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sábado, 18 de enero de 2020

Canadá: "Deme 20 litros de combustible, dos chocolates y una IMI Tavor para llevar..."

Freaking North America

Un muchacho compra un rifle de asalto israelí IWI Tavor semiautomático de calibre 5.56x45mm... en una estación de servicio/gasolina en Canadá. Locuras que, por suerte, ocurren sólo en América del Norte.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Tiro Defensivo: Comparando calibres de pistolas

Comparando el 9 Para, el .40 S&W y el .45 ACP
Sus pro y sus contras
por Rolando Mendez

Nadie podrá negar que un Ferrari es un auto deportivo excelente y una obra de arte de la ingeniería mecánica. Pero por mas maravillosa que sea, un Ferrari es bastante obsoleto si lo utilizamos como medio para hacer turismo aventura por caminos intransitables. Sería mas aconsejable utilizar una camioneta de tracción integral, que aunque no posea la calidad ni el refinamiento de la coupe italiana se adaptará mejor al propósito que buscamos.

Con la cartuchería pasa lo mismo. Veamos: ¿Utilizaría el .22 Long Rifle para la caza de antílopes en montaña? ¿Utilizaría el .458 Winchester Magnum para la caza de la vizcacha?



A pesar que conozco gente que me respondería a esta última pregunta con un categórico sí, y hasta me aseguraría que cuando un animalito de estos recibe el tiro ya queda listo al escabeche con papas, lo que quiero afirmar es que cada calibre se diseña teniendo en mente un uso especifico, o sea se adaptara mejor a un fin que a otros. Esto no significa que en otros roles el cartucho en cuestión no pueda cumplir una aceptable o hasta excelente performance, pero probablemente sea una casualidad no buscada al momento de diseñarse.

La idea de este articulo es enfocar la atención en tres cartuchos de arma corta, que están diseñados para funciones similares y compararlos en sus prestaciones entre sí.

No es caprichoso el término "funciones similares" utilizado anteriormente, ya que dos de estos cartuchos fueron creados para actuar en condiciones idénticas, el campo de combate militar, mientras que el ultimo de ellos esta pensado para el combate urbano, aunque también podría utilizarse como cartucho de uso militar.

Dos de ellos rondan el siglo de vida, mientras que el restante fue presentado al mercado mundial unos catorce años atrás.

Estos tres cartuchos son, de menor a mayor diámetro, el 9 Parabellum, el .40 Smith & Wesson y el .45 ACP.

Encararé esta comparación teniendo en mente un uso especifico: el del combate urbano para fuerzas de seguridad y la defensa personal por parte de civiles.

Considero apropiado aclarar cual será el rol en que pienso evaluar a estos cartuchos, ya que, si bien comparte muchas características con otro tipo de combates, el combate urbano posee características propias que lo diferencian.

Y tanto el cartucho como el arma que se utilizara, en definitiva el sistema de armas, deberá adaptarse a esas particulares circunstancias.

Me gustaría enunciar algunas diferencias entre el combate urbano y el militar, como para establecer las bases para el análisis

Distancias de tiro 
En general, las distancias de tiro en el combate urbano son mucho menores que en el terreno militar. Esto no es una afirmación categórica como así tampoco inamovible, ya que si las distancias en un combate militar, nunca colocaran a dos enemigos frente a frente, no tendrían sentido las bayonetas. Pero el combate urbano se desarrolla en un terreno que no es campo abierto. Allí pueden presentarse casas, autos, muros, etc con mucha mayor asiduidad que en el combate militar.

Terreno propio - Terreno enemigo 
Yo defino a este término como el conocimiento por parte del combatiente de la zona propia que ocupa el mismo y sus compañeros, de la zona en poder del oponente. Esto significa que todo lo que un soldado tenga delante del en terreno no propio, puede considerarse enemigo y por lo tanto puede ser batido con las armas disponibles. En el terreno urbano no existen frentes definidos. Nuestro oponente puede encontrarse y aparecer desde cualquier posición.

Enemigo - No enemigo 
En el terreno militar se supone que todo aquello que se acerca desde el terreno enemigo, es enemigo. Esto ha causado a lo largo del tiempo muchas bajas por fuego propio. En lo que respecta al combate urbano, como no hay frentes establecidos no puede asumirse que todo lo que se aparece al frente es enemigo. Además, el combate urbano es un terreno en donde enemigos y civiles indefensos pueden encontrarse en un mismo escenario, por lo tanto es necesario discernir antes de disparar para evitar desgracias.

Balística Terminal distinta 
En el terreno militar, partiendo de la base que todo lo que se encuentra al frente es enemigo, no interesa demasiado la capacidad de penetración de la munición usada. Si un enemigo es atravesado por un disparo y el proyectil continua su camino con suficiente poder para abatir otro blanco, mejor aún. En el terreno urbano la cosa cambia ya que detrás de nuestro blanco puede encontrarse gente inocente que puede ser afectada por la sobre penetración de un cartucho.

Tácticas distintas 
En el terreno militar, la toma de un objetivo generalmente se realiza a través del uso de potencia de fuego y saturación del blanco. Esto comprende el uso de artillería, ametralladoras de fuego sostenido, granadas, misiles, etc. Y termina con el fuego del arma individual del soldado que toma la posición. Esto es impracticable en combate urbano, porque lo que se busca es neutralizar únicamente al enemigo causando la menor cantidad de daños físicos y materiales a terceros inocentes que puedan encontrarse en la misma área.

Se podrían establecer mas diferencias entre los dos tipos de combates, pero como este articulo no está dedicado a la táctica, sino a una comparación de cartuchos, estas diferencias solo las menciono para establecer una base de comparación.

Teniendo en cuenta lo arriba expresado, definiría al cartucho ideal para el combate urbano y la defensa personal, a aquel que reúna las siguientes características ideales:
• Energía necesaria para poner fuera de combate a un ser humano con un solo disparo.
• Capacidad para entregar toda su energía sobre el blanco.
• Capacidad para atravesar obstáculos que se interpongan entre el origen del disparo y el blanco, sin sufrir alteraciones en la trayectoria o cambios de dirección
• Ante el choque con paredes, ramas, etc, que se desintegre sin rebotar.
• Poseer un alcance efectivo reducido, estando en el orden de los cincuenta metros.

Diseñar un cartucho que cumpla con estas características, aún es imposible. Ninguno de los ítems arriba enumerados puede ser cumplido completamente por ningún diseño de cartucho humano. Es por ello que se diseñan cartuchos especiales que cuentan con determinadas características y pueden ser usados en situaciones puntuales, mientras que no serán los adecuados para otras.

Analizando las prestaciones
Detallare las prestaciones de los tres cartuchos, en su versión estándar, aquella que es la mas común y utilizada a diario por la mayoría de los tiradores:

Cartucho 9 Parabellum; 9 Para, 9 Luger, 9 x 19 mm
Largo máximo de vaina: 19.15 mm
Diámetro máximo de vaina: 10.01 mm
Largo máximo del cartucho terminado: 29.70 mm
Diámetro de Punta: .355" (9.02 mm)
Rango de pesos de punta: 90 - 158 grains (5.83 - 10.23 gramos)
Peso de Punta mas común: 124 grains (8.03 gramos)
Velocidad de punta (124 grains): 1200 p/s
Energía de la carga anterior: 396 l/p
Rango aprox. de velocidades (158 - 90 grains): 900 - 1300 p/s
Presión máxima de trabajo: 35000 psi
Retroceso (*): Moderado - bajo

