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miércoles, 22 de enero de 2025

La guerra luego de la Paz Europea post Waterloo (2/2)

La guerra luego de la Paz Europea post Waterloo

Parte 1 || Parte II
Weapons and Warfare

 


Introducción de los Ferrocarriles y su Impacto en la Guerra

La introducción de los ferrocarriles en la guerra permitió que el tamaño de los ejércitos estuviera limitado únicamente por la cantidad de hombres disponibles, la capacidad política y económica de movilizarlos y la habilidad logística del gobierno para hacerlo. Sin embargo, la experiencia de las Guerras Napoleónicas ya había demostrado que, a medida que los ejércitos se hacían más grandes, los problemas de comando y control también aumentaban. La alfabetización limitada complicaba la búsqueda de soldados capaces de asumir tareas administrativas básicas, y encontrar oficiales capacitados para integrar el Estado Mayor era aún más difícil.

La mayoría de los manuales de entrenamiento militar de la época se centraban en consideraciones tácticas y estratégicas, descuidando el trabajo administrativo esencial de los Estados Mayores. Este problema fue evidente en la campaña de 1809, cuando el Archiduque Karl de Austria no pudo beneficiarse de la estructura de Armeekorps que él mismo había introducido, debido a la falta de personal capacitado. Los rusos, en las guerras de 1807 y 1812-1814, también tuvieron dificultades para dotar de personal adecuado a sus grandes ejércitos, especialmente en materia de doctrina, logística y vocabulario estandarizado. Por el contrario, gracias a la labor de Scharnhorst y otros reformadores militares, Prusia fue más eficiente, ya que su sistema educativo producía oficiales de Estado Mayor competentes, como Neithardt von Gneisenau, quien convertía la visión estratégica de Blücher en órdenes claras y precisas.

Siempre arreglado con la mayor particularidad. En el medio... se colocó una gran mesa, sobre la cual se extendió el mejor mapa que se pudo obtener del centro de la guerra... Éste se colocó conforme a los puntos cardinales... [y] se clavaron alfileres con cabezas de varios colores para señalar la situación de los diferentes cuerpos de ejército de los franceses o los del enemigo. Éste era el negocio del director de la oficina topográfica... que poseía un conocimiento perfecto de las diferentes posiciones... Napoleón... le dio más importancia a este [mapa] que a cualquier necesidad de su vida. Durante la noche... estaba rodeado de treinta velas... Cuando el Emperador montaba a caballo... el gran caballerizo llevaba [una copia]... sujeta al botón del pecho... para tenerla lista siempre que [Napoleón]... exclamara '¡la carte!'

En las cuatro esquinas del [cuartel general]... había... pequeñas mesas, en las que trabajaban los secretarios de Napoleón. Normalmente les dictaba... Paseaba de un lado a otro por su habitación. Acostumbrado a que todo lo que concebía se ejecutase con la mayor prontitud, nadie podía escribir con la suficiente rapidez como para él, y lo que dictaba debía estar escrito en clave. Es increíble la rapidez con la que dictaba y la facilidad con la que sus secretarios… lo seguían…

Esos secretarios eran como otras tantas cuerdas atadas a los departamentos administrativos de guerra… así como a las demás autoridades de Francia… Es realmente asombroso cómo hacía que un número tan pequeño de personas fuera suficiente para semejante carga de trabajo… No se veían en el gabinete ni archivadores, ni registradores, ni escribanos;… había un encargado de la cartera… y de todos los… archivos, en los que se incluía el bureau topographique.



El Cuartel General de Napoleón

El cuartel general de Napoleón era un modelo de eficiencia operativa. Llamado "el gabinete", se situaba en la habitación más grande de la residencia o en una tienda de campaña cerca de él. Barón Odeleben, un testigo ocular, describió el espacio como una sala con una gran mesa en el centro que sostenía el mejor mapa de la región. Se usaban alfileres de colores para señalar la posición de los cuerpos de ejército franceses y enemigos, una tarea realizada por el director del bureau topographique.

El cuartel general tenía esquinas con mesas pequeñas donde los secretarios de Napoleón escribían lo que él dictaba, a menudo de forma rápida y en clave cifrada. Los secretarios mantenían la comunicación entre las departamentos de guerra y la autoridad central. No había necesidad de archiveros, registradores ni escribas, ya que la cartera principal y los archivos se mantenían bajo control del bureau topographique.

