 209 ¡inclusive respecto a los TR-1700 que se construían en Argentina!, pero con la novedad indispensable de incorporar algún submarino de segunda mano para mantener una minúscula capacidad de combate y, lo principal, de entrenamiento de tripulaciones, hasta que materialicen los submarinos de nueva generación que demoraría casi 10 años en estar disponibles los primeros, apuntando a los Tipo 210 Clase "Ula" noruegos que nuevamente podrían quedar disponibles 2 unidades, entre otras novedades.
 



Todo ello representa un progreso abismal, no solo comparado con los últimos 20 años de dominio político izquierdista donde la norma fue desmantelar el aparato de Defensa y dejar a la Argentina a merced de potencias externas, sino desde 1983, pues desde el Proceso de Reorganización Nacional que no se ponen en marcha programas de tal nivel, aunque eran en los 70s de envergadura mayor. Sin embargo y hoy por ¡NI TAN SIQUIERA HAY SUFICIENTE MUNICIÓN PARA ENTRENAR!, ni se anunció un refuerzo de producción y acopio de municiones para ello y reponer las devastadas Reservas. En tal sentido hemos de resaltar una vez más la infamia del PAMP, Plan Plurianual de Adquisición de Munición tan infame, simbólica y demagógicamente implementó la comunista administración de Gobierno que precedió a la actual que se la supone en sus antípodas ideológicas, pues la administración neomarxista castrochavista kirchnerista llegó a festejar marketineramente la entrega ¡de sólo 5,4 millones de municiones!, que terminó siendo 6,17 millones total, como todo un logro de política de Defensa para la operatividad de las Fuerzas Armadas y hasta aspirando a una reposición de las hoy inexistentes Reservas, pero que en realidad esa cifra equivale a entre 9 u 8 veces menos la cantidad mínima que se requieren para la sola instrucción anual, que ni siquiera agregando los 4,6 millones de nuevas municiones del último pedido del año 2023, disponibles recíen ahora para el 2024, reduciendo la cifra a 5 veces menos cantidad; se advierte que sólo en limitada instrucción se dispuso de un real promedio de ¡70 BALAS POR SOLDADO EN TODO EL AÑO 2023!!!, sin acopio de Reserva alguna dentro del PAMP como se prometió, para recomponer los arsenales, necesitándose entre 25,3 millones y 50,6 millones anuales de municiones de armas portátiles consumidas para garantizar una mínima instrucción de los 88.242 efectivos que hoy componen las Fuerzas Armadas Argentinas según el Libro Blanco de Defensa 2023 (ídem enlaces) para mediante salidas al terreno, instrucción y ejercicios de diverso tipo y entidad según la especialidad y en diversos ámbitos geográficos del país con el correspondiente despliegue, en la evaluación final que, al término del ciclo se lleva a cabo para conocer el nivel alcanzado y grado de apresto de cada unidad y las Fuerzas en general, se da con algunos ejercicios de cierta entidad que por diversas causas tienen lugar con preeminencia operativa de personal ya experimentado. Veremos aún como se implementa todo, aunque ya vamos notando que se cumple todo lo que se anuncia.






Fuentes; Ejército Argentino, CAECOPAZ, Escuela de Infantería; Armada Argentina, Gaceta Marinera

miércoles, 29 de marzo de 2023

Fuerzas Armadas: Políticas de los siglos XVII y XVIII

Fuerzas Armadas del Estado – Siglos XVII y XVIII posteriores

W&W




 

A principios de 1645, el mariscal de campo Lennard Torstensson dirigió un ejército sueco de 9.000 jinetes, 6.000 infantería y 60 cañones contra un ejército imperial de los Habsburgo de 10.000 jinetes, 5.000 infantería y 26 cañones comandados por Melchior von Hatzfeld. Ambos ejércitos estaban compuestos por regimientos comandados por coronel-propietarios internacionales, que habían utilizado sus fondos o crédito para levantar y mantener unidades militares. Muchos de los soldados de ambos ejércitos habían estado en servicio durante diez años o más. Los coronel-propietarios y generales de ambos ejércitos consideraron el reclutamiento de sus veteranos experimentados como una inversión a largo plazo, y ambos fueron respaldados en sus empresas por una red internacional de servicios de crédito privados, fabricantes de municiones, proveedores de alimentos y contratistas de transporte. En ambos casos, esta elaborada estructura se financió mediante el control de los recursos financieros de territorios enteros, en gran parte extraídos y administrados por el alto mando militar. los ejércitos se enfrentaron en Jankow en Bohemia, y las fuerzas imperiales, aunque superiores en caballería, fueron retenidas y finalmente derrotadas por los suecos, en parte gracias a su artillería.

