Aonikenk, el mayor ejercicio militar de Argentina en décadas
El Ejército Argentino apuesta a la conformación de una fuerza multidominio ¿Qué factores y actores están involucrados en el diseño de este tipo de organización?
Basado en el texto Oscar Santiago Zarich en DEF
La modernización de las Fuerzas Armadas argentinas está avanzando mediante la implementación de nuevas tácticas y procedimientos de combate orientados hacia la innovación y adaptabilidad en un contexto multidominio. A partir de los desafíos que trae la modernidad en el ámbito militar, el Ejército Argentino ha iniciado estudios preliminares para conformar una Fuerza Multidominio, con el objetivo de adecuarse a los conceptos de las doctrinas militares más recientes que ya aplican las principales potencias mundiales.
El concepto de Fuerza Multidominio implica la integración y coordinación de operaciones militares en diferentes espectros de combate, incluyendo tierra, aire, mar, ciberespacio y espacio. Esto proporcionará al Ejército la capacidad de realizar operaciones complejas con un alto grado de interoperabilidad con otras fuerzas, tanto a nivel regional como internacional. Este proceso también permitirá avanzar en el desarrollo de proyectos ya consolidados, como la modernización del tanque TAM2C-A2, la adquisición de vehículos blindados 8x8, el uso de inhibidores de drones, municiones inteligentes y la incorporación de herramientas basadas en inteligencia artificial y sistemas de ciberseguridad.
En este contexto, se ha puesto en marcha el Ejercicio Aonikenk, el primer ejercicio de operaciones militares multidominio llevado a cabo por el Ejército Argentino, que marca una primera aproximación práctica a este nuevo tipo de operativa. El nombre "Aonikenk" proviene de los pueblos originarios que habitaban la Patagonia, también conocidos como patagones o tehuelches. Esta ejercitación implicó la participación de cerca de 5.000 efectivos y una gran cantidad de vehículos y sistemas de armas provenientes de diversas unidades militares de las provincias de Salta, Chaco, Córdoba, San Luis, Neuquén y Buenos Aires.
El Ejercicio Aonikenk se llevó a cabo en la zona de Baterías, cerca de Bahía Blanca, y consistió en la simulación de eventos figurados por un oponente ficticio, lo que permitió comprobar la capacidad de alistamiento de los medios terrestres y la coordinación entre el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. El ejercicio incluyó el uso de tecnología avanzada e inteligencia artificial para apoyar la toma de decisiones, además de la prueba de nuevos sistemas de armas recientemente adquiridos.
Una de las claves para el éxito de este ejercicio fue la compleja logística involucrada, ya que movilizar a tantos efectivos y equipos a un área de operaciones requirió un esfuerzo logístico detallado y bien coordinado. Como señaló el historiador militar Julian Thompson en su libro La savia de la guerra, la logística es fundamental para el éxito de cualquier campaña militar. En el caso de Aonikenk, fue necesario implementar el transporte multimodal de vehículos y equipamiento pesado, utilizando buques de transporte, grúas para el izado de blindados, cañones y otros vehículos, además de la coordinación del transporte terrestre de tanques y artillería pesada. Todo esto estuvo acompañado de un riguroso control de la alimentación y suministro de combustible para mantener la operatividad de la fuerza desplegada.
El alistamiento de los efectivos y el equipamiento fue supervisado a lo largo del año por el Comando de Adiestramiento del Ejército, quien priorizó las unidades que participarían en Aonikenk. El alistamiento incluyó la preparación física y mental de los soldados para adaptarse rápidamente a los cambios de situación en un ambiente geográfico desconocido para muchos de ellos. Este fue el caso de los montaraces de Tartagal, quienes se trasladaron desde Salta para participar en las maniobras en Bahía Blanca.
El éxito de Aonikenk no solo se basó en la efectividad del equipamiento y la logística, sino también en la capacidad de liderazgo de los oficiales y suboficiales, quienes lideraron a sus tropas con ejemplo personal y disposición para la acción. Más de 350 lanzamientos en paracaídas, incursiones aéreas, navales y anfibias, tanto diurnas como nocturnas, se realizaron sin ningún accidente, lo que demuestra el profesionalismo y la capacidad de mando en todos los niveles de conducción militar.
Finalmente, el ejercicio Aonikenk marca el inicio de un nuevo ciclo para las Fuerzas Armadas argentinas, consolidando un proceso de modernización y aprendizaje continuo. Las lecciones aprendidas y las experiencias vividas por los soldados fortalecen el espíritu de camaradería entre las distintas armas y fuerzas, y reafirman el compromiso con la defensa de la soberanía y la integridad territorial del país. La visión de un Ejército dinámico y moderno, dispuesto a proteger la autodeterminación y la libertad de los argentinos, es respaldada por un futuro prometedor gracias a los jóvenes oficiales, suboficiales y soldados que participaron en Aonikenk.
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