La energía ilimitada y la memoria prodigiosa de Napoleón reducían la necesidad de un equipo más grande, pero este sistema estaba hecho a la medida de Napoleón y solo para él. Sin su presencia, el sistema se volvía disfuncional. La responsabilidad de las órdenes tácticas detalladas recaía en Mariscal Berthier, el Jefe de Estado Mayor, quien actuaba como el escribano principal de Napoleón. Berthier recopilaba resúmenes y carnets que Napoleón revisaba regularmente, pero no era un estratega ni un táctico. Su falta de iniciativa quedó clara cuando se le dejó a cargo en la ausencia de Napoleón, momento en el que entró en pánico.

El equipo de Napoleón incluía ayudantes imperiales, oficiales de alto rango que actuaban como sus representantes en el campo de batalla. Sin embargo, estos hombres no eran iguales a Napoleón en habilidad, lo que limitaba su capacidad para imponer autoridad sobre los mariscales franceses, quienes a menudo tenían grandes egos y autonomía. La necesidad de delegar poder también significaba que se aumentaba el riesgo de fallos operativos, especialmente cuando se desconocía el comportamiento de los comandantes de nivel medio e inferior. Por ejemplo, durante la Batalla de Wagram, la Armée française perdió 32 generales y 1.121 oficiales, mientras que los austriacos perdieron 793 oficiales, incluidos 17 generales.


Logística y Suministros en la Gran Armée

Las deficiencias en la logística militar de la Gran Armée de 1812-13 se hicieron evidentes durante la campaña rusa. Aunque los oficiales del Intendant-Général eran competentes, el personal era insuficiente para regular la cadena de suministro. La táctica de tierra arrasada de los rusos fue un problema, pero no fue la causa principal. La verdadera causa fue la inmensa distancia y las pésimas carreteras rusas, que rompieron la continuidad del suministro. Incluso en la campaña en Alemania, la logística fue deficiente debido a la corrupción de los contratistas privados.

Ferrocarriles y su Impacto Militar

Con la llegada de los ferrocarriles, el Estado necesitó oficiales especializados en redes ferroviarias, material rodante y horarios de trenes. Se crearon nuevas instituciones educativas militares y se establecieron alianzas entre los ferrocarriles privados y el ejército. En Alemania, esto culminó con la creación de la Oficina Imperial de Ferrocarriles (1873), que se dedicó a la nacionalización gradual de los ferrocarriles por razones militares.

El Telégrafo y su Impacto Militar

El telégrafo eléctrico, patentado por Samuel Morse en 1837, revolucionó las comunicaciones estratégicas. A diferencia del sistema de señales de Chappe, el telégrafo utilizaba impulsos eléctricos en puntos y rayas. Los primeros cables se instalaron entre Baltimore y Washington en 1844. La adición de aislamiento de goma permitió la colocación de cables submarinos, creando la posibilidad de comunicaciones transoceánicas.

El telégrafo permitió la comunicación rápida entre cuarteles generales y otras autoridades militares y políticas, facilitando la movilización de tropas. Sin embargo, también permitió la injerencia de líderes remotos. Un ejemplo claro ocurrió en la Guerra de Crimea (1855), donde el general Pélissier, comandante francés, se enfrentó a la interferencia de Napoleón III a través de telegramas. Pélissier, frustrado, pidió que le permitieran resignar su cargo debido a la interferencia constante.

En 1896, el General Baratieri, comandante italiano en Etiopía, recibió un telegrama del Primer Ministro Crispi exigiéndole actuar para proteger el honor del ejército. Bajo esta presión, Baratieri lanzó un ataque contra el Ejército etíope en la Batalla de Adowa, que resultó ser la mayor derrota colonial europea del siglo XIX. El 50% de sus tropas murió o fue capturado, y la noticia se transmitió rápidamente por telégrafo a Italia, lo que provocó disturbios públicos y la caída del gobierno de Crispi.