En la batalla de Praga en mayo de 1756, Federico II de Prusia también se enfrentó al ejército de los Habsburgo austríacos. En este caso, los prusianos desplegaron 65.000 soldados y 214 cañones contra las fuerzas austriacas de 62.000 y 177 cañones. Si bien ambos ejércitos contenían unidades mercenarias, la mayor parte de las fuerzas se criaron bajo la autoridad del estado. Los gobernantes de Prusia habían adoptado el servicio militar obligatorio a principios del siglo XVIII, al igual que los Habsburgo de Austria tras los desastres militares de las décadas de 1730 y 1740. El estado había asumido la responsabilidad directa del entrenamiento, mantenimiento y apoyo de los ejércitos, y en ambos los oficiales ahora servían menos como empresarios y más como empleados del estado. Como en Jankow, el resultado fue una derrota para los austriacos, pero la batalla fue extraordinariamente costosa, una victoria pírrica para los prusianos.

Estas dos batallas podrían usarse como estudios de caso para demostrar la evolución de las fuerzas armadas en el largo siglo que separa el final de la Guerra de los Treinta Años de las Guerras Revolucionarias de la década de 1790; enmarcan un estilo de guerra y de fuerza militar que puede identificarse fácilmente con los estados dinásticos del Antiguo Régimen. Sin embargo, si bien es cierto que los cambios en escala, organización, tecnología y tácticas sin duda tuvieron lugar tanto dentro de las fuerzas terrestres como en el mar durante este largo siglo, es importante evitar simplificar demasiado las causas y exagerar el alcance del cambio. Sobre todo, este período no fue simplemente la historia del surgimiento de fuerzas modernas controladas por el estado que vencieron un sistema militar semiprivado atrasado e ineficaz cuyos orígenes se remontan a los condottieri de la Italia renacentista. La lucha feroz y prolongada en Jankow proporciona una demostración característica de las cualidades militares de las fuerzas militares privatizadas, mientras que la conducción más amplia de la campaña de 1645 reveló habilidades operativas de alto nivel. Esta efectividad reflejó las prioridades organizativas y operativas de los mismos empresarios militares: ejércitos de campaña pequeños, de alta calidad y extremadamente móviles -de ahí las proporciones muy grandes de caballería- sostenidos sobre una amplia base de ocupación territorial y extracción de impuestos, cuyas operaciones fueron cuidadosamente controladas. vinculado a una evaluación de los sistemas de apoyo logísticos y de otro tipo financiados por estos impuestos de guerra o 'contribuciones'. Lo mismo ocurría con las armadas, formado por una combinación de iniciativas privadas y públicas en las que el gobernante construyó y mantuvo varios de los barcos de guerra más grandes a cargo directo del estado, pero muchos más barcos fueron construidos por súbditos a su propio costo y riesgo, comandados por capitanes cuyos La principal contribución al esfuerzo bélico sería la actividad corsaria, vagamente integrada en las operaciones navales colectivas. Tales sistemas dieron resultados militares impresionantes; también estaban bien adaptados a las necesidades y el carácter del estado moderno temprano. La organización militar reflejaba una relación entre el poder estatal central relativamente débil y la voluntad de las élites dentro y fuera de sociedades particulares de movilizar recursos para proporcionar fuerza militar en nombre de esos estados. Ofrecía incentivos sustanciales -financieros, políticos,