Cartucho .40 Smith & Wesson 
Largo máximo de vaina: 21.59 mm
Diámetro máximo de vaina: 10.77 mm
Largo máximo del cartucho terminado: 28.82 mm
Diámetro de Punta: .400" (10.16 mm)
Rango de pesos de punta: 135 - 200 grains (8.74 - 12.96 gramos)
Peso de Punta mas común: 180 grains (11.66 gramos)
Velocidad de punta (180 grains): 970 p/s
Energía de la carga anterior: 376 l/p
Rango apro. de velocidades (135 - 200 grains): 1250 - 900 p/s
Presión máxima de trabajo: 35000 psi
Retroceso (*): Moderado

Cartucho .45 ACP, .45 Automatic Cardtrige Pistol, .45 Auto
Largo máximo de vaina: 22.81 mm
Diámetro máximo de vaina: 12.19 mm
Largo máximo del cartucho terminado: 32.38 mm
Diámetro de Punta: .451" (11.43 mm)
Rango de pesos de punta: 155 - 260 grains (10.04 - 16.85 gramos)
Peso de Punta mas común: 230 grains (14.90 gramos)
Velocidad de punta (230 grains): 850 p/s
Energía de la carga anterior: 369 l/p
Rango aprox. de velocidades (155 - 260 grains): 1250 - 800 p/s
Presión máxima de trabajo: 21000 psi
Retroceso (*): Alto

* Si bien la sensación de retroceso difiere de tirador a tirador, la mayoría de aquellos que han utilizado los tres cartuchos tienden a coincidir en la calificación que se enuncia en esta reseña.


Comparando los datos con el ideal:
Tomando como base a lo ideal que se espera de un cartucho para cumplir con los requisitos en un combate urbano, analizare punto por punto a los tres cartuchos en cuestión:

Energía necesaria para poner fuera de combate a un ser humano con un solo disparo.

9 Para; .40 S&W; .45 ACP:
Sin dudas, la energía pura que desarrollan estos cartuchos es suficiente para detener a un humano. Si se toma como base a las 200 l/p que desarrollan cartuchos como el .380 ACP o el .38 S&W Special, las casi 400 l/p del 9 son mas que suficientes. En el caso de los dos calibres restantes, si bien la energía es menor, igual cumplen sobradamente con los valores necesarios.

Capacidad para entregar toda su energía sobre el blanco. 

9 Para:
Acá empezamos a tener diferencias entre los tres desarrollos. A Iguales características de puntas, este cartucho es el que posee la menor sección y la mayor velocidad de los tres. Siempre ha demostrado excelentes cualidades de penetración. Es por lejos el que mejor balística exterior de los tres posee, y también es el que utiliza la energía para perforar, en detrimento de entregarla en el blanco.

.40 S&W:
De mayor sección y peso que el anterior y por poseer un diseño de punta de frente chato, las puntas totalmente encamisadas de este cartucho actúan entregando mayor cantidad de energía que el 9mm sobre el blanco batido.

.45 ACP:
Es el que mayor masa y sección de los tres cartuchos posee. Su punta totalmente encamisada ha demostrado ser la que mayor energía entrega sobre el blanco de los tres en cuestión. Claro está, siempre que los diseños sean los mismos.

Capacidad para atravesar obstáculos que se interpongan entre el origen del disparo y el blanco, sin sufrir alteraciones en la trayectoria o cambios de dirección. 

9 Para:
Como dije antes, este cartucho es el que goza de mayor poder de penetración. Esto es una ventaja relativa, ya que es importante que en combate urbano un cartucho pueda atravesar un parabrisas, puertas de madera, etc. pero creo que esta característica del 9 mm le confiere un excesivo poder de penetración para los materiales que habitualmente pueden encontrarse en una ciudad.

.40 S&W:
De menor poder de penetración que el anterior, aun mantiene el suficiente como para ser eficaz cuando se trata de perforar los materiales que habitualmente se encuentran en una urbe.

.45 ACP:
Si bien la mayor masa de su punta trae aparejado mayor inercia, la baja velocidad y la gran sección actúan como frenos para esta punta casi con forma de esfera. Por lo tanto, de los tres, este cartucho es el que menos poder de penetración posee, aunque es suficiente para el fin buscado.

Ante el choque con paredes, ramas, etc, se desintegre sin rebotar. 
Es de hacer notar, que la capacidad de desintegrarse de una punta es una característica muy difícil de lograr para cualquier diseñador. Puede lograrse, pero a costa de perjudicar el desempeño de esa munición en otros rubros, como puede ser la penetración o entrega de energía sobre un blanco.

9 Para:
Las mismas cualidades que le otorgan gran poder de penetración le juegan en contra cuando se trata de desintegrarse contra blancos u obstáculos que no pueden ser atravesados. En estos casos, el comportamiento de la punta es el de desviarse y continuar una trayectoria totalmente errática, pero con suficiente poder como para causar daños.

.40 S&W:
Si bien actúa de manera similar al anterior, su mayor masa y sección, unido a su menor velocidad hace que la posibilidad de cambiar de rumbo con la energía suficiente como para provocar accidentes sea menor.

.45 ACP:
Aquí nos encontramos con una punta que une las características mencionadas para el .40, sumado al hecho de que la mayor masa e inercia hacen que la punta no pierda su dirección tan fácilmente como lo haría el 9. Por lo tanto, es el que mejor se comportara de los tres en situaciones similares.

Poseer un alcance efectivo reducido. Estando en el orden de los cincuenta metros. 

Al igual que con la característica anterior, ésta también es difícil de lograr, y en la mayoría de los casos se trata de encontrar una suerte de compromiso entre alcance reducido y poca perdida de prestaciones. De todas maneras, estos cartuchos disparados desde un arma corta, por diseño del sistema de armas, no cuentan con un largo alcance efectivo. Esto no significa que en distancias mayores a las usuales no puedan causar serios daños o muerte. Al limitar su alcance, esto es lo que se trata de evitar.

9 Para:
De los tres, lejos es el que mejor balística exterior posee. La alta velocidad y el buen perfil de su punta le confieren una excelente trayectoria. Desgraciadamente, disparado desde armas de puño, estas características no le confieren grandes ventajas con relación a los otros dos cartuchos.

.40 S&W:
Sin tener las cualidades de balística exterior del anterior, su alcance efectivo es similar, ya que disparado desde armas de similar diseño, no muestra perdidas apreciables en relación a sus menores propiedades de vuelo.

.45ACP:
Debido a su baja velocidad, su punta mas pesada y su falta de aerodinámica, este cartucho es el que peor balística exterior posee. Pero para el alcance efectivo de cincuenta metros que se busca, es más que suficiente.



Consideraciones personales:
Antes de comenzar con mi personal consideración acerca de estos tres calibres para el uso policial y civil para defensa creo conveniente reiterar cuales son los tipos de munición que estuvieron en mi mente a la hora de escribir lo anterior.

Esta es la versión mas común y la que mas fácilmente puede conseguirse en nuestro país. Además es la única permitida por nuestra legislación para ser utilizada con el fin de la defensa. Me refiero a aquella que posee puntas totalmente encamisadas, indeformables (o lo menos deformable posible).

Con otro tipo de puntas, el comportamiento de las mismas puede variar radicalmente en cuanto a su performance y todo lo aquí expuesto bien puede no cumplirse, pero al día de hoy nuestra legislación solo permite el uso de la misma con el fin de practicar tiro deportivo o bien para la caza.

Para el que lea esto bien puede estar de acuerdo o no con nuestra legislación, pero lo cierto es que, guste o no, la misma es la que rige actualmente y su texto no deja lugar a diferentes interpretaciones.

Al comienzo de este artículo mencioné que dos de estos cartuchos son centenarios; se trata del 9 Para y del .45 ACP. Ambos fueron desarrollados con la mente puesta en el campo de batalla militar, mientras que el .40 S&W que es el diseño mas moderno, se diseño como arma para el uso por parte de fuerzas de seguridad y defensa civil.
Por otro lado, las hipótesis de conflicto que se le pueden presentar a un miembro de una fuerza de seguridad son diferentes a las de un civil que es víctima de un acto delictivo. Y cada calibre de los aquí mencionados posee virtudes y defectos que los hace mas aptos que los demás para el uso por parte de un civil o de un funcionario policial.