Conclusiones

  1. Ferrocarriles y telégrafos permitieron la movilización de ejércitos masivos, pero también introdujeron la injerencia de líderes políticos remotos.
  2. La carga logística aumentó drásticamente con ejércitos más grandes y más móviles, pero la corrupción de contratistas y la falta de infraestructura complicaron el suministro.
  3. La organización de cuarteles generales se volvió fundamental. El sistema de cuarteles de Napoleón era altamente eficiente, pero dependía totalmente de él.
  4. La introducción del Estado Mayor prusiano estableció una nueva norma para la profesionalización militar, con oficiales mejor capacitados en logística, mando y control.
  5. La derrota italiana en Adowa (1896) mostró los peligros de la interferencia política, mientras que la Batalla de Wagram (1809) mostró la vulnerabilidad de los sistemas de comando en ausencia de líderes clave.

En resumen, la era de la tecnología militar trajo nuevas oportunidades y riesgos, y marcó la transición hacia la guerra industrial y moderna.

miércoles, 15 de enero de 2025

La guerra luego de la Paz Europea post Waterloo (1/2)


La guerra luego de la Paz Europea post Waterloo

Parte 1 || Parte II
Weapons and Warfare




El Impacto de las Guerras Napoleónicas en Europa

La derrota de la Francia Revolucionaria y Napoleónica requirió de la formación de siete coaliciones europeas y casi 25 años de guerra ininterrumpida. Este conflicto masivo trajo consigo profundas consecuencias humanas, sociales, políticas y económicas.

En Francia, cerca del 38% de los hombres nacidos entre 1790 y 1795 murió en la guerra, una tasa de mortalidad 14% mayor que la de la Primera Guerra Mundial para la generación nacida entre 1891-95. La mutilación por armas y amputaciones quirúrgicas también dejó una gran cantidad de hombres marcados para siempre. La escasez de hombres aptos para el matrimonio llevó a las mujeres a redefinir su percepción de la belleza masculina.

A nivel económico, la potencia marítima, comercial e industrial de Gran Bretaña alcanzó nuevas alturas, mientras que muchas ciudades europeas, como Zaragoza, Hamburgo y Moscú, quedaron devastadas. Se destruyeron aldeas y pueblos enteros, y vastas regiones, como el valle del Elba, se convirtieron en campos de batalla. La guerra también trajo el colapso de varios Estados y dinastías, aunque, paradójicamente, las reformas que surgieron de la guerra beneficiaron más a la aristocracia que a las clases populares.

Las consecuencias sociales incluyeron la proliferación de la prostitución y la pobreza en algunas regiones, mientras que otras disfrutaron de una prosperidad sin precedentes. Algunos europeos se vieron dominados por el cansancio de la guerra, la desesperación y el derrotismo, mientras que otros se aferraron al triunfalismo y la búsqueda de gloria (la gloire).


El Congreso de Viena y la Restauración Borbónica en Francia

El Tratado de París de 1814 concedió a Francia términos sorprendentemente indulgentes, permitiéndole reintegrarse a la concertación europea de grandes potencias. Sin embargo, la restauración de los Borbones, encabezada por Luis XVIII, no fue bien recibida. La percepción generalizada era que Francia había sido humillada e injustamente tratada, mientras que la monarquía borbónica parecía anacrónica y torpe.

En 1815, Napoleón escapó de su exilio en Elba e inició su campaña de 100 días, regresando a París sin apenas derramamiento de sangre. Su regreso forzó la creación de la Séptima Coalición. Las potencias europeas, decididas a evitar la paz con el "Ogro Corso", invadieron Francia. La campaña culminó en la Batalla de Waterloo, donde Napoleón fue derrotado por las fuerzas prusianas y británicas. Obligado a abdicar por segunda vez, fue exiliado a la remota isla de Santa Elena, donde murió seis años después.

La Segunda Restauración Borbónica se produjo con la llegada de Luis XVIII al trono, pero esta vez los Aliados impusieron sanciones más duras. La indemnización de guerra de 700 millones de francos y la presencia de una fuerza de ocupación extranjera en Francia socavaron la estabilidad política. El regreso de los Borbones también trajo consigo la "Terror Blanco", una purga contra los partidarios de Napoleón, donde oficiales bonapartistas como Mariscal Ney fueron ejecutados y otros, como Soult, Davout y Suchet, fueron desterrados o desacreditados. Se disolvió el ejército imperial y la conscripción fue suspendida hasta 1818, cuando se introdujo un sistema de reclutamiento por sorteo (Appel), con excepciones que beneficiaron a la élite.