Dicho esto, la llegada de la paz a Münster y Osnabrück en 1648, y finalmente un acuerdo entre Francia y España en 1659, marcó un punto de inflexión y el surgimiento de un conjunto de compromisos organizativos y políticos que definieron el carácter distintivo del Antiguo Régimen. fuerzas Armadas. No fue, en general, que la empresa militar se considerara un fracaso, pero los gobernantes, no obstante, se volvieron conscientemente hacia un ideal de control directo y mantenimiento de sus fuerzas armadas. Esto era en parte una cuestión de ideología: la autoproyección del gobernante como un roi de guerre, cuya soberanía estaba explícitamente vinculada al control personal de sus fuerzas armadas y la realización de la guerra, hizo que la empresa militar pareciera un socavamiento de esa autoridad soberana. Es más, mientras que la necesidad en tiempo de guerra podía justificar la recaudación de fuertes impuestos por parte de los propios militares, con la llegada de la paz fue menos perturbador para el estado y sus agentes reanudar la recaudación de impuestos, especialmente porque muchos gobernantes salieron de la Guerra de los Treinta Años con una conciencia más clara del potencial imponible de sus sujetos. En Francia, en la década de 1660, a pesar del regreso de la paz y una modesta reducción del impuesto territorial principal, los niveles generales de impuestos se mantuvieron en los niveles de tiempos de guerra.

Inicialmente, el objetivo de establecer una fuerza militar bajo el control directo del gobernante, pagado con los ingresos fiscales recaudados y distribuidos por su administración, parecía alcanzable. Las reformas militares de la Francia de Luis XIV en la década posterior a 1660 proporcionan el paradigma para esta reafirmación del control estatal. Una gestión más eficaz de las finanzas estatales y la recaudación de impuestos, considerablemente más fácil en un período de paz externa y orden interno, proporcionó la base sobre la cual se pudo crear y financiar un ejército permanente de alrededor de 55.000 soldados, y permitió el desarrollo de una armada prácticamente nueva. y sus instalaciones de apoyo. El ejército, en particular, se caracterizó por una administración mucho más intrusiva bajo la égida de los ministros de guerra Michel Le Tellier y su hijo, el marqués de Louvois. Regulaciones codificadas que realmente se aplicaron, estándares razonables de disciplina, especialmente con respecto a las poblaciones civiles, y la insistencia en la supervisión externa de la calidad del reclutamiento, el equipo y la instrucción, transformaron al ejército en lo que se consideraba un complemento de la autoridad y la soberanía reales. Tales iniciativas militares no eran simplemente prerrogativa de las principales potencias: un intento similar de mantener y aumentar los niveles de impuestos para sostener al ejército de Brandeburgo Prusia había creado un ejército en tiempos de paz de 14.000 hombres bajo el control directo del Elector en 1667.

Este ideal de ejércitos que estuvieran estrechamente vinculados a los recursos financieros directos del estado, y de una escala manejable donde la administración central -un Bureau de la guerre o un Kriegskommissariat- pudiera ejercer un alto grado de control y supervisión sobre el reclutamiento de tropas y oficiales, aprovisionamiento, disciplina y despliegue, era un objetivo realista para el Estado del Antiguo Régimen. Además, las fuerzas que podían desplegarse a través de tales sistemas directos de control y apoyo no se limitaban necesariamente a los cuerpos comparativamente pequeños reunidos después de la Guerra de los Treinta Años; estos se concibieron con frecuencia como un núcleo de fuerzas más grandes que se reunirían en tiempos de guerra, ya sea mediante el reclutamiento en el país o mercenarios extranjeros. El crecimiento de la administración estatal, tanto en número de personal como en la gama de sus actividades y procedimientos, es un fenómeno casi universal de finales del siglo XVII y XVIII. También lo es, hasta cierto punto, un aumento constante en la carga de impuestos que los gobernantes podrían imponer a sus súbditos, generalmente desfavorecidos. Limitados por la dependencia de las subvenciones parlamentarias para los ingresos fiscales extraordinarios, incluso Carlos II y Jaime II de Inglaterra pudieron usar su control directo sobre los ingresos crecientes y mejor administrados de las aduanas y los impuestos especiales para financiar un ejército permanente que creció de 15.000 en 1670 a algo más de 30.000 hombres a fines de 1688. Entonces, después de 1650, los gobernantes podrían, en teoría, buscar mantener y controlar ejércitos y armadas que fueran compatibles con su creciente participación en los recursos estatales y el rango en desarrollo y la sofisticación de sus administraciones. También lo es, hasta cierto punto, un aumento constante en la carga de impuestos que los gobernantes podrían imponer a sus súbditos, generalmente desfavorecidos. Limitados por la dependencia de las subvenciones parlamentarias para los ingresos fiscales extraordinarios, incluso Carlos II y Jaime II de Inglaterra pudieron usar su control directo sobre los ingresos crecientes y mejor administrados de las aduanas y los impuestos especiales para financiar un ejército permanente que creció de 15.000 en 1670 a algo más de 30.000 hombres a fines de 1688. Entonces, después de 1650, los gobernantes podrían, en teoría, buscar mantener y controlar ejércitos y armadas que fueran compatibles con su creciente participación en los recursos estatales y el rango en desarrollo y la sofisticación de sus administraciones. También lo es, hasta cierto punto, un aumento constante en la carga de impuestos que los gobernantes podrían imponer a sus súbditos, generalmente desfavorecidos. Limitados por la dependencia de las subvenciones parlamentarias para los ingresos fiscales extraordinarios, incluso Carlos II y Jaime II de Inglaterra pudieron usar su control directo sobre los ingresos crecientes y mejor administrados de las aduanas y los impuestos especiales para financiar un ejército permanente que creció de 15.000 en 1670 a algo más de 30.000 hombres a fines de 1688. Entonces, después de 1650, los gobernantes podrían, en teoría, buscar mantener y controlar ejércitos y armadas que fueran compatibles con su creciente participación en los recursos estatales y el rango en desarrollo y la sofisticación de sus administraciones.