Si comparamos brevemente las situaciones que se les puede presentar a un civil y a un policía, veremos que existen diferencias notables en cuanto al accionar que deberá tener cada uno de ellos, y por ende el uso de un sistema de armas exigirá que esta se adapten lo mejor posible a cada situación en particular. Veamos:

Un funcionario policial tiene la obligación de intervenir cuando advierte que se esta cometiendo un ilícito. Tal vez este solo o con poco apoyo. En caso de que necesite reprimir un delito, es recomendable que posea un arma con un buen volumen de fuego, el que administrado correctamente, será más efectivo ante una prolongada actuación.

Un civil no tiene la obligación de intervenir en situaciones como las arriba mencionadas, porque para eso están las fuerzas de seguridad. El arma que el civil utilice para su defensa no necesariamente debe tener alto volumen de fuego, ya que el civil por lo general usara su arma ante una amenaza puntual hacia si mismo o hacia su familia. La mayoría de estas situaciones son muy rápidas, definiéndose para bien o para mal en muy poco tiempo y con una cantidad pequeña de disparos.

Una mas que importante cuestión que las fuerzas de seguridad tienen en cuenta es el costo económico que debe soportar para dotar a sus fuerzas del armamento adecuado. Es por ello que el sistema de armas adoptado, deberá ser el que se acerque mas al ideal que se pueda pagar.

Un civil, no tiene este inconveniente logístico. Adquirirá el mejor sistema de armas dentro de sus posibilidades económicas, pero no tendrá en cuenta el gasto de mantenimiento o el costo de la munición de la misma manera que lo hace una institución de seguridad.

Entonces: ¿Cuál es el mejor?

El 9 Para en Fuerzas de Seguridad: 
El principal atractivo de este cartucho esta en su economía, ya que es el menos costoso de los tres. Además, este cartucho junto al .22 LR, es quien goza del mayor número de diseños de armas de puño y subfusiles.
Todos conocemos que nuestras fuerzas de seguridad han adoptado al 9 Para como cartucho reglamentario. Disparado desde diferentes armas, este cartucho está desde hace bastante tiempo acompañando al uniformado. Aun es resistido por bastante personal de todas las fuerzas, ya que lo encuentran poco efectivo a la hora de detener a un delincuente.
Hablan de perforación, pero no de detención. Y tienen toda la razón. Años atrás se trato de paliar esta particularidad del cartucho con el uso de munición subsónica, con puntas pesadas, pero no resulto ser una solución efectiva.
Otro punto a favor es la capacidad de contener munición de las armas que lo disparan, llegando a casos en que un arma puede almacenar mas de 20 cartuchos.
Pero esta supuesta ventaja en manos de gente entrenada, como deberían ser todos aquellos funcionarios de seguridad, se convierte en un peligro cuando llega el momento de que una persona sin suficiente entrenamiento la administre. Y mal que nos pese, una gran parte de los funcionarios policiales no poseen el entrenamiento básico, ni la ejercitación periódica correspondiente, ni la preparación mental necesaria ante situaciones de alto peligro como las que deben enfrentar.
Esto hace que el alto volumen de una nueve se convierta en un peligro para los terceros inocentes que puedan encontrarse en una situación delictiva.

El 9 para en manos de civiles: 
La mismas ventajas en cuanto a variedad y economía de las armas y munición 9 para también son un punto a favor de estos sistemas en manos de los civiles.
Sin embargo, ya que la mayoría de las situaciones que este afrontara se producirán de repente, sin aviso previo, por sorpresa, con un agresor que se encontrara a corta distancia y al que habrá que neutralizar de la manera mas rápida posible, no será estrictamente necesario tener cargadores de alta capacidad, ya que la gran mayoría de estos encuentros se resuelven cuando mucho en 4 o 5 disparos.
Las mismas falencias en cuanto a poder de detención que critican los funcionarios policiales se aplica a la legitima defensa de un civil. La excesiva penetración de este cartucho atenta contra la entrega necesaria de energía en un agresor y se hace necesario colocar mayor cantidad de impactos, con lo que aumenta el riesgo de que personas inocentes reciban algún disparo desviado.

El .40 S&W en Fuerzas de Seguridad: 
La información sobre el desempeño de este cartucho en manos de funcionarios de seguridad, se limita a la que nos llega de América del Norte, lugar en donde varias policías lo han adoptado. Se habla de muy buenos resultados a la hora de detener a un agresor, de armas con una potencia de fuego muy buena, y mejores resultados obtenidos respecto al desempeño del 9 Para.
Sin embargo, es necesario poner las cosas en su lugar. En los Estados Unidos esta prohibido el uso para defensa de munición totalmente encamisada, exactamente todo lo contrario a nuestra legislación. Por lo tanto, los resultados obtenidos en el norte probablemente difieran de manera notable aquí. En segundo lugar, el entrenamiento de los funcionarios de seguridad de nuestro vecino del norte también es muy diferente al de nuestras fuerzas.
Y con armas un tanto mas difíciles de dominar por su mayor retroceso, y con una potencia de fuego levemente inferior a las 9, pero aún así alta, tal vez sean mayores las desgracias para los bienes o terceros que se vean afectados.
En relación al poder de incapacitación, este es mayor con respecto al 9 parabellum, merced a su punta de mayor sección, diámetro y peso. En nuestro país, la relación de costos le juega en contra al compararlo con nuestro calibre reglamentario.
Además estimo que el mantenimiento del lote de armas en este calibre sería más oneroso para cualquier institución armada. Y si bien no poseo números concretos, ni pruebas irrefutables de lo que trato de afirmar, a lo largo de mis años de tirador he visto romperse algunas armas, pero al hacer un recuento exhaustivo, encuentro que el 90 % de las armas que se rompieron delante mío son de este calibre. (.40 S&W)
Si bien creo tener una explicación de ello, no es mi intención entrar en detalles sobre el porque en este articulo. Quien desee saberlo, puede escribirme al consultorio para que se lo explique.

El .40 S&W en manos de civiles: 
De mejores características balísticas terminales que el 9 Luger, este cartucho combina la posibilidad de utilizar armas con un similar tamaño pero con un punta mas contundente en cuanto a poder de detención. Los cargadores de las armas de este calibre proveen de menor potencia de fuego, aunque sigue siendo mas de la necesaria para la generalidad de las situaciones de defensa en que un civil se vea afectado.
Tal vez el punto negativo, sea el mayor retroceso que se genera, pero esto no es nada que no pueda manejarse con el adecuado entrenamiento y conocimiento por parte de un usuario responsable.

El .45 ACP en Fuerzas de Seguridad: 
Durante mucho tiempo, este cartucho sirvió en instituciones policiales junto a excelentes modelos de armas. Su punta pesada y de baja velocidad ha demostrado que entrega la necesaria energía en un cuerpo como para abatirlo limpiamente de un disparo.
Hoy en día es un cartucho mucho más caro que el 9 Para y de similar o mayor costo al .40 S&W. Ese tal vez sea el punto que más lo relegó con relación a sus competidores. Las dimensiones del cartucho conspiran para obtener armas relativamente pequeñas, sin afectar la cantidad de munición que estas pueden contener.
Un funcionario policial no tendrá muchos problemas en portar una voluminosa .45 porque no tiene la necesidad de llevar oculta su arma, pero es una realidad que a igual tamaño de armas, una 45 tendrá un volumen de fuego inferior que las armas de los dos restantes calibres, llegando esta diferencia en ciertos casos a tres veces menos.
Tal vez esto que puede parecer una contra, no lo sea tanto en manos de tiradores correctamente entrenados (como todos los integrantes de fuerzas de seguridad deberían ser) y hasta podría ser beneficioso en cierto punto, ya que el tirador deberá extremar los recaudos para obtener el mayor rendimiento de su sistema de armas, en lugar de generar una lluvia de disparos que puedan afectar a terceros inocentes o sus bienes.
La tecnología nos ha provisto de armas en este calibre que, si bien nunca alcanzan la capacidad de carga de una 9, superan ampliamente el volumen de fuego de las viejas 45. Sin embargo el alto costo de estas armas en relación a las demás conspira contra alguna consideración institucional a la hora de adquirirlas en cantidad. Y es justo reconocer que una 45 de alta capacidad puede ser muy incomoda de manejar por manos pequeñas o femeninas.