El Ascenso de Prusia como Potencia Militar

La reforma militar prusiana después de su derrota en 1806 fue un catalizador de innovaciones militares. Prusia estableció un sistema de conscripción obligatoria para hombres de 20 años, quienes servían 3 años en el ejército, 2 años en la reserva y 14 años en la Landwehr (milicia territorial). Este sistema permitió a Prusia mantener una gran reserva de tropas entrenadas listas para ser movilizadas.

La creación de los Armeekorps prusianos, cada uno compuesto por 2 divisiones de infantería, 1 de caballería, artillería e ingenieros, le permitió movilizar fuerzas rápidamente. Estas reformas sentaron las bases para la primera forma de servicio militar universal moderno, que se convirtió en un modelo para otros países europeos.


La Revolución de los Ferrocarriles

El uso de los ferrocarriles cambió la logística militar. La línea Manchester-Liverpool (1830) se usó para mover un regimiento de infantería, completando en 2 horas un trayecto que a pie tomaría 2 días. Durante la Guerra de Crimea, los británicos y franceses construyeron una línea ferroviaria entre Balaklava y las colinas de Saboun, reduciendo la necesidad de transporte con animales de carga.

Los ferrocarriles permitieron a los ejércitos moverse rápidamente, incluso de noche y en mal tiempo, lo que les permitió llegar a los destinos más frescos y con menos pérdidas. El uso de trenes para mover tropas y suministros permitió a los ejércitos recibir municiones, alimentos y artillería de forma más eficiente. Durante la Guerra Franco-Austriaca de 1859, los franceses transportaron 604.000 hombres y 129.000 caballos en solo 86 días.

En Prusia, la reforma militar se complementó con el uso de los ferrocarriles para la movilización de tropas. Se estableció la Oficina Imperial de Ferrocarriles en 1873, que comenzó la nacionalización gradual de las líneas ferroviarias. Esta red facilitó la movilización de tropas de forma eficiente y aceleró las campañas militares.


Un tren de municiones alemán – guerra franco-prusiana.


El Telégrafo y su Impacto Militar

La introducción del telégrafo eléctrico por Samuel Morse en 1837 revolucionó la comunicación estratégica. Los mensajes se transmitían con el código de puntos y rayas y se podían enviar a largas distancias. La capacidad de enviar mensajes rápidamente permitió la intervención directa de los líderes políticos en la guerra, lo que a veces entorpeció el mando militar.

Un ejemplo famoso es la Guerra de Crimea, donde Napoleón III utilizó el telégrafo para interferir en los planes del general Pélissier, quien protestó contra la intervención externa. Otro caso ocurrió en 1896, cuando el Primer Ministro italiano Crispi presionó al general Baratieri para atacar a las fuerzas etíopes. La Batalla de Adowa resultó en una derrota catastrófica para Italia, con la pérdida de la mitad de su fuerza militar. La noticia de la derrota llegó rápidamente a Italia por telégrafo, provocando disturbios y la caída del gobierno de Crispi.



Declive de las Fortalezas y Auge de la Maniobra Militar

Durante las Guerras Napoleónicas, las fortalezas tradicionales perdieron su importancia. Napoleón favoreció la guerra de maniobras sobre los asedios prolongados, aunque algunos asedios destacados, como Danzig (1807 y 1813), se llevaron a cabo. En la mayoría de los casos, los franceses fueron rodeados y se vieron obligados a rendirse por hambre y enfermedad.

Con la llegada de los ferrocarriles, la necesidad de fortalezas estáticas se redujo aún más, ya que las tropas podían ser movilizadas rápidamente para reforzar puntos estratégicos. El uso de fortalezas de enlace se redujo, mientras que los ejércitos se concentraron en posiciones móviles.


Conclusión

Las Guerras Napoleónicas y la Revolución Industrial transformaron la guerra moderna. La combinación de ferrocarriles, telégrafos, la conscripción masiva y la maniobra militar dio forma a los ejércitos modernos. Francia, Prusia y Gran Bretaña fueron los principales actores en esta transformación, que convirtió la guerra en una empresa logística y tecnológica. Esta evolución sentó las bases para los conflictos globales del siglo XX, donde la movilización rápida y la comunicación eficiente fueron esenciales para la victoria.