Sin embargo, no fue así como se desarrollaron en la práctica los ejércitos del Antiguo Régimen. Lo que ocurrió en cambio fue un proceso en el que las demandas de los ejércitos y armadas, y especialmente sus costos, superaron la capacidad del estado para satisfacerlas. En la mayoría de los casos, no fue un desarrollo buscado conscientemente, y su impacto fue en gran medida contraproducente en términos de la eficacia de las fuerzas armadas. Como tan a menudo en la historia militar, la realización de la guerra fue impulsada por su propia dinámica; una vez que se abandonó el estilo autorregulador y autolimitante de la guerra empresarial, se abrió el camino a un tipo de fuerza armada y estilo de combate que desbordó los recursos del estado y condujo al estancamiento militar y a una variedad de conflictos políticos y sociales. tensiones a lo largo de los siglos XVII y XVIII.

Un factor en esta transformación fue la tecnología militar. La introducción gradual a partir de la década de 1680 de mosquetes equipados con un mecanismo de chispa barato pero confiable reemplazó a las armas más antiguas en las que la carga en la recámara del mosquete se encendía aplicando una cerilla encendida de combustión lenta. Prácticamente simultáneo con esto fue el desarrollo de la bayoneta anular, proporcionando al mosquetero un arma tanto ofensiva como defensiva. La élite de la infantería tradicional, los piqueros, cuya sólida presencia había servido tanto para proteger a los mosqueteros que recargaban como a los vulnerables del choque de la caballería o la infantería que cargaba, y habían demostrado ser un arma ofensiva formidable, fueron eliminados casi por completo a principios del siglo XVIII. Aunque estandarizado, Se puede pensar que la infantería armada con fusiles de chispa y bayonetas marcó el comienzo de una era de guerra dominada por la potencia de fuego masiva de la infantería, de hecho, la fusilería siguió siendo extremadamente ineficaz: las malas cualidades de producción, el alcance limitado y la precisión mínima se vieron agravados por una cadencia de fuego. que, según los estándares de la guerra industrializada, seguía siendo increíblemente lento incluso en las unidades mejor entrenadas. De hecho, la potencia de fuego transformó el campo de batalla, pero la clave fue el desarrollo de la artillería. Aunque la tecnología básica del cañón de campaña de avancarga se mantuvo sin cambios durante este período, una mejor fundición, cañones y carros más livianos, más movilidad y estandarización llevaron a un gran aumento en el número de artillería desplegada en el campo de batalla: quizás lo más significativo, estos las mejoras condujeron a la proliferación de armas de peso medio más móviles, las piezas de campo de nueve a doce libras que dominaron los campos de batalla de Europa hasta mediados del siglo XIX. Desde la Guerra de los Treinta Años con un par de docenas de cañones en cada bando, pasando por un enfrentamiento como Malplaquet (1709) con 100 cañones aliados contra 60 franceses, hasta Torgau (1760) donde se desplegaron 360 cañones de campaña austriacos contra 320 prusianos, el papel de la artillería fue cada vez más central en el campo de batalla y el asedio. Concentraciones masivas de fuego de artillería, equipados con una temible gama de misiles antipersonal, destrozaron formaciones de infantería y caballería por igual. a Torgau (1760) donde se desplegaron 360 cañones de campaña austriacos contra 320 prusianos, el papel de la artillería fue cada vez más central en el campo de batalla y el asedio. Concentraciones masivas de fuego de artillería, equipados con una temible gama de misiles antipersonal, destrozaron formaciones de infantería y caballería por igual. a Torgau (1760) donde se desplegaron 360 cañones de campaña austriacos contra 320 prusianos, el papel de la artillería fue cada vez más central en el campo de batalla y el asedio. Concentraciones masivas de fuego de artillería, equipados con una temible gama de misiles antipersonal, destrozaron formaciones de infantería y caballería por igual.