El .45 ACP en manos de civiles: 
Con menores consideraciones económicas que respetar, sin la necesidad de contar con un alto volumen de fuego, por ser el cartucho que de los tres entrega mayor energía sobre un blanco, considero que este es el mejor cartucho que un civil puede utilizar para su defensa. En armas modernas de tamaño compacto, los seis o siete cartuchos que estas contienen son suficientes para la mayoría de las situaciones que se nos presenten. La formula " gran diámetro + gran peso + velocidad moderada = buen poder de detención" ha sido durante muchísimo tiempo la base sobre la que ejércitos, policía y civiles se han basado para defenderse.
El punto en contra que le encuentro puede ser su retroceso, que es el mas alto de los tres cartuchos. Pero al igual que el .40, este no es inmanejable en manos de usuarios perfectamente entrenados. El tema de la tremenda patada del .45 tiene mucho de mito, al igual que aquel mito que nos enseñan desde Hollywood, en donde los malos que reciben un disparo de .45 vuelan tres metros por el aire. Por el principio físico de acción y reacción, si al impactar a nuestro blanco lo hiciéramos volar a tal distancia, nos pasaría lo mismo a nosotros al efectuar el disparo, y eso no lo vi nunca.

Para ir terminando
Cada uno de los cartuchos aquí analizados tienen sus pro y contras en materia de combate urbano y defensa personal. Ninguno es perfecto para todo, simplemente porque aun no se ha inventado el cartucho que lo sea.
De los tres, el 9 parabellum es el que mejor cumple con las exigencias que le impone un campo de combate militar, pero presenta ciertos puntos oscuros en el terreno urbano, principalmente su alta penetración y poca entrega de energía en el blanco.
El .40 S&W cumple muy bien con los requisitos que se le piden a un cartucho para defensa y combate urbano, pero me gustaría no ver tantas armas inutilizadas o destruidas.
El .45 ACP, a pesar de ser el cartucho que menor energía pura genera de los tres, ha demostrado mayor capacidad de entregarla sobre un blanco que los dos cartuchos anteriores. Su mayor costo económico, hizo que perdiera terreno y quedara relegado.
Quisiera finalizar este artículo con una afirmación que es muy obvia, pero también muy ignorada. Ni el mejor calibre de defensa es suficiente para repeler cualquier agresión. Solo es el ultimo recurso, cuando ya no tenemos otra cosa que hacer. Para un civil, la mejor defensa es tratar de evitar todo problema, y agotar los medios que se tengan para evitar el uso de un arma.
Si no nos queda otra, no aprendamos a usar el arma cuando tenemos el problema encima. Por lo tanto la practica continua, responsable y adecuada en evitar problemas y el entrenamiento continuo hasta que actuemos por reflejo al usar un arma de fuego es la mejor manera de defendernos.

Rolando Mendez
Full Aventura



domingo, 6 de enero de 2019

Arma civil: Korriphila HSP-70, la pistola de los 12 mil USD

Pistola Korriphila HSP-701 (Alemania)



Pistola de 9mm Korriphila con 127mm / 5.


Pistola .45ACP Korriphila con 102mm / 4.


Pistola Korriphila Odin's Eye, fabricada en acero de Damasco, con paneles de agarre personalizados


Diagrama de la patente original de Budischowsky, explicando la acción retardada del rodillo-retraso de la pistola de Korriphila.

Características


Tipo Doble Acción semiautomática
Calibre (s) 7.65x21 Luger, 9x19 Luger, .38 Super, .45ACP
Peso descargado 1000 g (con barril de 100 mm), 1200 g (con barril de 127 mm)
Longitud del cañón 100 mm (4 ") o 127 mm (5")
Capacidad del cargador  9 (7.65 y 9mm) o 7 (.45) tiros

Las pistolas Korriphila, fabricadas actualmente en Alemania por Intertech, representan la primera línea de las pistolas europeas personalizadas. El diseño básico fue una idea original del Edgar Budischowsky, que patentó su acción de retroceso demorada en 1979. La acción es algo similar a un sistema Vorgrimler con retraso de rodillo más antiguo, desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente utilizado en una serie de armas de fuego de Heckler und Koch, Pistola P9S o subfusil MP5. Las pistolas Korriphila se hacen en base de encargo, y se dice que solamente pocas docenas de nuevas pistolas se producen cada año. Fabricadas con tolerancias muy ajustadas y un acabado de lujo, estas pistolas cuestan precios en la región de US $ 4 000, y las versiones Odin's Eye de orden especial, que tenían marcos y deslizadores fresados ​​de sólidos bloques de acero de Damasco, cuestan al menos tres veces más (OMG!). Mientras que estas pistolas se pueden utilizar para autodefensa personal, ciertamente tienen más valor como piezas de colección y de inversión.
Las pistolas de Korriphila son armas de fuego retrasadas que utilizan un solo rodillo, interpuesto entre un cerrojo separado y una diapositiva. Cuando la corredera está en batería, el rodillo se extiende hacia abajo en el corte en el marco. Al retroceder, el bloqueo de culata fuerza al rodillo hacia atrás y hacia fuera de su hueco, lo que hace que la corredera se abra más rápido que el bloque de culata. Este sistema es básicamente la mitad del sistema Vorgrimler más común, girado 90 grados. El gatillo es de doble acción. Los cargadores son de una sola pila.

World Guns

martes, 24 de abril de 2018

La limpieza del arma de fuego

Limpieza de armas de fuego
recopilación y retoques by Delfín

1. Elementos para la limpieza
Los elementos de limpieza, deben ser pocos pero de la mejor calidad posible. Ya que su precio, comparado con la del arma suele ser casi despreciable, no parece lógico arruinar un arma muy costosa por la utilización de material inadecuado de limpieza.

1.1. Baqueta:
La baqueta es una varilla metálica provista de un mango adecuado para asirla firmemente, en cuyo extremo se montan los cepillos, pasatrapos, etc.

Las mejores baquetas son de una pieza, de ACERO recubierto de material sintético, adaptada al calibre y longitud del cañón.

Igualmente, aunque menos rígidas, las de LATÓN sirven a la perfección. Con las de ALUMINIO, por su poca dureza, hay que extremar el cuidado para no rozar las estrías generando depósitos difíciles de quitar.





Aunque hay en el mercado baquetas con diámetros que se pueden utilizar en cañones de diferente calibre, se aconseja disponer de baquetas lo más adaptadas para cada calibre, ya que se tiene más precisión a la hora de empujarla, con menos riesgo de doblarse y erosionar el ánima.

Hay unos artilugios especiales diseñados para guiar la baqueta. El caso de tener que efectuar la limpieza por la boca, existen unos "salvabocas" de teflón o de latón que evitan la siempre grave erosión de la boca del arma. En el caso de efectuarla por la recámara hay unos tubos que se acoplan y permiten guiar la baqueta hacia el estriado con gran fiabilidad, evitando bailoteos del cepillo y goteos de los líquidos utilizados sobre otras zonas de los mecanismos.