 




jueves, 1 de julio de 2021

UK: British Army y la OTAN

OTAN y el ejército británico

National Army Museum



La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha sido durante mucho tiempo la piedra angular de la planificación de la defensa británica. Varios despliegues del ejército británico se han producido bajo su mandato. Formada originalmente en la década de 1940 como un baluarte europeo contra el comunismo soviético, en años más recientes la OTAN se ha adaptado para asumir funciones de mantenimiento de la paz y participar en la "guerra contra el terrorismo" global.





En Polonia, más de 30.000 soldados de 24 países participantes desplegados en el ejercicio ANAKONDA, un ejercicio multinacional conjunto liderado por Polonia. Incluidos en este número, y con base en el área de Chelmno, estaban los zapadores de 23 Tropa de Ingenieros Anfibios, Ingenieros Reales y sus colegas de la Bundeswehr del Batallón Pionier 130, con quienes comparten una base en Minden, Alemania. 


Orígenes

Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética no pudieron llegar a un acuerdo sobre el futuro de Alemania. En Occidente existía la preocupación de que los rusos intentaran imponer su solución por la fuerza. Gran Bretaña y Francia esperaban establecer una alianza militar, apoyada por Estados Unidos, para evitarlo.

En marzo de 1948, Gran Bretaña, Francia y los países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) firmaron el Tratado de Bruselas, comprometiéndose con la defensa colectiva a través de una organización militar conocida como Uniforce.

Esto fue principalmente para mostrar a los estadounidenses que los países de Europa occidental estaban preparados para cooperar en su propia defensa y animarlos a unirse a una alianza.
Los civiles alemanes se reúnen alrededor de los tanques británicos en el Hamburgo ocupado, el 5 de mayo de 1945


Los civiles alemanes se reúnen alrededor de los tanques británicos en el Hamburgo ocupado, mayo de 1945



El primer ministro Winston Churchill, el presidente Harry Truman y el mariscal Joseph Stalin en Potsdam, 1945

OTAN

En última instancia, fue el bloqueo soviético de Berlín en 1948-49, que cortó los enlaces por carretera y ferrocarril entre Alemania Occidental y Berlín, lo que llevó a los estadounidenses a bordo. Ellos también estaban tan alarmados por las acciones soviéticas que la defensa colectiva fue vista como la única respuesta.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se formó el 4 de abril de 1949 con el general Dwight Eisenhower como el primer Comandante Supremo Aliado de Europa.
 

BAOR

Como resultado de sus compromisos con la OTAN, Gran Bretaña tuvo que convertir al Ejército Británico del Rin (BAOR) de una fuerza de ocupación estática en Alemania que consta de dos divisiones en una fuerza de campo de al menos cuatro divisiones.

Junto con el estallido de la Guerra de Corea (1950-53), esto obligó al gobierno laborista de Clement Atlee a extender el Servicio Nacional a dos años y a abandonar sus planes de reducir el gasto en defensa.


Insignia de formación del Ejército Británico del Rin, c1958


La ametralladora fue capturada por la Compañía 'D', 1er Batallón del Regimiento Middlesex (Duque de Cambridge), durante su avance desde la cabeza de puente de Pusan en septiembre de 1950. Producidas en grandes cantidades durante la Segunda Guerra Mundial, estas armas fueron enviadas a muchos de los aliados de la URSS, incluidos China y Corea del Norte, después de 1945. Simple, robusto y eficaz, el Maxim se utilizó durante la Guerra de Corea. La mayoría de las Máximas se encuentran con el soporte 'Sokolov', dos ruedas y un gran plato giratorio que permitía mover y desplegar el arma rápidamente.


Compromiso

En 1954, en un esfuerzo por persuadir a los franceses, holandeses y belgas de que aceptaran el rearme alemán y la membresía en la OTAN, Gran Bretaña prometió mantener cuatro divisiones y una fuerza aérea táctica en Alemania mientras sus aliados quisieran.

En su apogeo, este compromiso permanente requirió cerca de 80.000 efectivos y dificultó que el gobierno recortara los gastos militares.

El BAOR siguió siendo la principal preocupación del Ejército hasta el final de la Guerra Fría en 1990. En el período previo a la guerra, el plan era reforzarlo con Regulares y Territoriales con una fuerza de alrededor de 150.000.