Estos cambios tuvieron algunas consecuencias paradójicas para las tácticas y el despliegue en el campo de batalla. La efectividad de la artillería condujo a un aumento adicional en el número de tripulantes y oficiales, pero una respuesta obvia a esta mayor letalidad fue un intento de llevar fuerzas más grandes, principalmente más infantería, al campo de batalla. Sin embargo, la infantería concentrada en el campo de batalla no estaba simplemente sujeta a la matanza por parte de la artillería opuesta; el adelgazamiento de la línea de infantería, que a mediados del siglo XVIII tenía tres filas de profundidad y cuya única defensa después de un puñado de disparos de mosquete era la bayoneta, también los hizo mucho más vulnerables a la caballería. Como reconocieron muchos comandantes astutos, el arma ganadora de la batalla, dado que la artillería no podía aprovechar las ventajas que creaba su potencia de fuego, seguía siendo la caballería. Sin embargo, la caballería como proporción de los ejércitos disminuyó constantemente en el siglo de 1660 a 1760, de alrededor de un tercio a alrededor de una cuarta parte del total de combatientes. La lógica militar podría haber sugerido un gran aumento en las proporciones de la caballería, especialmente en las fuerzas ligeras del tipo que había sido típico de las guerras de Europa del Este durante siglos, pero los presupuestos militares aseguraron que la caballería permaneciera subdesarrollada.

La proliferación de la artillería también tuvo un impacto drástico en la guerra de asedio, vista desde finales del siglo XVI como la forma más típica de combate, y otra razón por la cual las ventajas en el campo de batalla aportadas por más caballería podrían minimizarse. Después de décadas en las que las fortificaciones resistentes a la artillería habían demostrado ser un desafío insuperable para los ejércitos sitiadores, la cantidad de armas que se podían reunir para un asedio en las guerras posteriores de Luis XIV finalmente inclinó la balanza a favor de la ofensiva. Los asedios de los principales lugares fortificados en el siglo XVI y principios del XVII se habían ganado mediante un proceso de bloqueo fortuito, largo y costoso, la derrota de las fuerzas de socorro enemigas y, en ocasiones, la minería o el asalto directo, en lugar del bombardeo de artillería y la brecha. Esto fue reemplazado por prescripciones metódicas para realizar un asedio mediante trincheras paralelas cavadas progresivamente más cerca de las fortificaciones y protegidas del fuego de los defensores por líneas de comunicación en zig-zag. Usando estas trincheras para hacer avanzar la artillería, las fortificaciones y sus defensores se rendirían progresivamente. La única respuesta fue la iniciada por el genio de la fortificación francés Marshal Vauban, cuyo pré carré proporcionó una proliferación masiva de fortificaciones de última generación en una profunda barrera defensiva que se extendía a lo largo de las fronteras francesas. Se podían tomar fortalezas individuales, pero como los comandantes de los ejércitos aliados, Marlborough y Eugenio de Saboya, descubrirían en sus campañas posteriores a 1708, el tiempo y el costo requeridos para tomar un bloque suficiente de tales lugares fortificados redujeron su invasión de Francia a una lucha fronteriza lenta y de desgaste. En el lado defensivo (inferior), los costos de construcción y luego de guarnición y mantenimiento de tales sistemas de fortificación fueron inmensos. Además, experiencias como la campaña de Maurice de Saxe en los Países Bajos austríacos en la década de 1740 arrojan dudas incluso sobre estos enormes sistemas de fortalezas como medio para garantizar la seguridad defensiva. Era poco probable que las fortificaciones más fuertes resistieran si los comandantes de la fortaleza tenían claro que no había un ejército de apoyo en el campo capaz de expulsar a las fuerzas sitiadoras. Además, experiencias como la campaña de Maurice de Saxe en los Países Bajos austríacos en la década de 1740 arrojan dudas incluso sobre estos enormes sistemas de fortalezas como medio para garantizar la seguridad defensiva. Era poco probable que las fortificaciones más fuertes resistieran si los comandantes de la fortaleza tenían claro que no había un ejército de apoyo en el campo capaz de expulsar a las fuerzas sitiadoras. Además, experiencias como la campaña de Maurice de Saxe en los Países Bajos austríacos en la década de 1740 arrojan dudas incluso sobre estos enormes sistemas de fortalezas como medio para garantizar la seguridad defensiva. Era poco probable que las fortificaciones más fuertes resistieran si los comandantes de la fortaleza tenían claro que no había un ejército de apoyo en el campo capaz de expulsar a las fuerzas sitiadoras.