1.2. Cepillos para baquetas:
Es altamente conveniente utilizar siempre cepillos del mismo calibre que el arma que se está limpiando. De menor diámetro puede resultar en una limpieza incompleta. De mayor diámetro puede, con el tiempo, llegar a afectar el interior del ánima.

· De Bronce / Latón: los cepillos de éste material y nunca de acero o aluminio, se utilizan para eliminar restos más difíciles, su diámetro debe corresponder al calibre del cañón. Por ej. después de haber efectuado disparos con recargas con puntas de plomo no encamisadas, quedan muchos restos de plomo que deben eliminarse con un cepillo “adecuado”.

· de Cerda: por su suavidad se pueden utilizar para la limpieza de restos de pólvora, polvo o cualquier otro residuo o material de fácil eliminación.

· Sintéticos: ídem a los de cerda.

· Otros cepillos, como los de algodón, se suelen emplear para una limpieza de las armas de cañón liso, pero en todo caso no son el mejor sistema, siendo siempre mejor utilizar un cepillo de material sintético de su calibre respectivo, al que puede envolverse un trapo.




1.3. Pasatrapos:
Los pasatrapos pueden ser de dos tipos:

· los de empuje ("gratas") los cuales están diseñados específicamente para cada calibre permitiendo una limpieza muy buena del estriado, y

· los de ojal, que tienen más tolerancia y se emplean para una limpieza con trapos más somera y sobre todo para introducir en el cañón los líquidos de limpieza.


1.4. Parches de limpieza (trapos):
Los parches de limpieza permiten poner y quitar líquidos disolventes o lubricantes. Suelen venir en bolsitas de 50 parches.

A falta de parches de limpieza, se pueden utilizar trapos de algodón, deben adaptarse al calibre del cañón, lo cual es extremadamente importante sobre todo cuando se emplean pasatrapos de empuje (“gratas”).

Para la limpieza general exterior del arma es conveniente disponer de trozos grandes de trapos de algodón (camisetas viejas...), que no deshilachen. Para el pulido final de la madera un paño de lana fina o jersey viejo, es el mejor auxiliar.


1.5. Otros complementos:
Un cepillo de dientes (usado... y en desuso) u otros cepillos, de diseño apropiado, son necesarios para la limpieza de la recámara, del cerrojo, y de zonas de difícil acceso. Obviamente este cepillo luego de un tiempo hay que cambiarlo…

La mayor parte de los agentes de limpieza pueden dañar la madera, por lo cual es conveniente protegerla, con algún paño o con bolsas de plástico antes de efectuar la limpieza.


1.6. Liquidos de limpieza y lubricación
Básicamente son de cuatro tipos:
· desengrasantes
· desemplomantes
· disolventes
· lubricantes.

Los disolventes se utilizan para eliminar los restos de pólvora, plomo y latón (cobre), suelen ser productos con base de petróleo, que dejan el ánima del cañón sin protección una vez utilizados.

Existen algunos específicos para eliminar el "latonado" ("cobreado"), cuyo uso es muy delicado dada su alta capacidad de corrosión. Los cepillos de latón no pueden emplearse con estos últimos, por razones obvias, ya que se disolverían.

Los lubricantes son tipo aceites de origen orgánico, mineral o preferentemente sintéticos, que se emplean para la limpieza general, para evitar la corrosión y lubricar los componentes mecánicos. Siempre deben utilizarse en pequeñas cantidades, evitando empapar las piezas del arma, por sus consecuencias negativas. Siempre debe eliminarse el exceso de lubricante antes de volver a utilizar el arma. Cualquier resto de lubricante “visible” es exceso y debe ser eliminado.

Modernamente se han propuesto productos mixtos: disolvente + lubricante que se utilizan como único producto suficiente, siendo de eficacia probada.

2.1 ¿Cuándo se debe limpiar un arma de fuego?
Un arma de fuego es necesario limpiarla:
a) Antes de una sesión de tiro: quitando cualquier exceso de lubricante que haya quedado
b) Al finalizar una sesión de tiro o cada 100 ó 200 disparos
c) Si ha pasado mucho tiempo sin utilizarla (meses en climas muy húmedos, años en climas secos)


2.2. Seguridad:

Elegir momento y lugar.

El LUGAR debe estar bien ventilado, para eliminar cualquier vapor tóxico de las sustancias que se utilizan para la limpieza. Preferentemente un lugar “PRIVADO” para que no anden pasando niños cerca…

El MOMENTO debe ser el adecuado: se requiere un momento de concentración y lucidez, las urgencias no son adecuadas. Si nos están por llamar para almorzar o cenar, conviene posponer la limpieza hasta que la comida haya terminado y podamos hacer este ritual con tranquilidad.

Es necesario, durante el proceso de limpieza, no tener munición sobre la mesa de trabajo donde se efectúe la limpieza ya que se corre el riesgo de recargar el arma inconcientemente y derivar luego en un accidente grave.

Para ello, antes de comenzar la limpieza del arma,
· se debe retirar el cargador del arma
· debemos asegurarnos que no quede cartucho en recámara (para lo cual... el dedo índice debe estar en cualquier lado... menos en el gatillo - cola del disparador)
· se deben quitar los cartuchos del cargador, dejándolos en otro ambiente o muy alejados, fuera de la mesa de trabajo.


2.3. PASOS PARA LA LIMPIEZA NORMAL:
Desocupar una mesa de trabajo y dejar sobre ella sólo:
[ ☼ ] un paño limpio y amplio que cubra el área de trabajo
[ ☼ ] el arma
[ ☼ ] los elementos de limpieza
[ ☼ ] Efectuar un desarme básico del arma, quedándonos...
[ ☼ ] - armazón (frame)
[ ☼ ] - corredera (slide) de la cual debe sacarse
[ ☼ ] - - - i. el cañón
[ ☼ ] - - - ii. el resorte recuperador
[ ☼ ] - - - iii. la guía del resorte

[ ☼ ] el cargador (descargado, vacío, recordar que las municiones no deben dejarse sobre la misma mesa de trabajo)

Cada una de las partes que nos han quedado del arma se limpia en forma diferente y con diferente tipo de elementos y productos de limpieza.
* Limpieza cuidadosa del arma
* Lubricado
* Rearmado
* Alimentación del cargador y carga o dejar arma y cargador por separados (según preferencia del LU)


2.4. Limpieza del cañón
Montar un cepillo de cerda sobre la baqueta y eliminar los residuos sólidos más gruesos de los disparos, atacando desde la recámara hacia la boca del cañón en PISTOLAS (nunca al revés) En REVÓLVERES...

Aplicar un agente limpiador / disolvente especialmente diseñado para armas de puño, agitando el producto antes de aplicarlo dentro del cañón:
Si se ha disparado con munición “factory” puede utilizarse simplemente un limpiador común para armas de puño. Ej. Desengrasante / Limpiador de LUBRILINA (Argentina)

Si se ha disparado con munición con plomo desnudo (recargas baratas) o con puntas cobreadas, es necesario aplicar un desemplomante o desencobrante. Ej. Desencobrante / Desemplomante de LUBRILINA (Arg)
Es necesario dejar actuar el producto durante varios minutos, por lo cual se puede continuar con la limpieza del resto del arma para luego volver con el cañón al finalizar.

Si se ha disparado con puntas cobreadas o con plomo desnudo, una vez que hemos dejado actuar al producto por varios minutos (30 o más) debemos pasar un cepillo de alambre de bronce / latón, siempre atacando desde la recámara hacia la boca del cañón (nunca al revés)

Es necesario dejar perfectamente limpia la rampa que guía a las municiones a la recámara.