Tropas británicas que participan en el ejercicio Lionheart de la OTAN en Alemania, 1984


Guerra blindada

La mayoría de las operaciones del Ejército en el período de posguerra fueron de tipo contrainsurgente. Pero los compromisos de Gran Bretaña con la OTAN la obligaron a estar equipada y entrenada para librar una guerra blindada en el noroeste de Europa contra el Pacto Comunista de Varsovia, que se había formado en 1955.

Amenaza nuclear

El personal de BAOR vivía bajo la constante doble amenaza de estallar una guerra nuclear y tener que enfrentarse a las formaciones acorazadas masivas del Bloque del Este. En caso de guerra, se estimó que la esperanza de vida de un comandante de tanque británico era de alrededor de 36 horas.


'Buena vida, buena paga en el ejército regular', Póster de reclutamiento de soldados del ejército británico del Rin en Alemania, c1955

Recortes de defensa

En abril de 1957, Duncan Sandys, el Ministro de Defensa Conservador, presentó un Libro Blanco que pedía la eliminación gradual del Servicio Nacional para 1962 y una reducción en el tamaño del Ejército de 373.000 a 165.000 en cinco años.

Para ello, puso más énfasis en las armas nucleares en la defensa de Europa y cortó las guarniciones coloniales. Roy Mason de los laboristas continuó esta tendencia en 1975 cuando anunció amplios recortes de defensa y argumentó que la prioridad militar de Gran Bretaña debería ser Europa.


1er Batallón de formación de aficionados en Moore Barracks, Dortmund, Alemania, 1959


Un tanque Challenger del 5o Regimiento Real de Tanques en Alemania, c1960


Reducciones europeas

Las guarniciones todavía eran necesarias en la década de 1980 para lugares como las Islas Malvinas, Gibraltar y Chipre. También se necesitaban tropas en Irlanda del Norte y para varias operaciones de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, el colapso del comunismo a finales de la década significó que el gasto en defensa de Gran Bretaña podría reducirse.

En julio de 1990, el gobierno anunció "Opciones para el cambio". Se fusionaron varios regimientos y las fuerzas terrestres británicas en Europa se redujeron de 55.000 a 23.500, que consisten en tres brigadas blindadas en Alemania y una división de infantería en el Reino Unido.

`` Cuando estábamos entrenando en los ejercicios más grandes de la OTAN ... toda la población agrícola alemana nos suplicaba que dejáramos las carreteras y cruzáramos sus setos y campos, sabiendo que el gobierno del Reino Unido pagaría un rescate de rey por cada acre de daño . Casi sobornarían a los comandantes de tanques para que hicieran eso, ofreciéndoles comidas y entretenimiento inmoral poco fiable. Desafortunadamente para ellos, el ejército británico se sorprendió con tal propuesta '. Segundo teniente 'Mac' Mcullagh, 5to Regimiento Real de Tanques, 2003



La reina Isabel II, el príncipe Felipe y el general Sir Roland Gibbs revisando las unidades del Ejército Británico del Rin, Sennelager, 1977

Adiós Alemania

El BAOR se disolvió formalmente en 1994. Las tropas restantes se convirtieron en parte del Cuerpo de Reacción Rápida de Europa del Comando Aliado multinacional (ARRC), que estaba bajo el liderazgo británico.

En 2010, la Revisión de Seguridad y Defensa Estratégica hizo nuevos recortes en la guarnición alemana. También se anunció que la mayoría de los soldados abandonarían el país en 2020.



Soldados de los Royal Irish Rangers en un puesto de mando temporal, Alemania, 1980


Señal de stop del ejército británico del Rin que marca la frontera de Alemania Oriental, c1980s


Expansión

A pesar del colapso del Pacto de Varsovia, la OTAN siguió existiendo. Esto fue en parte para asegurar la presencia de Estados Unidos en Europa, pero también para evitar que las políticas de defensa europeas se fragmentaran.

Desde mediados de la década de 1990, la OTAN declaró su voluntad de cooperar con antiguos adversarios y la alianza se expandió a Europa central y oriental. En la actualidad, consta de 29 países de América del Norte y Europa.