La artillería tenía capacidad para transformar campos de batalla y asedios en espacios más letales que hasta ahora, pero una parte de esta capacidad reflejaría el riguroso entrenamiento de las dotaciones de artillería en maniobrar los cañones, y sobre todo en cargarlos, dispararlos y recargarlos con la mayor rapidez posible. . Esto se basó en una veta mucho más amplia de cambio organizativo y, hasta cierto punto, social: tal fuego eficaz se lograría mejor, se consideró, mediante la imposición de una secuencia mecánica de procedimientos a los artilleros, aprendidos de memoria y enseñados por métodos rigurosos. práctica y disciplina. Y en mayor medida este sería el requisito para la infantería. Si la combinación de mosquete/bayoneta iba a acercarse a su potencial máximo (limitado) como tecnología de campo de batalla, entonces era necesario optimizar las velocidades de disparo, al igual que la forma en que se desplegó la potencia de fuego a través de una unidad de soldados, y la forma en que la unidad maniobraría para defenderse o aprovechar las circunstancias cambiantes del campo de batalla. El medio para lograr esto fue a través del simulacro. El entrenamiento formal se convirtió en la razón de ser del entrenamiento de infantería, impuesto de manera uniforme en grupos cohesivos de soldados desde el día del reclutamiento a lo largo de sus carreras militares. Para que el ejercicio lograra una infantería mecánicamente disciplinada, de respuesta rápida y cohesiva, se necesitaban más de unas pocas semanas en un campo de entrenamiento. El marqués de Chamlay comentó que si bien era posible tener buenos soldados de caballería al año de su alistamiento, tomó un mínimo de cinco a seis años producir infantería que pudiera desplegar fuego disciplinado sin perder la cohesión. y la forma en que la unidad maniobraría para defenderse o para aprovechar las circunstancias cambiantes del campo de batalla. El medio para lograr esto fue a través del simulacro. El entrenamiento formal se convirtió en la razón de ser del entrenamiento de infantería, impuesto de manera uniforme en grupos cohesivos de soldados desde el día del reclutamiento a lo largo de sus carreras militares. Para que el ejercicio lograra una infantería mecánicamente disciplinada, de respuesta rápida y cohesiva, se necesitaban más de unas pocas semanas en un campo de entrenamiento. El marqués de Chamlay comentó que si bien era posible tener buenos soldados de caballería al año de su alistamiento, tomó un mínimo de cinco a seis años producir infantería que pudiera desplegar fuego disciplinado sin perder la cohesión.