Con un pasatrapos de empuje (“gratas”) o de ojal, se deben pasar parches de limpieza o trapos de algodón fino (una camiseta vieja) para quitar todo resto del producto de limpieza que hayamos colocado. Siempre... atacando desde la recámara hacia la boca del cañón (nunca al revés) en PISTOLAS (En REVÓLVERES es al revés)

2.5. Limpieza del resto del arma
El resto del arma: armazón, resorte, guía del resorte y cargador, deben limpiarse primero con un cepillo de dientes seco para quitar todo resto sólido grueso que haya quedado y luego con otro cepillo de dientes empapado en limpiador de armas (Ej. Desengrasante / Limpiador para Armas de LUBRILINA)

Poner especial atención a las partes móviles del arma: guía de la corredera, etc.

Poner especial atención también a la zona de cierre, la aguja percutora, el extractor, etc.

Dejar actuar unos minutos el producto y luego pasar un paño de algodón limpio para quitar todo resto de limpiador.




2.6. Lubricación del arma
Una vez que ha finalizado el proceso de limpieza es necesario aplicar un buen Lubricante para Armas (ej. Lubricante para armas de LUBRILINA O BÖRO)

Tomarse el trabajo de pasar, mediante un pasatrapos, parches para limpieza que quiten todo exceso de lubricante del ánima del cañón
Igualmente para el resto del arma, mediante un trapo limpio de algodón.


2.7. Rearmado y recargue
Una vez que ha finalizado el proceso de limpieza y lubricación del arma, se debe volver a armar con sumo cuidado.

Si se va a guardar el arma con munición en el cargador y en recámara, alimentar el cargador y pasar bala. Sino, guardar arma y municiones por separado.

Espero que les resulte de utilidad. Aunque... cada uno tiene su propia forma de hacer la limpieza del arma, no? 

viernes, 8 de diciembre de 2017

FPS Russia: Masacrando una Dodge con un FAL

FPS Russia: FN FAL vs Pick Up

FPS Russia es un canal de Youtube donde se presentan de una manera muy poco convencional la efectividad de armas occidentales y orientales. El flaco que dirige el canal y que aparece en las filmaciones es un tipo muy gracioso (in English) y las pruebas son delirantes en muchos casos. Nada mejor que disfrutar como hace mierda unos tachos de pintura a puro FAL automático para cerrar la presentación descajetando a la pobre camioneta. Disfrutenlo con pop-corn y una buena bebida refrescante...

jueves, 15 de septiembre de 2016

Rifles civiles: Magnum Lite MLR22AT .22



Magnum Research Magnum Lite MLR22AT .22
El último Magnum Lite de Magnum Research (clon premium/target del Ruger 10/22) es el MLR22AT.
 

 


El MLR22AT dará a los tiradores de rifle .22 LR algo para emocionarse. La nueva culata del rifle ambidiestro agujereada ligera de 10/22 está hecha de polipropileno con aditivos de fibra para una resistencia máxima. La altura de la culata apeinada está diseñado para serlo lo suficientemente alta como para disparar cómoda y correctamente con las ópticas instaladas. El diseño de la nueva culata también cuenta con un hoyo semi-apalmado en ambos lados de la empuñadura, y una placa de tope de goma dura con atornillada moldeado para su ajuste perfecto. 



Este rifle estará equipado con el revolucionario barril toro de grafito Lite Magnum™ patentado, exclusivo de Magnum Research. La tecnología patentada de fibras de grafito uni-direccionales, paralelas al eje de diámetro, se traduce en un barril con seis veces la rigidez del acero convencional. Los pesos más ligeros por barril (13 a 16 onzas, dependiendo de la longitud del cañón) son más fáciles de manejar y disipar el calor hasta un 43% más rápido que el acero. El resultado es un rendimiento de fuego alto de una precisión extrema. 



Otras características incluyen una cámara de blanco .22 LR Benz diseñada específicamente para armas semi-automáticas; el barril es completamente flotante para máxima precisión, receptor de caja de mecanismo CNC forjado en aluminio aeronáutico 6061-T6 con un rail tipo tejedor integral para la óptica y un acabado en negro anodizado. El MLR 22AT tiene un peso aproximado de 4 libras¼, la longitud del cañón de 17 pulgadas, y sobre todo la longitud de 35 ½ pulgadas. 

Este fusil utiliza el grupo del gatillo 10/22 y cargador rotativo 10/22. Los percutores del MRI son fabricados y maquinados de tratamiento térmico y se completan de acero endurecido 4140 con espacio de cabeza mínimo para una mayor precisión. 



El PVP (Precio de Venta al Público) recomendado del MLR22AT será de USD $ 562 (unos 2500 $ ARG). Los fusiles se empezarán a distribuirse en la primavera boreal de 2012. 

Firearms Blog

viernes, 1 de julio de 2016

Tiro Defensivo: La elección de una cartuchera

Nota: donde dice "cartuchera" el lector debe leer "funda" o "pistolera" o "revolvera" 
Claves para la Elección de una Cartuchera para Defensa 
Chuck Taylor [USA] 

Una de las más críticas, y muchas veces subestimada categoría dentro del tema de las armas de puño de defensa es la elección de una funda o cartuchera. En la actualidad, las revistas de armas están literalmente llenas de publicidad sobre una enorme variedad de diseños de cartucheras, la mayor en toda la historia de las armas, todas las cuales, naturalmente, exponen la idea de que su diseño en particular, es el mejor. 

Sin embargo, si bien la variedad favorece al comprador debido a que dispone de un mayor campo de elección, existe, sin embargo, un aspecto negativo. La infinidad de estilos de cartucheras disponibles hoy en día, generalmente confunde aún al más experimentado tirador táctico, y mucho más al novicio, aumentando el potencial de errores, pudiendo tener como consecuencia la elección de una alternativa equivocada. 

Y las alternativas equivocadas pueden resultar peligrosas si se aplican en el ambiente equivocado, no es verdad? Puedes apostar que es así. De hecho, pueden resultar ser más que solamente peligrosas –pueden resultar fatales. De manera que, por esta razón, el tema en cuestión requiere de un análisis serio para cualquiera que intente transportar un arma para defensa propia, independientemente de si pertenece a las fuerzas de la ley o es un civil. 

La cartuchera cumple múltiples propósitos 

Primero, es el dispositivo de transporte para el arma misma. Como tal, debe mantenerla colocada con firmeza en una determinada ubicación durante todo el tiempo. 

En caso contrario, resultará excesivamente difícil tomar el arma con rapidez, tener el control de ella y luego ponerla en acción. 

En consecuencia, las presillas que la sujetan al cinturón deben ser suficientemente anchas como para facilitar la rigidez del conjunto, ya que también son parte de la ecuación. 

Segundo, la cartuchera debe proteger el arma en forma apropiada del ambiente en el cual va a ser transportada. El polvo, la acumulación de humedad, y la amenaza de daños por golpes en el cañón, los aparatos de puntería o las cachas, producen un efecto negativo sobre el arma en cuestión y son factores a tomar en cuenta. 

Tercero, debe ofrecer un cierto grado de seguridad contra la pérdida del arma que sea apropiada para las necesidades del usuario en particular. Después de todo, la pistola o el revólver no resultarán de gran utilidad si se encuentran en el piso a tres pasos de distancia debido a que se ha zafado de su cartuchera debido a los movimientos o la actividad física del usuario. 

Cuarto, la cartuchera también debe ofrecer la mayor rapidez posible para la extracción del arma, lo cual, a su vez, permite la presentación o puesta en acción lo más rápidamente posible de ella. Existe un viejo dicho que expresa esta idea: “Cuando necesitas un revólver o una pistola, te encuentras en el peor momento y debe estar al alcance de la mano con la mayor rapidez posible!” Desde mi punto de vista, esto es verdad. El arma de puño es el sucesor tecnológico de la antigua espada corta romana y es, en consecuencia, usada generalmente a una distancia que está justo en el límite del extremo de los brazos. Esto significa que los tiempos de disparo son extremadamente rápidos, convirtiendo a la presentación del arma “una obligación” para tener una respuesta exitosa. 