Un tanque King's Royal Hussars Challenger junto a caballos de carga, Bosnia, 1997


Un Para que trabaja con la KFOR arresta a sospechosos en Kosovo, 1999

Balcanes

La década de 1990 también vio al ARRC de la OTAN proporcionar "gestión de crisis" y fuerzas de mantenimiento de la paz como la IFOR y la SFOR en Bosnia y la KFOR en Kosovo. Las tropas británicas jugaron un papel completo en estos despliegues.
Afganistán

Los soldados británicos también han servido bajo el mandato de la OTAN en Afganistán. Los ataques del "11 de septiembre" contra Estados Unidos en 2001 hicieron que la OTAN invocara el artículo 5 de su carta por primera vez. Esto declaró que un ataque a cualquier miembro se consideraría un ataque a todos.


3er Batallón del Regimiento de Paracaidistas de la ISAF disparan morteros contra Musa Qala, Afganistán, 2006



Un tanque de reconocimiento ligero Scimitar CVR (T) en Afganistán, 2011

ISAF

En consecuencia, la OTAN pasó a liderar la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) bajo mandato de la ONU en Afganistán de 2003 a 2014. La misión de la ISAF era garantizar que Afganistán ya no fuera un refugio seguro para terroristas. También ayudó a las autoridades afganas a crear fuerzas de seguridad eficaces.
Irak

La alianza también se desplegó en Irak, formando la Misión de Entrenamiento de la OTAN-Irak en 2004. Esto buscó ayudar a crear y entrenar nuevas fuerzas armadas para Irak. Las tropas británicas ayudaron a entrenar a la policía y los soldados iraquíes, al mismo tiempo que participaron plenamente en la Fuerza Multinacional de Irak dirigida por Estados Unidos.


Soldados británicos y policía iraquí en un puesto de control de vehículos, 2005


Los 5th Rifles montan una patrulla desde la base de operaciones avanzada Oxford, 2009


Hoy

La OTAN sigue contribuyendo a la paz y la seguridad internacionales. Alrededor de 20.000 de su personal están desplegados en operaciones en todo el mundo, incluso en Turquía, Kosovo, Afganistán, Somalia e Irak. Los soldados británicos participan en muchos de estos despliegues.

Aunque el BAOR desapareció hace mucho tiempo, el ejército británico todavía juega un papel importante en la defensa de Europa. En 2014, por ejemplo, los soldados británicos participaron en el "Ejercicio Black Eagle" anglo-polaco, diseñado para ayudar a los ejércitos de las naciones cooperan más eficazmente.

Esto fue parte de la demostración de apoyo de la OTAN a sus aliados en Europa del Este ante la creciente tensión con Rusia tras sus acciones sobre la vecina Ucrania.

La OTAN es una de las alianzas militares más duraderas y exitosas de la historia. Ha sido la piedra angular de la política de seguridad de Gran Bretaña y gran parte de Europa durante 70 años. Y aunque la relación de Gran Bretaña con Europa está cambiando, su posición dentro de la OTAN continuará otorgándole un papel importante en la seguridad europea y mundial.
Un oficial de los Royal Hussars del Rey conversa con su homólogo polaco durante el "Ejercicio Black Eagle", 2014



Un oficial de los Royal Hussars del Rey conversa con su homólogo polaco durante el Ejercicio Black Eagle, 2014



Un vehículo de combate de infantería Warrior participando en Black Eagle, Polonia, 2014

miércoles, 30 de octubre de 2019

Croacia, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia establecen un Comando Regional de Componentes de Operaciones Especiales (R-SOCC)

Cuatro aliados de la OTAN establecen un comando regional de fuerzas especiales


Army Recognition


El viernes 25 de octubre de 2019, los Ministros de Defensa de Croacia, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia firmaron un Memorando de Entendimiento para establecer un Comando Regional de Componentes de Operaciones Especiales (R-SOCC). Bajo el liderazgo de Hungría, este comando multinacional aumentará la capacidad de estas cuatro naciones para emplear eficazmente sus fuerzas especiales.


El Comando Regional de Componentes de Operaciones Especiales (R-SOCC) está programado para alcanzar la capacidad operativa inicial en enero de 2021 (Fuente de la imagen: OTAN)

El R-SOCC está programado para alcanzar la capacidad operativa inicial en enero de 2021 y se espera que esté completamente operativo en diciembre de 2024. El Comando permitirá que cada nación use sus propias contribuciones por separado mientras se beneficia de una estructura R-SOCC integrada una vez que se active para el despliegue .