Tres consecuencias surgieron del desarrollo del taladro. Primero, el tiempo y los gastos involucrados eran demasiado grandes para permitir que los soldados regresaran a la vida civil después de algunos años de servicio. Los voluntarios, como en Francia, Gran Bretaña y algunos de los estados alemanes, fueron contratados y obligados a permanecer en servicio a veces durante décadas. Cuando se introdujo el servicio militar obligatorio, las poblaciones de hombres adultos podrían beneficiarse de sistemas relativamente ilustrados como el prusiano o el Indelningsverk sueco, en los que, después del entrenamiento inicial, los hombres se mantuvieron militarmente efectivos mediante campamentos de instrucción regulares, pero por lo demás se les permitió continuar con sus vidas civiles. En otros lugares podrían estar sujetos a demandas más brutales, como en la Rusia de Pedro el Grande, donde una parte de los sirvientes y arrendatarios de la clase terrateniente simplemente fueron reclutados de por vida. El servicio militar obligatorio en sus diversas formas se convirtió en una característica del estado del Antiguo Régimen; en la década de 1690, incluso Francia comenzó a utilizar el servicio local obligatorio de las milicias provinciales como un "sistema de alimentación" para el ejército regular. Una segunda consecuencia fue que el servicio muy largo requerido de los reclutas y voluntarios hizo que los soldados fueran más propensos a desertar. En consecuencia, las autoridades militares trataron de mantener a los soldados bajo estrecha supervisión. Por lo general, la segregación de la población civil se adoptó como el medio más efectivo para supervisar a los soldados alistados y, cuando era factible, esto conducía a su confinamiento en cuarteles especialmente construidos. Ambos factores contribuyeron a un tercero: el servicio como soldado común perdió cualquier posición social restante. Mientras que en la Guerra de los Treinta Años los veteranos se habían visto a sí mismos y habían sido tratados como el equivalente de trabajadores calificados, los soldados del Antiguo Régimen, a menudo separados de la población civil y subordinados a un duro código militar, fueron relegados al estatus más bajo. Se desarrolló un círculo vicioso en el que la baja estima social dificultaba el reclutamiento y animaba a los suboficiales y oficiales a tratar a sus hombres con una disciplina aún más brutal y con mayor desprecio.



Sin embargo, la transformación más evidente en las fuerzas armadas del Antiguo Régimen fue la del número y la escala. Incluso las afirmaciones más exageradas sobre el tamaño de los ejércitos levantados en el siglo anterior a 1650, la mayoría de los cuales no tienen fundamento en listas de ejército o detalles de reclutamiento, y todos los cuales ignoran las fluctuaciones entre y dentro de las campañas, aún quedan eclipsadas por la escala de la guerra. esfuerzo sostenido por ejércitos y armadas desde la década de 1690 en adelante.

Hasta cierto punto, el cambio tecnológico y organizacional consecuente indicado anteriormente podría explicar una presión al alza en la escala de las fuerzas armadas, y quizás especialmente en el tamaño de las fuerzas concentradas en el campo de batalla. Pero por sí mismo no habría generado el crecimiento de establecimientos militares en la escala observada en las décadas desde 1680 hasta el siglo XVIII. Los grandes aumentos en este período no fueron impulsados ​​principalmente por factores militares y sus implicaciones, sino que fueron consecuencia de la conducción de la política internacional. La diplomacia inepta y amenazante de Luis XIV a lo largo de la década de 1680 llevó a Francia inexorablemente hacia una guerra contra una coalición de todas las demás potencias importantes de Europa occidental y central. Mantenerse firme frente a esta alianza después de 1688 requirió un esfuerzo militar sin precedentes. Los enemigos de Francia respondieron con una escala de movilización que colectivamente igualaría y superaría los 340.000 soldados y las 150.000 toneladas de fuerza naval que Francia logró lanzar a la lucha. La expansión militar se movió hacia el este a mediados del siglo XVIII, donde la contienda triangular entre Prusia, Austria y Rusia en las décadas posteriores a 1740 tuvo el mismo efecto en el crecimiento del ejército. Federico II heredó un ejército de 80.000 en 1740, pero las guerras por Silesia lo elevaron a 200.000. La expansión militar austriaca que siguió a los desastres de la década de 1740 no fue menos impresionante, mientras que la explotación del servicio militar obligatorio de por vida aseguró que Rusia superara a todos los demás estados europeos en mano de obra militar. El impulsor final de la expansión militar, esta vez naval, fue la rivalidad y la guerra colonial y comercial europea, y sobre todo la determinación de los británicos de mantener la supremacía naval oceánica sobre cualquier otra potencia europea. La Royal Navy, que alcanzó un pico de 196 000 toneladas en 1700, experimentó aumentos progresivos durante la década de 1750 cuando el total aumentó de 276 000 toneladas a 473 000 toneladas en 1790. Este aumento en el tamaño de la fuerza naval británica no fue superado por ningún otro europeo. poder, pero el intento de construir fuerzas que fueran al menos comparables estimuló el crecimiento naval a lo largo del siglo XVIII. Ya sea que esto refleje la ambición de las flotas borbónicas combinadas francesa y española de desafiar a los británicos en el Atlántico, o se refiera al ejercicio del poder naval por parte de Rusia y las potencias escandinavas en el Báltico, el efecto neto fue un crecimiento constante en el tamaño de las fuerzas navales. ,