NUESTRAS NECESIDADES 
¿Cómo puede la cartuchera satisfacer de la mejor manera estos requisitos? Bueno, antes de continuar el análisis, primero debemos definir nuestras necesidades. Todos tenemos un estilo de vida diferente y esto comprende tanto las distintas rutinas diarias como los entornos socio-culturales que frecuentas. Tomando esto en cuenta, ningún tipo específico de cartuchera puede ser universalmente superior. Lo que resulta más útil para el policía uniformado no le servirá al miembro de la ley que usa traje; la mejor elección para las situaciones que tienen que enfrentar los cuerpos militares resulta ser demasiado lenta para el civil que porta un arma para defensa propia, y así sucesivamente. 

Al definir tus necesidades, recuerda la frase “Mantén todo simple”. Cuanto más complicadas sean las cosas, mayor será el potencial de error de parte del usuario y falla del material y más tiempo demandará para realizar cualquier tipo de procedimiento que se requiera. Los encuentros armados entre personas no es nada nuevo. En consecuencia, pueden identificarse fácilmente ciertas tendencias generales y “la simplicidad” ha sido el concepto que más éxito ha tenido en el curso de la historia. 

 

Sin embargo, va una recomendación. No tomes la simplicidad en forma extrema hasta el punto de comprometer el motivo por el cual estás portando un arma. La “simplicidad” significa mantener las cosas tan simples como resulten posibles, pero esto no significa que la simpleza por sí misma garantice el logro del objetivo único: una defensa propia satisfactoria. Expresado en otros términos, para lograr un máximo nivel de eficiencia, debemos equilibrar uno y otro. Puede pensarse que el sentido común vuelve obvio este hecho, pero mi experiencia me indica que, para algunas personas, esto no es así. 

REQUISITOS MÍNIMOS 
Independientemente de si la cartuchera va a ser usada dentro o fuera de los pantalones, en una cartera o en una riñonera, en forma cruzada o del lado de la mano que empuña el arma, o como sobaquera, para ser totalmente eficiente, debe poseer dos características básicas. 

[*] Una, debe permitir que la mano que empuña el arma tenga suficiente espacio para el tirador de manera de que pueda lograr un empuñe correcto estando el arma aún colocada dentro de la cartuchera. 

[*] Dos, debe cubrir el arco del guardamonte del arma en forma suficiente como para evitar el acceso accidental del dedo índice sobre la cola del disparador o de cualquier otro objeto extraño, como ramas, etc., eliminando así la posibilidad de un disparo involuntario. 

 
 

LA SEGURIDAD DEL ARMA COMO PRIORIDAD 
La seguridad del arma es, ciertamente, una preocupación mayor y es, de hecho, el factor que se contrapone contra la velocidad de presentación del arma. Pero, la necesidad de un cierto grado de seguridad no resulta más importante que la velocidad de extracción, algo que muchos diseñadores de cartucheras para las fuerzas de la ley han olvidado o no han tomado en cuenta en primera instancia. Seguramente, en virtud de su función diaria, los policías de uniforme usualmente deben forcejear con sospechosos, convirtiendo en un factor de relevancia la capacidad de retención del arma de parte de la cartuchera. Sin embargo, si el policía debe emplear su arma, seguramente necesitará hacerlo con rapidez. 

De manera que la capacidad de la cartuchera para facilitar un rápido alcance y extracción del arma tiene, al menos, igual o mayor relevancia. 

Para lograr lo mejor de ambos mundos –un nivel razonable de seguridad con un grado acorde en la velocidad de extracción- el concepto de la traba del pulgar toma protagonismo. 

Es una buena combinación de los dos, en la medida que la traba del pulgar se libere instantáneamente en dirección al torso y se encuentre reforzada para mantener la rigidez necesaria para ser eficiente durante largo tiempo y garantice una extensa vida útil. 

Desafortunadamente, las preocupaciones sobre la seguridad en las armas, usualmente, han ocupado una posición mandatoria sobre el diseño de cartucheras, hasta tal punto, que, debido a elaborados procedimientos, el pobre individuo provisto con tal equipo no puede, en la mayoría de los casos, extraer el arma al menos, después de transcurridos varios segundos, demasiado tiempo para el enfrentamiento armado que esté teniendo lugar en ese instante! 

"CARTUCHERAS" PARA TIRO DEPORTIVO 
En el otro rango del espectro, tenemos las cartucheras de competición, diseñadas para brindar una gran velocidad de extracción pero que ofrecen muy poca o ninguna seguridad sobre el arma. Estas, también, deben evitarse, ya que el propósito para el cual fueron diseñadas tiene poco que ver con la dura realidad de las situaciones de defensa personal. 

Otro método para ofrecer seguridad contra la pérdida del arma se denomina “ajuste al formato del arma”, en donde la cartuchera está configurada para ajustarse a los diversos contornos del arma. Sus ventajas residen en su simpleza, poco peso, resultan económicas y demuestran un equilibrio razonable entre velocidad y seguridad. Su punto débil reside en que están hechas de cuero, y su uso constante hace que se aflojen, reduciendo su capacidad para retener el arma en su lugar. 

Otro método consiste en emplear cartucheras de material sintético, tal como el Kydex, el cual no se afloja o cede con el tiempo y el uso, permitiendo un calce sólido que permite extraer el arma con un enérgico tirón de la mano que la empuña. 

Super rápida pero segura, es la liviana "Taylor Thunderbolt," la que se caracteriza por una presentación recta hacia arriba y un corte en su parte frontal para facilitar la extracción rápida, simultáneamente protege bien al arma, es fácilmente ocultable y es bastante popular tanto entre las fuerzas de la ley con indumentaria de calle y en aquellos civiles que portan un arma para la defensa personal. De hecho es la elegida entre los instructores de mi instituto (ASAA) y entre una gran cantidad de alumnos que asisten a él. 

Durante décadas, para brindar seguridad, se empleó una simple tira de retención con traba en el transporte del arma, pero al costo de resultar demasiado lenta cuando la situación demandaba una extracción rápida. Como tal, especialmente desde la aparición de los modernos diseños, disponibles en la actualidad, que ofrecen al menos igual nivel de seguridad y mayores velocidades de extracción, los modelos que poseen tiras de retención quedan relegados para la caza o el transporte en campo abierto y situaciones similares. 

CARTUCHERAS EXTERNAS PARA COMERCIANTES 
Los comerciantes y otros que desean estar armadas en sus establecimientos y comercios, pero no portan el arma en otros sitios, prefieren usualmente una cartuchera de las del tipo que se calzan directamente sobre el cinturón. 

Esencialmente, son cartucheras con forma de bucle esqueletonizado, que ofrecen un lugar para colocar el arma sobre el cuerpo, pero no parecen cartucheras cuando no tienen el arma colocada. 

Son muy livianas y simples, pero no son muy seguras, no ofrecen ninguna protección al arma, y son relativamente lentas al momento de la extracción. Como tales, deben clasificarse como “de propósitos especiales” y no de “uso general”. 

Los retenes por fricción resultan ser un medio popular para obtener una seguridad razonable sobre el arma, pero, debes tener en cuenta que tienden a aflojarse con el uso y requieren un ajuste casi constante para mantener un cierto grado de real seguridad en la sujeción del arma dentro de la cartuchera. Muchas veces, se los emplea en combinación con un retén de retención de pulgar para aumentar el grado de sujeción combinando ambos métodos. Una cartuchera muy exitosa es una modificación de la Gordon Wm. Davis designada como la "T-Omega." 