En la ceremonia de firma, el subsecretario general de la OTAN, Mircea Geoana, destacó la importancia de esta iniciativa. "Como las Fuerzas Operativas Especiales constituyen una herramienta muy versátil en los conflictos modernos, esta ceremonia de firma da un paso importante hacia el fortalecimiento de las Fuerzas Especiales en la región y el aumento de la cooperación y la interoperabilidad dentro de la Alianza", dijo.

Las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF) de la OTAN proporcionan capacidades que complementan las de las fuerzas aéreas, marítimas y terrestres de la OTAN y son relevantes en toda la gama de operaciones militares. Estas capacidades de SOF también son aplicables a las tareas centrales de la Alianza de defensa colectiva, gestión de crisis y seguridad cooperativa. La Sede de Operaciones Especiales de la OTAN (NSHQ) es el punto principal de desarrollo, coordinación y dirección para todas las actividades de Operaciones Especiales de la OTAN.




Ubicado en la Base Suprema de Allied Powers Europe (SHAPE) en Mons, Bélgica y bajo el comando operativo directo diario del Comandante Supremo Aliado de Europa (SACEUR), el NSHQ se centra en garantizar que el personal de Allied Joint * SOF posea una base multinacional que les permita operar de la manera más efectiva, eficiente y coherente posible en apoyo de los objetivos de la Alianza desde el nivel estratégico hasta el táctico. Veintiséis países miembros de la OTAN y tres socios (Austria, Finlandia y Suecia) están representados entre más de 200 empleados de la sede.

El NSHQ es una organización híbrida única. Está involucrado en un conjunto muy diverso de actividades, como la política SOF de la OTAN, la doctrina, las capacidades, los estándares, la capacitación y la educación. Diariamente, la NSHQ coordina, promueve y asesora activamente a las SOF de referencia en toda la OTAN. Estas actividades incluyen áreas como inteligencia específica de SOF, aviación, asistencia médica y comunicaciones.

El NSHQ también apoya la participación de SOF en las operaciones de la OTAN. Esto incluye ayudar con la generación de fuerza SOF, la integración en la planificación estratégica y operativa y el análisis de inteligencia específico de SOF. Hay un elemento de Comando del Componente de Operaciones Especiales responsable del comando y control de SOF dentro de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF). Este elemento es proporcionado de forma rotativa por un puñado de países que poseen la capacidad y capacidad SOF requeridas. Mejorar los mecanismos de comando y control de SOF también es un área donde el NSHQ trabaja diligentemente para integrar mejor SOF en los ejercicios de la OTAN desde su inicio inicial y el diseño hasta la recopilación de las lecciones aprendidas.

El NSHQ proporciona una opción de comando y control SOF OTAN desplegable adicional para complementar otros mecanismos existentes proporcionados por los países miembros de la OTAN para el NRF. En la Cumbre de Gales en septiembre de 2014, los Aliados declararon el Comando del Componente de Operaciones Especiales de NSHQ - Elemento central con plena capacidad operativa. Esta es una capacidad de control y mando de la OTAN SOF expedicionaria escalable bajo el comando diario de SACEUR que es ágil, receptiva y capaz de desplegarse para apoyar las operaciones de la OTAN en muy poco tiempo. El NSHQ también es un pilar del CFI, que tiene como objetivo garantizar que los aliados y socios conserven el progreso realizado en términos de interoperabilidad y colaboración de su experiencia trabajando juntos durante despliegues multinacionales, como en Afganistán, Libia, el Cuerno de África y el Balcanes.

El NSHQ también apoya la participación de SOF en las operaciones de la OTAN. Esto incluye ayudar con la generación de fuerza SOF, la integración en la planificación estratégica y operativa y el análisis de inteligencia específico de SOF. Hay un elemento de Comando del Componente de Operaciones Especiales responsable del comando y control de SOF dentro de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF). Este elemento es proporcionado de forma rotativa por un puñado de países que poseen la capacidad y capacidad SOF requeridas. Mejorar los mecanismos de comando y control de SOF también es un área donde el NSHQ trabaja diligentemente para integrar mejor SOF en los ejercicios de la OTAN desde su inicio inicial y el diseño hasta la recopilación de las lecciones aprendidas.