Sin embargo, las potencias europeas de finales del siglo XVII y principios del XVIII demostraron ser capaces de sostener estos incrementos; los estados no colapsaron bajo la carga de mantener las fuerzas armadas. No es fácil explicar esto en términos de aumento de la prosperidad, crecimiento demográfico o económico. Porque en Europa centro-occidental los mayores aumentos militares coincidieron con un largo período de estancamiento económico desde 1650 hasta 1720/30. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, Gran Bretaña y las Provincias Unidas fueron excepcionales en el logro de un crecimiento económico de base amplia. Francia y los estados alemán o italiano vieron cómo se extraían cada vez más tropas e ingresos de pueblos que apenas podían satisfacer estas demandas. En contraste, ciertamente fue el caso que desde la década de 1730 los gobernantes europeos comenzaron a beneficiarse del crecimiento económico y demográfico. El progreso económico fomentó la mejora tecnológica y la producción más barata de bienes militares, como cañones de hierro fundido confiables para las armadas y los ejércitos terrestres. Una transformación de la agricultura a mediados de siglo permitió un uso más eficiente de la tierra, lo que tuvo efectos en las operaciones militares a través de un crecimiento constante de las poblaciones que proporcionaban personal al ejército y la marina. Pero la mayor expansión militar se había producido antes de que entraran en juego estas ventajas, en estados cuyas economías permanecían deprimidas y limitadas.

Debido a que el enorme crecimiento de la fuerza militar logrado por gobernantes como Luis XIV, Carlos XI de Suecia, Federico-Guillermo I de Prusia no podía atribuirse a la expansión del potencial económico y demográfico, una respuesta tradicional y ahora fácilmente ridiculizada fue envolver el proceso en un conjunto misterioso y frecuentemente circular de afirmaciones sobre el poder personal y la capacidad de los monarcas 'absolutistas'. Una interpretación un poco más plausible argumentaba que este crecimiento militar era el resultado de una creciente eficacia burocrática y gubernamental. Los impuestos mejor evaluados recaudados bajo la amenaza de la coerción militar permitieron mayores aumentos de impuestos, lo que a su vez hizo posible un mayor crecimiento de las fuerzas armadas. Se supone que las fuerzas armadas y la autoridad central crecen en un solo proceso de cohesión interna. Es indiscutible que el carácter de los ejércitos del Antiguo Régimen habría sido muy diferente sin el desarrollo de la competencia administrativa y el mayor poder coercitivo de los estados involucrados. Las reformas militares austriacas de la década de 1740 fueron el resultado de la experiencia militar trabajando dentro de una administración cada vez más eficaz, mientras que los comentarios de Federico II sobre las diferencias entre Prusia y Austria (no reformada) subrayan la importancia de la capacidad administrativa: "He visto pequeños estados capaces de mantener ellos mismos contra las más grandes monarquías, cuando estos estados poseían industria y gran orden en sus asuntos. Encuentro que los grandes imperios, fértiles en abusos, están llenos de confusión y sólo se sostienen por sus vastos recursos y el peso intrínseco del cuerpo.'

Sin embargo, las mejoras en la administración, una mejor rendición de cuentas y una recaudación y un uso más eficientes de los ingresos fiscales no habrían permitido por sí solos a Luis XIV, a principios de la década de 1690, mantener un ejército de 340 000 hombres y una armada de al menos 30 000 marineros, más que en 1740. ¿Habría permitido que Federico Guillermo I de Prusia mantuviera un ejército permanente de 80.000 soldados? Los elementos sustanciales de los costos de la guerra todavía se cubrían mediante la extorsión de los impuestos de guerra de las tierras ocupadas y de los subsidios extranjeros, como los proporcionados por Gran Bretaña a Federico Guillermo I. Ambos ayudaron a mantener fuerzas más grandes de las que podrían haberse sostenido con recursos nativos, pero para el en su mayor parte eran factores que operaban sólo en tiempos de guerra. Y como los suecos descubrieron a su costa después de 1648,