Esta cartuchera es usada por muchos departamentos de policía que emplean tanto agentes encubiertos como con ropa de calle, incluyendo al Departamento de Policía de los Ángeles. Ofrece una extracción rápida pero un grado de seguridad suficiente como para permitir que el arma pueda ser enfundada nuevamente sin necesidad de volver a colocar el retén del pulgar ya que no existe un posible riesgo de pérdida de la misma. 

LAS SOBAQUERAS 
Las sobaqueras, si bien son muy populares en las películas y en las series de televisión, no son confortables debido a que bloquean la circulación de aire a través de la ropa del usuario. Si bien facilitan el ocultamiento del arma, le dan una sensación al que la porta de estar “trabado”, como si estuviera provisto de una cincha envolvente alrededor de la espalda y las axilas, una situación poco confortable a menos que quien las usa disponga del beneficio de estar en ambientes provistos de aire acondicionado. 

 

Más aún, si la sobaquera no está fijada a ambos lados de la cintura, tenderá a moverse y desplazarse, perdiendo su posición original, reduciendo drásticamente la velocidad para la toma y extracción del arma y, usualmente, revelando la existencia del arma oculta al destacar el extremo de la empuñadura claramente contra la parte interna de la sobaquera. 

Varios diseños de sobaqueras incorporan la portación horizontal tanto del arma como de la munición suplementaria, haciendo que el arma colocada dentro, quede apuntada hacia atrás, algo que ha demostrado resultar tan perturbador que en muchos campos y polígonos de entrenamiento se ha prohibido su empleo. 

Desde otro punto de vista, las cartucheras sobaqueras protegen muy bien al arma y distribuyen su peso en forma más pareja entre ambos hombros en vez de forzar a la cadera para que absorba todo el peso. De manera que, para los cazadores con arma corta (cuya característica principal es la de usar armas de puño de gran tamaño), y otros con iguales necesidades, este tipo de cartuchera es una elección excelente, y de hecho, resulta ser una alternativa mejor que una colocada en el cinturón. 

CARTUCHERAS MILITARES 
Para acciones puramente militares, las cartucheras de solapa completa siempre han sido populares y con una debida justificación. El ambiente en el cual actúan las fuerzas militares es, por naturaleza, intensamente abusivo, convirtiendo a la protección del arma en un factor de importancia fundamental. 


 


En contraste, el uso militar de un arma de puño, raramente requiere la extracción rápida de la misma, de manera que como las cartucheras tienen una solapa completa que cubre el arma, lentifican la extracción de la misma, pero esto no tiene el mismo grado de relevancia que para un civil o un miembro de las fuerzas policiales. 

Las cartucheras que se utilizan por dentro de los pantalones resultan, también, altamente ocultables, y, si están diseñadas adecuadamente, pueden permitir una extracción muy rápida. 

Sin embargo, ten cuidado con aquellas que emplean un retén de acero como medio de sujeción al pantalón ya que son propensas a salirse junto con el arma al momento de la extracción, algunas veces con resultados catastróficos! 


 

De manera que, si te atraen las cartucheras para dentro de los pantalones adquiere una que emplee bucles de retención sobre el cinturón que la fijen en su lugar, asegurándote de esta forma la inmovilidad de la funda. 

Con la moda actual de la vestimenta informal o deportiva, las cartucheras llamadas “cartucheras-riñoneras” o “fanny pack” han ganado una posición bastante exitosa. 

Sin embargo, el mismo criterio referido a las cartucheras normales también se aplica a ellas –el usuario debe ser capaz de lograr una buena sujeción del arma mientras ella se encuentra en la cartuchera y el arco del guardamonte debe estar protegido. Lo mismo se aplica a los “monederos-cartucheras” para las damas. 

En mi opinión, los mejores ejemplos de ambos son los fabricados por Rich Gallagher en GALCO Internacional, Ltd. 

GALCO también ofrece una variedad completa de prácticamente todas las fundas que puedas imaginar, incluyendo la cartuchera tipo “paddle”, cada vez más popular. 

Este tipo de funda puede colocarse y quitarse sin necesidad de manipular el cinturón, de allí que su concepción se haya vuelto tan popular entre aquellas personas que deban usar y guardar alternativamente sus armas, en el cajón de su escritorio, por ejemplo, con la mayor discreción posible. 

Como puedes ver, la elección de la funda es un tema de importancia cuando se trata de un arma de defensa personal. Si el equipo que llevas no te permite empuñar y presentar tu arma con rapidez, te coloca drásticamente en desventaja, y esto significa que no podrás estar sintonizado con la rápida sucesión de eventos que toman lugar en el momento en que necesites emplear un arma. 

Para probar y elegir una, no tienes elección posible sin hacer “algún sacrificio”, pero, casi invariablemente, debe asegurarte que logres obtener una adecuada imagen de miras y control del disparador una vez que el arma esté finalmente enfocada al blanco. Esto es una condición inexcusable y, a través de los años, se puede observar que ha sido la responsable de demasiadas muertes. 

Además, si tu funda no es suficientemente segura como para ofrecer una protección razonable contra la pérdida del arma, no importa cuán “rápida sea”, debido a que el arma no estará allí cuando más la necesites. La respuesta se encuentra en un punto medio. 

El secreto es simple –antes de que comiences a buscar y a elegir una funda, debes definir y sopesar cuidadosamente tus necesidades. Una vez logrado esto, recuerda mantener todo en un nivel tan simple como te sea posible sin comprometer la eficiencia de la misión primordial en el proceso de análisis. 

Por último, busca un entrenamiento profesional competente y practica, practica y practica un poco más. Practica con bala viva y con tiros en seco, bajo todas las condiciones climáticas y de iluminación posibles, y emplea toda la variedad posible de los blancos más realistas que puedas obtener, pero no te desgastes disparando infinitos cartuchos hasta agotarte. Muchos programas de entrenamiento llenan el tiempo y el espacio con disparos con bala viva en vez de “capacitar”, conduciendo al reforzamiento de errores preexistentes en vez de corregirlos. 

Cualquiera puede disparar, disparar y disparar, pero recuerda que los instructores e institutos verdaderamente competentes no solamente hacen quemar pólvora, también enseñan! Cualquier institución que invierte todo tu tiempo en, simplemente, hacerte disparar no es la mejor elección si tu objetivo es el aprendizaje de las habilidades concretas para el manejo eficiente de las situaciones tácticas, de tiro y del manejo de las armas. Después de todo, qué es lo que deseas: entretenerte o entrenarte? Y cómo puede esto lograrse si disparas unos 2000 tiros en solamente cuatro días, por ejemplo? 

La respuesta es que esto no es posible. En ASAA tenemos cientos de estudiantes de varios niveles de certificación de parte de otras instituciones que aún no son capaces de ejecutar correctamente los tres fundamentos del tiro de cualquier especialidad: alineación de miras, imagen de miras y control del disparador! Trabajamos y corregimos sus problemas, pero mis instructores siempre se sorprenden con esta situación que no debería existir si los programas de entrenamiento en los cuales los asistentes participaron previamente hubiesen sido administrados correctamente. 

Expresado en términos estadísticos, en las situaciones de vida o muerte, la extracción del arma de la funda es algo que se demanda el 50% de las veces. Esto significa que no solamente el programa de entrenamiento que elijas debe dedicar un tiempo considerable para el procedimiento formal de presentación tanto para la portación exhibida y oculta, sino también, debe estar caracterizado por un análisis detallado del tema de las fundas en el curso, analizado formalmente y con toda seriedad. Esto, no solamente te ahorrará una gran inversión en dinero, sino también podrá salvar tu vida, haciendo que todo tiempo y dinero que inviertas en asistir en este tipo de entrenamiento valga la pena en todo su contexto. 

Después de todo, cuánto vale tu vida? 

Copiado de la revista virtual Deportiro